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El impacto socioeconómico que las inundaciones recurrentes tienen en Tabasco es uno de los principales factores para transformarnos y adaptarnos ante escenarios futuros, advierte
La Secretaría de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas (SOTOP) puso en marcha el proceso de consulta pública del Programa Estatal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano de Tabasco (PEOTDU), el cual busca fortalecer las capacidades institucionales para cambiar el paradigma de la planeación en esta materia y reducir la vulnerabilidad del estado frente al cambio climático.
El propósito es robustecer, con la opinión de todos, la información y los documentos resultados de la elaboración de este instrumento de política pública que contiene una visión integral y multisectorial del territorio e integra transversalmente en cada uno de sus componentes la perspectiva de la Gestión Integral de Riesgos y la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos.
El PEOTDU de Tabasco se encuentra en fase de anteproyecto y está disponible para consulta de todos en el sitio https://sites.google.com/view/peotdu-tabasco/consulta-pública.
Los interesados en el tema podrán hacer sus propuestas y comentarios vía un formulario establecido en la plataforma, en tanto que cualquier archivo o documento adicional deberán ser enviados al correo electrónico: propuestas.comentarios@gmail.com.
La SOTOP informó que el programa especializado en materia de ordenamiento territorial y desarrollo urbano establece los criterios de ocupación y utilización racional del territorio, como base de las estrategias de desarrollo socioeconómico y la preservación ambiental de la entidad.
Apuntó que el anteproyecto del instrumento –conformado por 246 cuartillas– forma parte de las respuestas de las autoridades federales y del estado, ante el análisis de las situaciones de emergencia en las que se ha encontrado la entidad en las últimas décadas.
Además de las estrategias y líneas de acción, el nuevo PEOTDU ofrece un panorama de Tabasco y su exposición a riesgos asociados con inundaciones y cambio climático; aporta una visión sobre qué está sucediendo en el territorio y una síntesis del diagnóstico territorial estatal; dimensiona los retos actuales y por venir frente a escenarios futuros; y delinea una nueva política de ordenamiento territorial y desarrollo urbano.
En el diagnóstico se advierte el impacto socioeconómico que las inundaciones recurrentes tienen en Tabasco, y precisa que sólo el evento ocurrido a finales de 2020, dejó pérdidas totales estimadas en 13 mil 580 millones de pesos, con repercusión en los segmentos social, productivo, de infraestructura, y atención a la emergencia.
El saldo en lo social, afectaciones a 739 mil 604 habitantes, con 193 mil 744 viviendas y 511 escuelas dañadas; en infraestructura, más de 5 mil millones de pesos en caminos; obra pública e infraestructura hidráulica golpeada por lluvias y desbordamiento de ríos; y en materia productiva, afectaciones graves en 10 municipios para pequeñas y medianas empresas, y daños en 127 mil 730 hectáreas de cultivos.
De allí que el nuevo PEOTDU tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los tabasqueños, mediante un modelo de ordenamiento territorial que promueva condiciones de ocupación del suelo propicias para el desarrollo socioeconómico, la preservación ambiental, así como una nueva relación de oportunidades entre la población y sus recursos hídricos.
De lo que se trata, plantea el proyecto del programa de ordenamiento territorial, es de salvaguardar la seguridad de las personas y su patrimonio, garantizando la integridad de los ecosistemas mediante acciones para prevenir, controlar, corregir y revertir tanto los desequilibrios socio-ambientales como rezagos socioeconómicos y brechas de género que se observan en el territorio de Tabasco.
La meta al año 2030, de acuerdo al documento, es que Tabasco se consolide como una entidad que garantice un desarrollo social y económico que no comprometa al medio ambiente y procure el respeto y cuidado de sus ecosistemas naturales, como parte esencial para generar bienestar y condiciones de resiliencia y adaptación ante los retos que suponen la localización geográfica del estado y las características físicas de su territorio.
