Nunca antes en la pandemia de COVID-19 se habían visto tantas infecciones como en estas últimas semanas.
La variante ómicron del SARS-CoV-2, que se detectó por primera vez en Sudáfrica, se contagia con mayor facilidad que las anteriores variantes, pero los especialistas también han observado que ocasiona una enfermedad menos severa. ¿Será que en realidad es menos letal?
“Esto tal vez no se deba al virus, sino a que ya hay muchas personas vacunadas y eso protege contra la infección severa”, señala la doctora Susana López Charretón, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM.
¿Una simple gripa?
Algunos creen que la infección por ómicron equipara con una simple gripa. Incluso algunos gobernantes han anunciado que la COVID-19 ya pronto pasará a ser una enfermedad endémica, es decir, que seguirá tan presente como la gripa o la influenza.
Sin embargo, en muchos aspectos ómicron no es igual que una gripa. Aunque esta variante cause una enfermedad menos grave, siempre habrá un número de personas que requerirán acudir al hospital y aún existe el riesgo de que se saturen.
“Además, hay muchas personas que lo pasan mal cuando se infectan. Se debe considerar que la enfermedad deja secuelas como insomnio, angustia, problemas respiratorios o cardiacos. Estos problemas pueden durar más de seis meses o incluso ser permanentes”, señala la especialista.
A diferencia de una gripa o resfriado común, muchas personas que contraen el coronavirus presentan problemas de saturación de oxígeno que los lleva a necesitar un tanque de este gas vital. Además, es importante recordar que muchos mexicanos tienen edad avanzada o comorbilidades y esto los pone en mayor riesgo.
¿Y los niños?
En esta nueva ola de contagios la mayoría de los niños y las niñas aún no han sido completamente vacunados y de infectarse, pueden presentar secuelas por la enfermedad como fatiga y cansancio.
“Es una ruleta rusa, y hay factores individuales que desconocemos y que podrían enviar al hospital incluso a jóvenes o niños, o costarle la vida a alguien”, señala la viróloga.
Por eso se debe hacer lo necesario para vacunar a los niños también. Las vacunas de Pfizer y Moderna ya han hecho estudios con niños y ya se pueden vacunar de 5 años en adelante con dosis infantiles. Aún no hay autorización para probar las vacunas en niños menores de 5 años.
La pandemia de COVID-19 no se va a terminar de la noche a la mañana, a pesar de que hay buenas noticias, como la producción de los antivirales que inhiben la replicación del virus y eso acorta la enfermedad, siempre y cuando se usen en los primeros siete días de la infección.
Pero la producción de estos fármacos aún no es suficiente para que sean accesibles en México. En un futuro, el uso de antivirales, sí podría cambiar el rumbo de la pandemia, considera la doctora Susana López. Y mientras eso ocurre, su curso depende mucho de nuestro comportamiento como ciudadanos.
Debemos evitar el contacto con otras personas si presentamos síntomas respiratorios. Si bien ómicron es una variante, se trata del mismo virus y las medidas son las mismas que los profesionales de la salud mencionan constantemente: uso del cubrebocas, ventilación de espacios, distancia social, evitar aglomeraciones y completar la vacunación.