En México podrían presentarse pronto casos donde ciudades completas pierdan el suministro de agua potable por la combinación de cambio climático, cambios en los patrones de lluvias, disminución de recarga en acuíferos subterráneos y aumento de cuerpos de agua contaminados, explicó a los lectores de Crónica, Pablo Lazo, Director de Desarrollo Urbano y Accesibilidad de la organización civil World Resources Institute (WRI) México.
En el marco del Día Mundial del Agua, que se celebra este martes 22 de marzo, el integrante de WRI-México reflexionó en voz alta sobre la necesidad de impulsar la llamada infraestructura verde en las ciudades para colectar agua dulce, además de lo indispensable que será llevar nuevas tecnologías de uso de agua hacia los procesos de producción agrícola, donde se presenta el mayor desperdicio de agua a nivel nacional.
Pablo Lazo deja claro que el cambio climático y el calentamiento global han venido exacerbando el estrés hídrico y la inseguridad de tener acceso a agua dulce porque han contribuido a que se presenten con más frecuencia fenómenos climáticos extremos como sequías o inundaciones. Adicionalmente estos cambios de patrones de lluvias, principalmente las sequías, han acelerado la reducción en el nivel de los acuíferos subterráneos.
“En muchas partes del mundo se están viviendo estas situaciones, pero si enfocamos la atención a lo que están viviendo muchos países de América Latina, África y del Sureste asiático, veremos que las sequías, la contaminación de acuíferos o la extracción acelerada de agua de los acuíferos sin permitir las recargas están afectando con mayor fuerza a poblaciones vulnerables, pues en esas regiones quienes padecen los efectos de falta de agua son los que tienen menos recursos económicos o infraestructura más precaria. Esto provoca que los problemas del agua sean ambientales y también sociales”, detalla el arquitecto que ha sido líder en equipos multidisciplinarios de planificación y consultoría urbanística a escala municipal y regional en Estados Unidos, Reino Unido, España, Colombia, México y Brasil.
DÍA CERO.
Cuando Pablo Lazo aborda la magnitud del desafío que enfrenta en
materia de acceso al agua, en el contexto del cambio climático pide recordar que en Sudáfrica ya ocurrió una catástrofe llamada Día Cero, que se presentó cuando la capital nacional dejó de recibir toda el agua dulce que le abastecía.
“Debemos tener en mente que algunas ciudades de México pueden tener su Día Cero, como le ocurrió a Ciudad del Cabo hace cuatro años. Es importante que la gente comprenda la gravedad de la situación que se generaría si no hay suministro de agua potable y con esa información comience un proceso de educación y cambios de uso del agua”, añade el arquitecto egresado de la Universidad Iberoamericana y con estudios de maestría en la Architectural Association, en Londres, Reino Unido.
“También debemos tener en mente que se requieren hacer cambios en el uso del agua en actividades agrícolas pues es ahí donde se está presentando el mayor desperdicio de agua. El país requiere medidas que incentiven el uso de nuevas tecnologías de uso inteligente del riego y que regulen de forma mucho más precisa el consumo y suministro de agua para riego extraído de los acuíferos y presas. Sin estas medidas en el campo será muy difícil establecer una estrategia eficiente de regulación del uso del agua”, agregó.
REUSO DEL AGUA
WRI-México impulsa el reúso inteligente del agua; mayor conciencia sobre recarga de acuíferos, pero también trabajar para que las autoridades locales no sólo piensen en los problemas de agua en su ciudad sino en la salud de todo el acuífero para que el solucionar un problema en una parte de la cuenca no genere otro problema cuenca abajo.