El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró este lunes la guerra a Ucrania, luego de reconocer la independencia de las provincias prorrusas, lo que implica “de facto” la guerra.
«Considero necesario tomar una decisión que desde hace tiempo caía por su propio peso: reconocer de inmediato la independencia y la soberanía de la República Popular de Donetsk y de la República Popular de Lugansk», dijo el mandatario ruso en una alocución televisada de casi una hora de duración.
Putin agregó que tomó la decisión después de recibir de los respectivos líderes prorrusos de ambos territorios una solicitud al respecto y una vez que la Duma (Cámara Baja del Parlamento de Rusia) le enviara el pasado 15 de febrero una resolución para instarle a dar ese paso.
«Hago hincapié una vez más en que Ucrania para nosotros no es solo un país vecino. Es una parte integral de nuestra propia historia, cultura, espacio espiritual. Estos son nuestros camaradas, parientes, entre los cuales no solo se encuentran colegas, amigos, excompañeros, sino también parientes, personas conectadas con nosotros por lazos de sangre, familiares», afirmó Putin.
Tras un discurso abiertamente bélico y desafiante a las advertencias de Occidente y de la ONU sobre las miles de vidas que corren peligro en un país que no ha amenazado a Rusia, Putin firmó un decreto de reconocimiento de independencia de las regiones separatistas del este de Ucrania.
Montaje para justificar la guerra
Ese aval a las autoproclamadas “repúblicas populares” de Donetsk y Lugansk, de mayoría rusoparlante, dicta además el despliegue en la zona de soldados rusos para realizar funciones de lo que el Kremlin llama “mantenimiento de la paz”, cuando, lo que va observar el mundo en los próximos días y semanas es la invasión en toda regla de una potencia a un país que poco puede hacer por defenderse.
En un elaborado montaje emitido en directo por radio y televisión, donde el presidente ruso prácticamente se mostró como una víctima y como defensor de la paz, Putin acusó al al presidente Volodómir Zelinski de ser una “marioneta” de Estados Unidos. También culpó el gobernante ruso al gobierno prooccidental instalado en Kiev, de contribuir a crear un Estado fallido y de llegar al poder a través de un golpe de Estado: la revolución del Maidán que hace ocho años derribó a un presidente aliado del Kremlin.
La orden de Putin de reconocer la independencia del este de Ucrania significa también que el Kremlin rompe su promesa, casi diaria desde hace semanas, de que no tenía la menor intención ni de reconocer la independencia de las provincias rebeldes de Ucrania y de que los mensajes de alarma de la OTAN y del presidente de EU, Joe Biden, era “pura histeria”.
La hipocresía de Putin llegó al extremo de justificar su invasión tras acusar al “gobierno mazi” ucraniano de “reprimir a la oposición”, cuando los dos principales adversarios políticos del nuevo “zar” ruso fueron eliminados sospechosamente: Boris Netsov fue asesinado a balazos en 2015 a las puertas del Kremlin, y Alexei Navalni fue primero envenenado en 2021, y como sobrevivió, fue encarcelado.
Según el presidente ruso, es Zelemski y sus tropas las que están comentiendo “crímenes de lesa humanidad” contra la población rusa de las provincias de Donetsk y Lugansk.
También acusó a Zelenski de iniciar una ofensiva militar para retomar el control de las zonas secesionistas, que Kiev perdió en 2014, cuando Moscú se anexionó la península de Crimea. “En cuanto a los que se aferran al poder en Kiev, exigimos que cesen de inmediato las acciones militares”, dijo Putin. “De lo contrario, la responsabilidad total por la posibilidad de que continúe el derramamiento de sangre recaerá total y completamente en la conciencia del régimen que gobierna el territorio de Ucrania”, advirtió.
Sanciones contra Moscú
Nada más conocer la orden de Putin de invadir su país, el presidente Zelenski pidió “duras sanciones” contra Moscú, como Biden y sus aliados de la OTAN prometieron que harían.
Condena Mundial
La comunidad internacional, con la Unión Europea (UE), EE.UU. la UE y la OTAN a la cabeza, expresó su rechazo a la decisión de Putin.
Alemania, Francia y Estados Unidos responderán «de forma conjunta» al reconocimiento de las repúblicas separatistas del Donbás por Rusia, informó el Gobierno de Berlín, tras una conversación entre el canciller Olaf Scholz y los presidentes Joe Biden y Emmanuel Macron.
La decisión de Putin supone «una clara ruptura» de los Acuerdos de Minsk que «no puede quedar sin respuesta», apuntó el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Hebestreit, en un comunicado.
Los tres líderes acordaron en su conversación «no ceder en su compromiso con la integridad territorial de Ucrania», así como emplearse «con todas sus fuerzas» para evitar una nueva escalada.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmará «pronto» una orden ejecutiva con sanciones económicas para las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, informó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
La orden ejecutiva prohibirá nuevas inversiones, comercio y otras transacciones económicas por parte de instituciones y ciudadanos estadounidenses en Donetsk y Lugansk, indicó Psaki.
Biden reunió a su equipo de seguridad nacional en la Casa Blanca para seguir la escalada de tensión en Ucrania y las acciones de Rusia, dijo a la prensa un alto funcionario de la Casa Blanca.
La Unión Europea (UE) reaccionará con «sanciones» contra los «involucrados» en la decisión «ilegal» anunciada por Putin, informaron en un comunicado conjunto el presidente del Consejo Europeo (los países) y de la Comisión Europea, Charles Michel y Ursula von der Leyen, respectivamente-
«La Unión reaccionará con sanciones contra los involucrados en este acto ilegal», anunciaron en la nota Michel y von der Leyen, que reiteraron su apoyo «inquebrantable» a la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania y que previamente habían rechazado al unísono en sendos tuit idénticos esta «flagrante violación del derecho internacional, de la integridad territorial de Ucrania y de los acuerdos de Minsk» perpetrada por Putin, que condenaron en su nota en los «términos más enérgicos».
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó la decisión de Rusia y advirtió de que «erosiona los esfuerzos hacia una resolución del conflicto».
«Condeno la decisión de Rusia de extender el reconocimiento a las autoproclamadas ‘República Popular de Donetsk’ y ‘República Popular de Lugansk’. Esto socava aún más la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, erosiona los esfuerzos hacia la resolución del conflicto y viola los Acuerdos de Minsk, de los que Rusia es parte», dijo Stoltenberg en un comunicado.
El presidente francés, Emmanuel Macron, por su parte, pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU y la adopción de sanciones europeas selectivas contra Rusia.
Esa decisión «es una clara violación unilateral de los compromisos internacionales de Rusia y una vulneración de la soberanía de Ucrania», señaló el Elíseo en un comunicado.
Entre otros países europeos, el Gobierno de España calificó la decisión rusa de «una violación de los acuerdos de Minsk y de la legalidad internacional. Responderemos de manera coordinada junto a nuestros socios».
Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia y Georgia, entre otras naciones, también condenaron el reconocimiento ruso de las autoproclamadas repúblicas separatistas del Donbás, que calificaron de «flagrante violación» de la integridad territorial de Ucrania.
El primer ministro británico, Boris Johnson, consideró el reconocimiento ruso de la independencia de Lugansk y Donetsk una «flagrante violación de la soberanía y la integridad de Ucrania», y anunció que el martes presidirá el gabinete de emergencia del Gobierno (COBR) para coordinar la respuesta del Reino Unido, «incluido un paquete significativo de sanciones para ser introducido inmediatamente», según señaló un portavoz de Downing Street.
Para el Reino Unido, el reconocimiento de la independencia de estas dos autoproclamadas repúblicas en el este de Ucrania supone «claramente una violación del derecho internacional», así como un «repudio de los acuerdos de Minsk», que Rusia suscribió para el arreglo del conflicto en el Donbás, indicó.
El secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, afirmó que la organización «apoya totalmente» la soberanía de Ucrania, y señaló que el reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas ucranianas por Rusia es una «violación de la integridad territorial» ucraniana incompatible con los principios de la Carta de las Naciones Unidas.