Urge un nuevo federalismo

Los resultados de la Medición Multidimensional de la Pobreza para los municipios de México implican una conclusión inevitable: el modelo de federalismo que se puso en marcha en 1997-1998, a partir de la reforma constitucional al Artículo 115 y las consecuentes modificaciones hacendarias, que fundamentalmente se vieron reflejadas en la creación de Ramos de gasto como el 33, ha fracasado rotundamente.

Lo peor es que, hasta ahora, el Gobierno de la República ha sido omiso en la construcción de un nuevo modelo de gobierno municipal, que reconozca las inmensas diferencias, desigualdades y brechas de y entre los municipios de México, y que al mismo tiempo sea capaz de impulsar un nuevo modelo de desarrollo social y de garantía universal de los derechos humanos desde la célula básica de nuestra estructura política orgánica, que es el “Municipio Libre”.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, de los 2,466 municipios que hay en el país, en 1,697 el porcentaje de personas que viven en condiciones de pobreza supera el 50%. Este solo dato, que es fiel reflejo del mismo problema estructural del que se tenían datos relativamente similares en el 2010, revela la fractura del curso de desarrollo y la ineficiencia del modelo de gobierno presidencialista que, por su naturaleza, conduce a la tentación de concentrar más y más gasto y más y más facultades.

Adicionalmente, es pertinente subrayar que hay 631 municipios donde el 80% o más de su población viven en condiciones de pobreza multidimensional; los cuales están concentrados en 19 entidades de la República. Para ellos, en lo que resta de la administración, debería haber una estrategia de atención prioritaria, sustentada en un modelo de planeación del desarrollo regional.

Pero estos datos no deben llevar a los gobiernos, en sus tres órdenes, a continuar con el gran autoengaño generado desde hace décadas consistente en el ocultamiento y subestimación de la gravedad de la pobreza urbana. Pues si bien en los grandes conglomerados urbanos los porcentajes de personas en pobreza suelen ser menores a los rurales, las cifras absolutas son inmensas.

Desde esta perspectiva, es importante subrayar que, de acuerdo con el CONEVAL, hay 16 municipios, con más de medio millón de habitantes cada uno, donde la cifra de personas en pobreza supera a las 300 mil. En conjunto, en esos 16 municipios hay 7.94 millones de personas en la condición señalada. Por su magnitud, es pertinente enumerarlos, con el consecuente reclamo a sus administraciones locales, relativo a que están obligadas a atender como prioritario este problema que es central para la vida pública del país.

De esta forma, el municipio con mayor número absoluto es León, Guanajuato, con 816,934 personas en pobreza. Lo peor del dato es que, en 2010, el porcentaje de población en esa condición era de 36.8% y en 2020 creció a 45.9%. El saldo neto es un crecimiento de 271,415 personas empobrecidas en la última década.

En segundo lugar, está el municipio de Ecatepec, estado de México, con 786,391 personas empobrecidas. Al igual que en León, el porcentaje entre 2010 y 2020 creció. Acá lo hizo de 37.6% a 43.5%. El tercer sitio de esta lista negra lo ocupa Iztapalapa, en la Ciudad de México, con 772,584 personas en esa condición y el porcentaje creció, en el periodo señalado, de 36.4% a 43.9%.

En ese orden le sigue el Municipio de Puebla, con 680,945 personas en pobreza; allí se observa el mismo fenómeno, en 2010 se tenía a un 37.2% de personas en pobreza y en 2020, de 41.4%. Le sigue en quinto sitio Nezahualcóyotl, con 523,289 personas; equivalente sen 2020 al 46.5% de sus habitantes, dato que contrasta con el de 2010, que fue de 37.4%.

El sexto municipio de esta lista es Toluca, Estado de México, con 511,347 personas en pobreza, que son el 51.8% de su población del 2020, frente al 38% registrado en la década previa. Le sigue en séptimo sitio Chimalhuacán, igualmente en el EDOMEX. Allí se contabilizaron 493,687 personas en pobreza, que representaron el 68.9% del total de sus habitantes, cifra superior a la del 2010, que fue de 61.9%.

El octavo lugar es Tijuana, donde la cifra fue en 2020 de 453,508 personas en pobreza, que representaron el 23.7% de su población. En este caso, el indicador fue menor que el de una década previa, cuando se ubicó en 31.1%

En noveno sitio del vergonzoso “top ten” de la pobreza se encuentra Acapulco, con 394,861 personas en pobreza multidimensional, equivalentes al 52.1% de su población en 2020; cifra superior a la de 2010, cuando se estimó en 49.1%.

Finalmente, en el décimo sitio, se encuentra Zapopan, en el Estado de Jalisco, con 387,944 personas en pobreza, que representaron en 2020 al 24.6% de sus habitantes, cifra igualmente más alta que la del 2010, cuando se ubicó en 24.6%

De esta forma, de los 16 municipios con mayor pobreza, en 13 de ellos hubo incrementos en los porcentajes registrados, mientras que en sólo tres hubo algunas reducciones; siendo el caso más notable el de Tijuana, en el cual, los reciente flujos migratorios y su impacto en la demarcación, podrían llevar a revertir ese proceso.

La evidencia está allí. Otro federalismo es urgente, y corresponde al Gobierno de la República, en diálogo con los gobiernos y los municipios, impulsarlo y construirlo.

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