La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció este miércoles la primera subida de las tasas de interés para tratar de frenar la inflación, la más alta en cuatro décadas, en una coyuntura de turbulencias por la guerra de Ucrania, la subida de los precios del petróleo y los nuevos confinamientos en China, que podrían interrumpir aún más las cadenas de suministros.
Para no perjudicar el crecimiento económico de la primera potencia, que en 2021 fue un robusto 5.7%, la Fed ha procedido con cautela, con una primera subida de la tasa de referencia en 0.25 puntos hasta dejar el de entre 0.25% y el 0.50%. Es la primera de las seis subidas que se esperan este año, hasta dejar el precio del dinero en torno al 1.50%.
Frenar al consumidor
El objetivo está claro: que después de dos años con la tasa de interés en ceros, los bancos comerciales cobren a sus clientes por prestarles dinero, después de meses de consumo desaforado que se ha traducido en una creciente presión sobre los precios.
Jerome Powell, presidente de la Fed, ya se pronunció a primeros de mes en una comparecencia ante un comité del Senado por una subida del 0.25%, en vez del 0.50%. Powell recalcó entonces el objetivo de “un aterrizaje suave”, y su confianza en la capacidad de la institución para “controlar la inflación sin provocar recesión”.
Inflación al 2%
“Con la reafirmación adecuada de su postura en política monetaria, el comité espera que la inflación regrese a su objetivo del 2% y que el mercado laboral se mantenga fuerte”, señaló el comunicado del Comité de Política Monetaria (FOMC, en sus siglas inglesas), al finalizar la reunión.
En cuanto al PIB, la Fed rebajó su expectativa para este año al 2.8%, frente al 4% previsto, por el impacto de la guerra de Ucrania, “que podría crear una presión adicional al alza sobre la inflación y pesar sobre la actividad económica a corto plazo”, explica el comunicado del FOMC.
Para 2023 y 2024 no hay cambios: se espera una expansión del PIB del 2.2% y el 2%, respectivamente.