Al menos 21 personas murieron, 19 de ellas niños y dos adultos, en el tiroteo ocurrido el martes en la escuela primaria Robb de la ciudad de Uvalde, en el estado de Texas, en el sur de Estados Unidos.
Así lo confirmó el sargento del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Erick Estrada, a la cadena estadounidense CNN, quien también precisó que el sospechoso, identificado como Salvador Ramos, vecino de Uvalde, disparó a su abuela antes de entrar en la escuela con un rifle en mano. La mujer fue trasladada en avión a un hospital en San Antonio y se encuentra en estado crítico.
“El sospechoso se estrelló cerca de una zanja cerca de la escuela. Ahí es donde salió de su vehículo con lo que creo que era un rifle y fue entonces cuando intentó ingresar a la escuela donde tuvo contacto (fue abatido) con la Policía”, indicó.
Estrada también detalló que el joven de 18 años portaba chaleco antibalas, el rifle y una mochila.
La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Marsha Espinosa, publicó en su perfil oficial de Twitter que los agentes del orden, tanto fronterizos como de la Policía estadounidense recibieron disparos del tirador, que se había atrincherado.
“Arriesgando sus propias vidas, estos agentes de la Patrulla Fronteriza y otros oficiales se interpusieron entre el tirador y los niños en la escena para desviar la atención del tirador de las posibles víctimas”, indicó Espinosa.
Múltiples sobrevivientes son atendidos en hospitales regionales, por lo que el balance de muertos podría subir en la que es ya la mayor masacre desde 2012, cuando el joven Adam Lanza, de 20 años, entró en la escuela de Sandy Hook, en Conneticut, donde murieron 20 niños y seis adultos.