Isela fue asesinada el 22 de enero de este 2022, una tragedia que pudo haberse evitado pues en diciembre la víctima denunció ante el MP de Iztacalco que fue amenazada de muerte con un arma de fuego en su casa y enfrente de sus hijos; la autoridad hizo su “trabajo” al brindarle un Código Águila que evidentemente no sirvió y fue asesinada exactamente un mes después de su denuncia.
La víctima, de 36 años, vivía con su esposo Gustavo Alfonso Montaño Ávila y sus tres hijos de 16, 12 y 8 años en un departamento en Iztacalco; después de aguantar una vida llena de violencia durante más de 10 años tomó la decisión de separarse, pero a su pareja no le agradó la idea.
Ella acudió con las autoridades del MP de Iztacalco a pedir ayuda el 22 de diciembre, después de que el hombre la amenazara con un arma de fuego frente a sus tres hijos. El MP hizo su trabajo y emitió una orden de restricción que impedía que Gustavo se acercara a Isela y a los niños, orden que jamás se cumplió, pues el sujeto continúo acosándola y amenazándola de muerte. Ante las amenazas, Isela recurrió nuevamente al MP y le proporcionaron un Código Águila, la famosa clave con la que puede pedir ayuda si está en peligro, pero no funcionó.
Un mes después de su denuncia, Gustavo cumplió su palabra e Isela fue asesinada el sábado 22 de enero cuando fue a la tienda a comprar algo de cenar para sus hijos; según la declaración de la encargada de la tienda, el sujeto se esperó a que estuviera distraída y cuando sacaba un refresco del refrigerador, sin decirle nada, le disparó tres veces en la cabeza y huyó.
“Él ya la estaba cazando, esperó que estuviera sola y lo hizo”, cuenta la mamá de la víctima, que con un colectivo se manifestó pacíficamente esta tarde afuera de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México; con mantas, carteles y música exigieron justicia y piden localizar al asesino de Isela. Lamentablemente, cuando el grupo llegó a las instalaciones, las puertas de acceso ya estaban cerradas, lo que los llevó a plantarse sobre la Avenida Rio de la Loza y Chapultepec para que fueran escuchados.
Rosario, la madre de Isela, contó a Crónica que teme por su vida y la de sus nietos pues Gustavo ha tratado de ponerse en contacto con los niños, enviándoles mensajes intimidantes y a ellos les da mucho miedo porque saben que está armado.