El sacerdote Mauricio Víquez Lizano fue condenado a 20 años de prisión el pasado miércoles por violar y abusar sexualmente a un niño de 11 años en el 2003, esto al prosperar la única de cuatro acusaciones que no fue considerada prescrita por el Tribunal Penal de Desamparados.
La víctima, de apellido Alvarado, a la edad de 11 se acercó a la parroquia de Patarrá en Costa Rica, el sacerdote Mauricio Víquez Lizano era quien dirigía el recinto además de ser considerado un hombre de respeto y admiración para muchas familias que profesaban la religión católica en aquel lugar, sin embargo, no conocían que aquel hombre devoto y entregado a la iglesia también era un violador.
Alvarado ahora tiene ahora 30 años, presentó la denuncia a finales de 2018, al enterarse de las acusaciones contra Víquez de otros tres hombres, quienes aseguran haber sufrido abusos sexuales de Víquez en distintos momentos.
Las denuncias de Michael Rodríguez, Anthony Venegas y Carlos Muñoz fueron consideradas prescritas, a pesar de criterios legales que las consideraban vigentes por una reforma legislativa llamada “ley del tiempo”, sin embargo y pese a la negativa legal, Venegas, Rodríguez y Muñoz acompañaron a Alvarado en todo el proceso y se hicieron presentes en la sala de juicio la mañana del pasado miércoles donde se le declaró sentencia de 20 años de prisión a Mauricio Víquez Lizano.
“Me han sostenido mi esposa y mis dos hijos. Hoy sentí una liberación total. El fantasma que acarreaba desde los 12 años desapareció”, expuso Alvarado tras conocer el fallo penal.
La Fiscalía señaló que Víquez empezó dándole dinero a la víctima a cambio de tareas pequeñas en la parroquia, debido a las necesidades económicas de su familia. Sin embargo, conforme fue ganándose su confianza, lo abordó sexualmente hasta que en una ocasión lo violó.
Víquez habría sido encubierto por las autoridades de la Iglesia Católica, por lo cual el arzobispo de San José, José Rafael Quirós, enfrenta también un juicio que podría ser resuelto en próximos días. Los denunciantes aseguran que Quirós estuvo enterado de los actos de Víquez, pero retrasó las denuncias internas y eso permitió que pasaran los años hasta la fecha cuando se prescribieron varios casos.