El Voluntariado del Tribunal Superior de Justicia entregó un tercer cargamento de tapas de plástico a la Asociación de Padres de Pacientes con Enfermedades Hematológicas, Oncológicas y Pediátricas (Appehop) recolectadas gracias a la participación de la ciudadanía, trabajadores del Poder Judicial y alumnos del centro educativo CICPE, que en días pasados se sumaron la campaña permanente de recolección que desde 2019 se efectúa en auxilio de niños que padecen cáncer.
En sencillas ceremonias, la titular del Voluntariado, Mercedes Segura de Priego, reiteró su respaldo a la doctora Silvia Beatriz Cano González, directora el proyecto, así como agradeció a los miembros de la institución educativa que dirige Angélica María Pardo Rodríguez, su contribución para proseguir este programa en beneficio de infantes que reciben sus tratamientos sin demora.
La asociación de padres de pacientes apoya a alrededor de 300 menores de Tabasco con insumos y medicinas como agujas de puerto, quimioterapias e inhaladores pulmonares, entre otros.
Cano González puso sobre relieve la aportación del Voluntariado y de todos quienes diariamente se suman a esta causa lo que ha permitido que este año el apoyo se haya extendido a mujeres y algunos varones con esta enfermedad. “El cáncer es una enfermedad muy cara y la idea es que los menores y sus familias no padezcan para conseguir sus tratamientos”, apuntó.
Aún tenemos solidaridad
La señora Segura de Priego informó que en marzo pasado alumnos del centro educativo CICPE –cuya titular fundó el Colegio Internacional de Ciencias Periciales– entregaron al grupo de damas voluntarias del Tribunal Superior de Justicia 264 mil tapas de plástico que recolectaron durante el evento del Rey y reina de la primavera.
Se dijo emocionada de ver la cantidad de tapas que los niños recolectaron con sus padres y maestros, lo que representa un gran estímulo para seguir trabajando en favor de las causas nobles. “Tengan la confianza de que su ayuda será entregada a los pequeños que necesitan de este apoyo para la atención de sus padecimientos”, sostuvo.
Explicó que las tapas representan quimioterapias, salud, vida y la oportunidad para que más pequeños reciban a tiempo sus tratamientos.
A nombre del Voluntariado del Tribunal Superior de Justicia resaltó la generosidad de todos quienes conforman el Colegio Internacional de Ciencias Periciales porque gracias al trabajo, participación, altruismo y gran corazón de todos se podrá seguir auxiliando a los niños que están luchando contra el cáncer.
Mencionó que el Voluntariado también está recolectando cartón, botellas de plástico, latas y otros materiales con lo que se contribuirá con otras causas, y los invitó a sumarse a esta iniciativa ya que al reciclar ayudamos también al medio ambiente para que todo esto, que es considerado como basura, no llegue a la naturaleza. “Me dice la directora Pardo Rodríguez que van a continuar, este programa es permanente y seguiremos visitándolos para recibir su donación”, comentó Mercedes Segura.
Angélica María Pardo Rodríguez aseveró que los cargamentos de tapas son resultado del esfuerzo de los niños, además de ser un ejemplo que debería ser replicado por los menores de todas las escuelas de México.
Ante Teresa Solís Salas, jefa del sector 13, y las supervisoras de las zonas 6 y 8, Rosa María Isela Pérez Castillo y Edila Mosqueda Escalante, respectivamente, Pardo Rodríguez señaló que vivimos tiempos de violencia, pero es bonito saber que todavía tenemos algo bello en nuestro entorno y nuestra humanidad que es la solidaridad.
“Gracias a todos los padres, maestros y los que se sumaron a este esfuerzo, vamos a tratar de seguir con esto. Es un gran honor y un placer”, exclamó en compañía de Priscila Pérez Trujillo, presidente de la Fundación Conóceme, y Héctor Martínez Moreno, rector del Colegio Internacional de Ciencias Periciales.
Recordó que cuando iniciaron la recolección los alumnos fueron informados que por cada mil tapitas se podía apoyar para que los pequeños reciban a tiempo sus tratamientos contra el cáncer los más emocionados de ayudar fueron los niños quienes con sus papás hicieron posible que se lograra rebasar la meta y ahora serán más menores beneficiados.