Un equipo de biólogos chinos ha conseguido criar una nueva variedad del pez carpín sin espinas intramusculares, lo que lo hace más sencillo de comer, recoge hoy la agencia oficial Xinhua.
Los científicos, pertenecientes a la Academia de Ciencias de Pesca, hicieron uso de la técnica de edición genética para desarrollar su proyecto.
El carpín, cuyo nombre científico es carassius carassius, es popular en China por su carne tierna, pero sus pequeñas espinas intramusculares pueden quedarse atascadas en la garganta fácilmente y dificultan su procesamiento industrial, asegura en su despacho Xinhua.
El grupo de expertos halló el gen principal que controla el desarrollo de dichos huesos entre 1.600 candidatos.
Ya en 2021, los científicos criaron un grupo de carpines que lograron pasar estas características genéticas a la siguiente generación.
Este proyecto es un «gran avance en el aumento de la calidad de la familia de las carpas», según la Academia China de Ciencias, y podría «tener un gran impacto en el consumo futuro de criaturas acuáticas».