El desinterés internacional al no considerarlo un mercado atractivo para viajes al extranjero, aunado a la falta de vías de movilidad terrestre que eviten contratiempos en traslados a la terminal aérea, así como la falta de certificación por parte del Convenio de Aviación Civil Internacional para su operación, tienen bajo la lupa al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que a poco más de un mes para su inauguración aún enfrenta varios problemas legales para su validez operativa. Sin embargo, y haciendo a un lado estos requisitos, una línea aérea internacional decidió apostar por la 4T y no dejarla sola, se trata de la empresa venezolana Conviasa, compañía del régimen dictatorial de Nicolás Maduro que ya confirmó que realizará un vuelo diario desde Caracas a Santa Lucía, y por lo pronto, su primer aterrizaje en esta terminal ya está programado para el próximo 1 de mayo.
Creada el 30 de marzo de 2004 por el entonces presidente venezolano Hugo Chávez, el Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), sumará otra vía más a sus operaciones en México, con lo que contará con tres vuelos diarios en tres destinos diferentes, toda vez que ya realiza vuelos a las ciudades de Cancún y Toluca y a partir de mayo sumará un destino: Santa Lucía.
El viceministro de Transporte Aéreo y presidente de Conviasa, Ramón Celestino Velásquez Araguayán, muy cercano a Nicolás Maduro, asegura que el arribo de la aerolínea venezolana traerá beneficios para ambos pueblos, no sólo en lo turístico, también en lo comercial.
El contacto de las autoridades venezolanas con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para que Conviasa estuviera considerada en el AIFA comenzó desde que el mandatario llegó a la presidencia, pero fue en septiembre del 2021, durante la Feria Aeroespacial Mexicana (FAMEX), donde el régimen venezolano asistió como invitado al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, cuando se confirmó el día en que entrará en operaciones.
Además, se afinaron detalles del arribo de Conviasa a Santa Lucía durante la presencia de Nicolás Maduro en México el 18 de septiembre de 2021, durante la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
El régimen venezolano es muy allegado al gobierno de la 4T, incluso su cercanía se remonta a cuando López Obrador era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México desde diciembre del 2000.
Aerolíneas que no se mudan.
Contrario al aval que dio Conviasa para operar en el AIFA, líneas internacionales de primer nivel ya rechazaron tener operaciones en la base de Santa Lucía, siendo su principal argumento que su mercado principal y centro de operaciones está en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM), donde sus viajeros y núcleo comercial está ya establecido.
La aerolínea estadounidense American Airlines, que sigue creciendo en sus destinos de viaje en México, descartó aterrizar en el AIFA, ya que su estrategia de crecimiento es prioridad por lo que se mantendrá en el AICM.
Otra empresa que no tendrá operaciones en Santa Lucía es la mayor aerolínea canadiense, Air Canada, que también subrayó que su centro de operaciones está en el Aeropuerto Benito Juárez.
Asimismo, la aerolínea panameña Copa Airlines advirtió que tampoco se mudará a Santa Lucía e indicó que sus operaciones seguirán en un solo aeropuerto, por lo que no se moverán por ahora del AICM.
Las aerolíneas Avianca y LATAM subrayaron también que por su modelo de negocio y demanda de mercado necesitan operar en una terminal aérea y no saldrán del Aeropuerto Benito Juárez.
Air France, otra de las aerolíneas de gran peso en el mercado mexicano y que opera diez vuelos semanales hacia la Ciudad de México, destaca que su centro de operación se mantendrá en la capital del país.
La empresa KLM, de los Países Bajos, advierte que seguirá con sus vuelos desde Ámsterdam a la Ciudad de México, e igual que la aerolínea alemana Lufthansa, se mantendrán en el Aeropuerto Benito Juárez.
Aún sin certificación.
Al argumento de estas aerolíneas se suma otro factor prioritario y que es el de la certificación para validar condiciones de operatividad y seguridad para vuelos nacionales e internacionales, factor del que aún carece el AIFA.
Sin duda este es uno de los principales obstáculos que enfrenta el aeropuerto Felipe Ángeles, que a casi un mes de que sea inaugurado no cuenta con el aval del Convenio de Aviación Civil Internacional, conocido también como Convenio de Chicago, que dio origen a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), del que México es firmante y en el que se establecen las normas, definiciones y prácticas recomendadas en sus 19 Anexos para validar la operatividad de todo aeropuerto.
De acuerdo con la especialista en temas de aviación, Rosario Avilés, México es un país signatario desde 1944 del Convenio sobre Aviación Civil Internacional, lo que significa que existe una obligación al menos moral, de cumplir con todos los anexos que el país haya aceptado, de los 19 que mantiene la OACI, con sus normas, definiciones y prácticas recomendadas.
El Anexo 14 de la OACI establece todo lo relacionado con la operación de aeropuertos, incluyendo la certificación de los mismos y el AIFA deberá certificarse de acuerdo con éstos. El encargado para realizarla es la autoridad aeronáutica de México, en este caso la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).
El problema vigente y que restaría toda validez a la certificación internacional del AIFA es que el 25 de mayo de 2021, México fue degradado a Categoría 2, por la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, que en su calificación asegurar que el gobierno mexicano no cumple con los estándares de seguridad de la OACI, ya que la autoridad de aviación civil mexicana carece de una o más de las siguientes áreas: experiencia técnica, personal capacitado, mantenimiento de registros, procedimientos de inspección o resolución de problemas de seguridad y leyes o reglamentos de supervisión.
Con este panorama, la AFAC estaría impedida para certificar el aeropuerto de Santa Lucía. Así que mientras la AFAC y México no recuperen su Categoría 1, es decir, que sea certificada nuevamente por la FAA, nadie en el mundo va a tomar en serio la certificación que la AFAC haga de un aeropuerto, como en este caso el AIFA.
No obstante, es pertinente señalar que el que no haya una certificación de la OACI no significa que el Aeropuerto Felipe Ángeles no pueda operar vuelos nacionales e internacionales, ya que el mismo anexo dice que un Estado (en este caso el gobierno de México) puede permitir que un aeropuerto opere a pesar de no estar certificado, porque los métodos de propiedad, explotación y vigilancia de las terminales aéreas son diferentes entre los Estados.
El punto es que el AIFA debe ser certificado por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) antes de iniciar sus operaciones; de no hacerlo, estaría fuera del marco legal vigente.