Desde la refinería Olmeca, ubicada en Dos Bocas, el presidente Andrés Manuel López Obrador dimensionó el efecto multiplicador de esta magna obra de infraestructura en el desarrollo del Sureste mexicano, y subrayó que, de acuerdo con los últimos datos del INEGI, tuvo incidencia directa para que Tabasco ocupe hoy el primer lugar en empleo y en crecimiento a nivel nacional.
Al conmemorar el Día del Trabajo, en una ceremonia efusiva que congregó a miles de trabajadores, el mandatario de México aseveró que luego de 30 años de decrecimiento, marginación y abandono, la economía de Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Veracruz se está reactivando “de abajo hacia arriba”, con empleos que generan obras bien pensadas, entre las que además se incluye al Tren Maya, entre otras.
Acompañado del gobernador tabasqueño Carlos Manuel Merino Campos, y del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, López Obrador sostuvo que en el Sureste “pasaron décadas sin que se hicieran grandes inversiones como ésta” de la refinería, de 9 mil millones de dólares que, además, remarcó, se financia con presupuesto público, con “dinero del pueblo’ y sin contratar deuda.
“La fórmula: no permitir la robadera”, sentenció, y dejó claro que cuando el dinero se administra de manera honesta rinde y alcanza. “Si no hay corrupción y si no hay lujos en el Gobierno, hay ahorros, se liberan muchos fondos para el desarrollo, y esa es la fórmula que estamos aplicando”, estableció.
El jefe del Ejecutivo federal remarcó su compromiso de inaugurar el próximo 2 de julio la refinería Olmeca, “para que los adversarios no vayan a empezar a decir de que todo fue faramalla”, y ofreció a los trabajadores que participan en la construcción de esta obra, estimados en unos 35 mil, una alternativa de empleo para cuando concluyan su tarea en este megaproyecto.
López Obrador indicó que los obreros podrán reubicarse en la construcción de otros proyectos que impulsa el gobierno de la Cuarta Transformación, como el Tren Maya; además de la rehabilitación del tren Coatzacoalcos-Palenque, para el que se disponen de 30 mil millones de pesos; y la modernización del ramal ferroviario Estación Chontalpa a Dos Bocas, como parte del proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Andrés Manuel López Obrador mencionó que este megaproyecto de integración regional comprenderá además la rehabilitación de toda la vía ferroviaria que va desde el Corredor del Istmo hasta el límite con Guatemala, e incluirá el desarrollo de 10 parques industriales.
Añadió que otra alternativa de empleo será la construcción de la planta coque – que es un combustible obtenido a partir del carbón-, la cual se ubicará en Tula, Hidalgo y contará con una inversión de 50 mil millones de pesos, pero por si ésp fuera considerado poco, existe el compromiso para iniciar la edificación de otra más, en Salina Cruz, Oaxaca.
Explicó que las plantas destiladoras de coque son una especie de refinerías, “nada más que la materia prima no es petróleo crudo, sino combustóleo para exprimirlo y sacarle gasolina y que sea más rentable el petróleo y al mismo tiempo que no haya contaminación”.
HECHOS, NO PALABRAS
El presidente de la República sentenció que a diferencia de los tecnócratas neoliberales, que desde hace 40 años no hacían una refinería, “porque ellos decidieron vender petróleo crudo y comprar las gasolinas, algo así como vender naranja y comprar jugos de naranja”, ahora es distinto, porque la apuesta se centra en procesar toda nuestra materia prima.
Desde su tierra, desde su agua, y cobijado por el cariño de sus paisanos, López Obrador previó que hacia el año próximo, México podrá estar en condiciones de dejar de comprar la gasolina en el extranjero, porque “vamos a ser autosuficientes”.
“Esto será posible, porque desde el Estado mexicano estamos apostando a la inversión pública para detonar el desarrollo, no como los gobiernos anteriores que buscaron dejar en manos del sector privado la tarea de impulsar el desarrollo”, enfatizó.
Al hablar sobre las conquistas de los trabajadores, honró el movimiento de los mártires de Chicago, y dijo que hoy, a 136 años de distancia de ese hecho histórico, los trabajadores de México han cobrado mayor relevancia, porque de la mano de ellos se está impulsando el rescate de las industrias petrolera y eléctrica de nuestra nación.
López Obrador expuso que pese a “la larga noche del periodo neoliberal” y aun contra los avances tecnológicos, que en estos tiempos son vitales para potenciar los procesos de automatización, “si no hay trabajadores, no hay desarrollo; si no hay trabajadores, no hay obras; si no hay trabajadores, no hay progreso con bienestar en las naciones”.
El mandatario nacional reafirmó por ello el compromiso de su gobierno de seguir trabajando y procurando que haya justicia para la clase obrera, “que aumenten los salarios, que haya prestaciones y seguridad social”.
Puntualizó que en este tema, el actual Gobierno de México está cumpliendo con hechos, no con palabras, lo que a su vez ha posibilitado que “desde que llegamos el salario mínimo ha aumentado 70%, como nunca había sucedido”, y garantizó que en lo que resta del sexenio, se mantendrá la misma tendencia. Es decir, remarcó, “seguirán subiendo todos los salarios por encima siempre de la inflación”.