La Fiscalía General de Justicia de la CDMX ordenó “batear” a víctimas de cualquier delito para bajar estadísticas delictivas, es decir, el personal de Ministerios Públicos recibió la instrucción de persuadir a la víctima de no presentar la querella.
Así lo revelan trabajadores de la FGJ que son el primer contacto de un denunciante en los Ministerios Públicos y quienes detallan las órdenes que recibieron desde hace varios meses para ignorar las peticiones ciudadanas o canalizar al denunciante a otras áreas en las que quizá tampoco recibiría una respuesta satisfactoria.
Un grupo de trabajadores de la FGJ revela las malas prácticas producto de órdenes institucionales, mismas que tratan de combatir desde el sistema de justicia.
Afirman que la Fiscalía, a cargo de Ernestina Godoy, busca a toda costa maquillar cifras delictivas para presumir que los delitos en la urbe van a la baja, cuando la realidad es otra.
Cambios en la estructura, así como despidos en masa, aseguran, son para cambiar a quienes se niegan a brindar un mal servicio a la ciudadanía.
“Así es la instrucción en la primera atención al MP; ahí se encargan de batear todo, lo que le interesa a Ernestina es bajar el índice delictivo para quedar bien, decir que no está pasando nada, que la ciudad es segura, pero sabemos que no es así”.
Trabajadores han revelado audios y documentos que indican las órdenes que fueron difundidas y que tenían que seguir, mismas que violaban su ética y valores.
Parte de las instrucciones eran no entrevistar al denunciante, ni orientarlos jurídicamente, canalizarlo a áreas físicas sin previo conocimiento de lo que requieren, dar atención psicológica sin ser especialistas en la materia, entre otras irregularidades.
Uno de los principales conflictos es que ministerios públicos, oficiales y secretarios discutían porque no querían dar la atención a los ciudadanos, “querían batear a la gente y nos decían: aquí no le toca, dile que se vaya; cuando los ciudadanos pueden denunciar donde quieran”, cuenta una trabajadora de la FGJ.
La orden de no recibir a todos los ciudadanos viene acompañada de ataques y amenazas por parte de elementos de Seguridad Ciudadana. Trabajadores cuentan que ingresar al sistema delitos como robo de vehículos, robo con violencia y asaltos, se han registrado agresiones; “como sube la incidencia y no querían que denunciaran, a muchos de nosotros nos poncharon las llantas, hubo una compañera a la que le rompieron el parabrisas”.
Crónica ha documentado casos donde los ciudadanos se quejan principalmente de ser canalizados a otros MPs o que han sido aconsejados para que no denuncien.