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Al continuar con su programa de capacitaciones, el Instituto Estatal de las Mujeres (IEM) presentó este miércoles el círculo de reflexión “Cómo enseñar a niñas, niños y adolescentes a tomar decisiones”, a cargo del jefe del Departamento de Brigadas del organismo, Manuel de Jesús Lastra Ramos.
En su charla, el funcionario público explicó que todos nacimos para crecer, madurar y trascender, por lo que desde que son pequeños las niñas y los niños deben ser educados para que en temprana edad aprendan a tomar sus propias decisiones, pues eso les marcará el destino que deberán tomar cuando sean mayores.
“Principalmente los adolescentes tienen mucho temor de equivocarse al hacer algo, sobre todo por temor o por no haber tomado la mejor decisión. Pero entre más jóvenes, es mejor equivocarse, porque eso permite educarnos para no volver a repetirlo y aprender de nuestros propios errores”, puntualizó.
Dijo que cuando un adolescente se equivoca también debe aprender a enfrentar las consecuencias negativas, pero también aprender la lección de ese error, porque nadie es perfecto y todos nos equivocamos en algún momento de nuestra vida, y eso también es aprender de la vida.
Lastra Ramos destacó que el rol de los adultos y madres y padres de familia es brindar todo el respaldo a sus hijos cuando se equivocan, pero deben entender que es normal que se equivoquen y su función es la de estar a su lado, vislumbrar la equivocación y juntos buscar las formas para que no se repitan los mismos errores.
“Todos debemos aprender a perder el miedo y el temor a equivocarnos, porque hay miedos que paralizan, pero también hay otros que ofrecen movernos para que no los repitamos. Tenemos que aprender de los fracasos y superar los momentos difíciles”, señaló ante Beatriz Gallegos Pérez, directora de Fortalecimiento Municipal de IEM.
Resaltó que cuando los adolescentes aprenden a superar sus miedos, los ayuda a impulsar su proyecto de vida, a superar obstáculos y dificultades, y enfrentar su futuro con mayor madurez. Si postergamos la toma de decisiones, subrayó, nos estamos poniendo el pie a nosotros mismos y no avanzamos, sino que nos estancamos.
El colaborador del IEM mencionó que lo contrario al miedo es la esperanza, que permite adquirir acciones y libertad de movimiento, y provee de mucha confianza a nuestros hijos adolescentes.
Esa esperanza, apuntó, deben tomarla como hábito para que tomen decisiones, y que también les brindará independencia.
Consideró que además es fundamental empoderar a nuestros hijos desde que son niños y que tomen sus propias decisiones de acuerdo a su edad, y se sientan amados y motivados.
“Como padres debemos empoderar a nuestros niños para que conforme vayan creciendo, adquieran seguridad en sí mismos y tengan un porvenir satisfactorio”, enfatizó.
En su plática, que se transmitió vía virtual por Facebook Live y Zoom, opinó que también las madres y padres de familia deben ayudar a sus hijos para enfrentar las críticas, el bullying, las descalificaciones o los apodos, pues deben aprender a sobrellevarlos y superarlos, pues en su mayoría son propias en la etapa de la adolescencia.
Aseveró que los niños y adolescentes que se desarrollan sin el cuidado o la compañía de sus padres, crecen inseguros y temerosos, y en muchas ocasiones caen en malas influencias, que los orillan a cometer actos indebidos o ilícitos.
El jefe del Departamento de Brigadas del Instituto Estatal de las Mujeres indicó que las decisiones se deben tomar con mucha determinación, porque lleva implícitas acciones y movimientos.
“Deben ser perseverantes y constantes, y como padres debemos celebrar el éxito de nuestros hijos adolescentes”, estableció.
Expresó que cada decisión de los adolescentes es una experiencia de vida, y lo más fácil que se puede hacer es no decidir en nada. «Si no se toman decisiones, el miedo se va a quedar y se convertirá en un patrón de vida, con lo que se corre el riesgo de tener un futuro incierto y difícil», concluyó el especialista.
