Vida/Bienestar: Nunca es demasiado tarde para cambiar

LA VIDA ES HOY

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A veces creemos que ya es demasiado tarde para hacer cambios, nos desanimamos, creemos que ya no somos capaces o que quizá ya no valdría la pena. SI hay algo que te incomoda, algo que no te tiene en paz, si te cuestionas todo el tiempo de que hay algo más para ti, si tus relaciones humanas o en el trabajo no están estables, hay que seguir la intuición, hay que seguir el llamado y atreverse a dar el paso… Porque: Es demasiado tarde si no se empieza ahora. Hay que comenzar a transformar nuestras actitudes, nuestras reacciones, nuestros hábitos. Lo único que podemos “más o menos” controlar es nuestra conducta, sobre los demás no tenemos ningún control. Entonces se comienza haciendo consciencia de este tema del control. Hay que hacerse responsable de uno mismo.

El primer paso ya está dado, cuando “nos damos cuenta”, darse cuenta es un despertar. Y al despertar, vemos con nuevos ojos, con una mirada más amplia, y ¿Qué vamos a ver? 1-A nosotros mismos, con una percepción más amorosa, con menos juicios. Visualizar como sería la transformación. Revisar nuestros valores, cualidades y reconocernos en ellos. 2- Piensa en positivo, puede sonar muy trillado, pero si hay que hacerlo, un positivo-realista. Nuestra mente es poderosa, hay que trabajar en creer que todo lo podemos lograr con decisión, trabajo y esfuerzo.

Vamos a los siguientes pasos:

• Identificar lo que quieres cambiar. Darnos cuenta de lo que nos está dañando, frenando y frustrando, si se escribe es mejor, se clarifica. Y a partir de ahí vamos hablar en presente. “Hoy empiezo hacer ejercicio” “hoy tomo agua” etc.
• Elabora un plan: Estudiar, leer, tomar un curso, ir a una terapia, algo muy específico que te lleve al autoconocimiento y a encontrar herramientas que nos lleven a respuestas específicas.
• Hacer visibles las acciones a seguir. Pega frases o una pequeña lista de los pasos a seguir en lugares visibles, que sean recordatorios positivos a lo largo del día.
• Reconocer los avances: Valorar cada paso que se da y que se logra, darnos apapachos a nosotros mismos, ser más compasivos, usar un lenguaje amoroso hacia uno mismo. Y si caes, te levantas, no nos juzgamos duramente, al contrario.
• Rodearnos de personas que estén en el mismo canal, de personas positivas y que nos quieran que sean un impulso y no un freno. Y sobre todo que nadie, nadie, nadie, nos diga que: No se puede, que eso es imposible, que eres como eres. El cambio, la transformación para la felicidad y la plenitud si son posibles. Nuestro camino por la vida es para eso, para ser felices.

Se es feliz a partir de entrar a nuestro interior y a partir de compartir este camino de la vida con los demás.

“Más amor, compasión, aprendizajes y celebración en lo individual y en lo colectivo. Debes ser el cambio que deseas ver en el mundo”.

Mahatma Gandhi.

Gracias por leerme.