Mario Álvarez Figueroa, constancia y trabajo arduo

Entrevista

El empresario tabasqueño fundó Casa Álvarez, es productor ganadero y construyó hace 42 años el hotel Choco’s; honradez, lealtad y excelente servicio definen el trabajo de  don Mario Álvarez Figueroa

Villahermosa

A sus 92 años, don Mario Álvarez Figueroa, exitoso comerciante, ganadero y hotelero tabasqueño, considera que la clave para mantenerse en forma y activo es trabajar todos los días con honradez, lealtad y buen servicio.

Nuestro entrevistado nació en 1930, en la calle Lerdo de la ciudad de Villahermosa. Su padre que era comerciante; murió cuando él tenía la edad de 7 años. Se tuvo que ir a Chiapas a trabajar con un tío, y regresó a la capital tabasqueña cuando ya tenía 22 años.

A esa edad, alrededor de 1955, instaló una tienda de abarrotes conocida como Casa Álvarez, en la esquina de Zaragoza y Constitución de Villahermosa, en donde surtía a las embarcaciones que llegaban al muelle del malecón, y que luego zarpaban para vender la mercancía en los municipios de la región de los Ríos.

Gracias a la prosperidad de su negocio estableció muchas relaciones sociales y pudo comprar terrenos que le llegaban a vender.

Don Mario siempre fue una persona que no tuvo ningún vicio y durante mucho tiempo el único viaje que hacía el año junto con su familia era en Semana Santa, a visitar la tierra de su esposa Carmen Isaura Larios Aguirre (+), en Tampico, Tamaulipas, con quien procreó siete hijos: Mario, Carlos, Raúl, Laura del Carmen, Fernando, Gustavo y Luis Javier.

Incursionó en la ganadería

Para 1975, y gracias a los ahorros logrados con su arduo trabajo adquirió su primer rancho e incursionó en la ganadería como productor de la raza Brahman, la cual comercializaba en pie a la Ciudad de México y en canal en el entonces recién inaugurado y orgullo de los ganaderos tabasqueños, Frigorífico de Tabasco, actualmente ya cerrado desde hace varios años.

Los inicios del Hotel Choco’s 

En 1977 le surge a don Mario la idea de construir un hotel en la ciudad de Villahermosa el cual fue inaugurado el 24 de septiembre de 1979, gracias a los apoyos crediticios de Fomita y Fonatur, gestionados por el entonces gobernador del estado Leandro Rovirosa Wade y quien también le sugirió el nombre: Hotel Chocos, ubicado en las calles Lino Merino esquina Constitución.

El establecimiento de hospedaje de 72 habitaciones inició con categoría 3 estrellas, mismas que hasta el día de hoy ha conservado.  Cuenta con un bar, salones de eventos y el restaurante La Jícara, que todavía sigue operando. Durante sus 42 años de servicio ha sido objeto de dos amplias remodelaciones en pisos, baños, regaderas, entre otras áreas.

El terreno donde se ubica actualmente el hotel era, en la década de los setentas, terrenos federales. Alrededor del año 1961 Don Mario junto con un grupo de 20 personas, habló con el entonces gobernador Carlos A. Madrazo Becerra, para que les vendieran esos predios de los cuales ya tenían posesión, pero no la escrituración.

El mandatario estatal hizo gestiones ante el presidente Adolfo López Mateos para que les cedieran la margen izquierda del río Grijalva y al mes les notificó a los interesados que ya se había publicado en el Diario Oficial de la Federación que esas tierras ya habían sido cedidas a la ciudad de Villahermosa. Luego de fijarse los precios pudieron pagarlos y de esta manera pudieron escriturarlas.

Unos meses más adelante el gobernador Madrazo Becerra comenzó a construir el malecón, cuya obra estuvo a cargo de Víctor Rodríguez, el cual le dio una nueva cara a esa zona de la ciudad.

Amigo de Andrés Manuel López Obrador 

Don Mario, recuerda que entre las personalidades políticas que ha tenido el hotel Chocos, destaca el actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien en algunas ocasiones se hospedó y en otras venía a recoger a las personas que trabajaban haciendo los camellones chontales, durante la época que trabajó como director del Instituto Nacional Indigenista (INI) en Tabasco, en 1979.

Evocando aquella época, el empresario señala que, en ese entonces a López Obrador, quien tendría unos 27 años, le rentaba una casa en la calle Castillo, por donde funcionó durante un tiempo la embotelladora Coca Cola, en la cual él hacía sus mítines y en donde incluso “hasta un púlpito tenía” para dirigirse a sus seguidores.

Esto le provocó a don Mario que su entrañable amigo -el entonces gobernador Salvador Neme-, se enemistara con él al reclamarle porqué le daba ese espacio gratuito al novel político de Tepetitán, a lo que el ganadero y hotelero le respondió que sí le cobraba la renta, aunque eso fuera lo que menos le interesara, ya que a él lo que le gustaba eran las acciones que el macuspanense realizaba en favor de los indígenas.

“En ese lugar, en  el que estuvieron durante tres años, Andrés Manuel llevaba a campesinos para que la bióloga Silvia Whizar les dictaminara si estaba contaminada el agua, y si lo estaba, él les ayudaba a gestionar el reclamo por pago de afectaciones ante Pemex”, indicó el entrevistado.

Para concluir el empresario tabasqueño manifestó “Debemos estar orgullosos cien por ciento de tener un presidente que está dejando la vida por cambiar a tanto pícaro que durante muchos años nos ha tenido en la miseria”.

“Tenemos la fortuna de contar hoy con un presidente de la República como Andrés Manuel López Obrador que ha entregado su vida por su pueblo”

“Debemos estar orgullosos cien por ciento de tener un presidente que está dejando la vida por cambiar a tanto pícaro que durante muchos años nos ha tenido en la miseria”

Mario Álvarez Figueroa

Empresario

El empresario Mario Álvarez y su hija Laura del Carmen Álvarez Larios

En la foto del recuerdo cuando inauguró el famoso hotel

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