El presidente de EU, Joe Biden, se comprometió este sábado a fortalecer la capacidad de disuasión de Washington y Seúl en la península coreana y consideró que una cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, podría ser posible si éste se muestra «sincero» con respecto a retomar el diálogo sobre desarme.
En la rueda de prensa tras la cumbre celebrada este sábado en la nueva oficina presidencial de Seúl, Biden y su homólogo surcoreano, el nuevo presidente Yoon Suk-yeol, aseguraron que se han comprometido a seguir fortaleciendo la «postura disuasoria» en la península ante los repetidos avances armamentísticos que viene cosechando Corea del Norte.
Biden afirmó que trató con Yoon diversos asuntos de seguridad regional «incluyendo el hacer frente a la amenazas que plantea la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte) mediante un fortalecimiento aún mayor de nuestras postura disuasoria y trabajando para la completa desnuclearización de la península de Corea».
La declaración conjunta que se emitió al término del encuentro asegura que ambos «reafirman el compromiso de EU de desplegar activos militares estratégicos estadunidense de manera oportuna y coordinada según sea necesario».
El texto también habla de «mejorar dichas medidas e identificar pasos nuevos o adicionales para reforzar la disuasión frente a las actividades desestabilizadoras” de Corea del Norte.
Pese al compromiso de Biden y Yoon de fortalecer capacidades de respuesta combinada y agrandar las maniobras militares conjuntas (que Piongyang detesta), lo reflejado finalmente en el texto apunta a que Washington sigue insistiendo más en una estrategia regional flexible de «quita y pon», en cuanto al despliegue de elementos se refiere, para no soliviantar excesivamente a Pionyang.
¿UNA CUMBRE CON KIM?
Al ser preguntado sobre si estaría dispuesto a celebrar una cumbre con Kim Jong-un (tal y como hizo dos veces su predecesor, Donald Trump) y bajo qué condiciones, Biden afirmó que una eventual reunión con el líder norcoreano, dependería de si este es «sincero» y «serio» de cara a la reapertura del diálogo sobre desnuclearización, estancado desde 2019.
La realidad no apunta en esa dirección; Piongyang no ha mostrado en los últimos dos años ningún interés en retomar las conversaciones sobre desarme pese a las repetidas ofertas de EU para volver a sentarse a la mesa sin condiciones previas.
Es más, tras aprobar el año pasado un plan de modernización armamentística, el régimen ha realizado un número récord de lanzamientos de misiles este año y, tal y como aseguran Seúl y Washington, está preparado para realizar su primer test nuclear desde 2017.
OFRECIMIENTO DE VACUNAS
Biden confirmó que Washington «ha ofrecido vacunas» a Corea del Norte ante la ola de contagios de covid de la que el régimen comenzó a informar la semana pasada, pero ni siquiera esa oferta, o una similar planteada hace unos días también por Yoon, han servido para obtener respuesta alguna por parte de Pionyang.
«No sólo a Corea del Norte, también ofrecimos vacunas a China, y estábamos dispuestos a actuar inmediatamente», aseguró también Biden en referencia a la lucha de Pekín contra los actuales brotes de ómicron en su territorio.
China está también en el punto de mira de la gira del inquilino de la Casa Blanca por Asia. Biden viaja el domingo a Tokio, donde se reunirá con el primer ministro, Fumio Kishida, y habrá una cumbre del Quad el martes.