No habrá tolerancia a la venta de alimentos con plásticos y unicel

La Secretaría de Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático advirtió que una vez que entre en vigor, el 6 de junio, la norma que prohíbe la distribución del plástico y unicel, como venta de alimentos en este tipo de productos, serán reanudadas inspecciones a establecimientos comerciales, restaurantes, hoteles y de expendio de alimentos, para vigilar su cumplimiento, y en caso de no hacerlo, se les iniciará un procedimiento administrativo que pudiera derivar en multa.

En entrevista, el subsecretario de Sustentabilidad y Cambio Climático, Gary Arjona Rodríguez, expuso que la norma, NAETAB-001-SBSCC-2020, decretada el 6 de abril, es resultado de un proceso de reformas a las leyes y normas ambientales que requirió dos años, con el fin de que la restricción del plástico y unicel al consumidor, sino también a los distribuidores y establecimientos que expenden alimentos con envases fabricados de estos productos.

De esa forma, según refirió, esta nueva norma definió los requisitos y especificaciones técnicas para producción y consumo en cuestión de bolsas de plástico o de un solo uso, biodegradables, compostables, reutilizables, como de la prohibición de contenedores de poliestireno, mejor conocido como unicel.

Recordó que la norma estableció un plazo de tres meses como periodo para entrar en vigor, por lo que en ese tiempo la Secretaría de Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático aprovechó para concientizar a los organismos y demás gremios empresariales que aglutinan a los comerciantes y restauranteros sobre el daño al medio que ocasiona el uso y el desecho de plástico y unicel.

“(La norma) entrará en vigor el 6 de junio la norma definitiva y esa norma definitiva, además, con esta gradualidad, es más ambiciosa desde el punto de vista de que ya no solamente ataca al consumidor final o regula el consumidor final, como ocurrió en 2020, sino que ahora va en toda la cadena de producción, desde la producción, comercialización y el consumo final”, sostuvo.

Expuso que con la restricción al plástico, se vigilará que los establecimientos comerciales, las bolsas que den al consumidor sean recicladas o de material biodegradable, como las fabricadas de tela, y en el caso de los que venden alimentos y bebidas para llevar en envases, usen también de material ecológico.

En cuanto a las bolsas que sean de material 100 por ciento reciclado o reciclable, de material 100 por ciento biodegradable o de material 100 por ciento compostaje. Y en el tema de los contenedores para alimentos y bebidas, ya no van a poder ser de unicel.

Arjona Rodríguez recalcó que el unicel es uno de los productos que dilatan cientos de años en degradarse y es muy contaminante en suelos y cuerpos de agua, por lo que la dependencia a su cargo buscó que con esta nueva norma, se busca garantizar un nuevo mercado de envases sustitutos, con una certificación previa que garantice de que en realidad sean de productos ecológicos.

“El unicel está prohibido por completo y ahí lo que tienen que buscar son alternativas, igual que sean computables o biodegradables. En el mercado hay un sinnúmero de posibilidades que tienen que ver con artículos de fécula de maíz, de semilla, de aguacate. En fin, hay alternativas”, comentó Gary Arjona.

Por ello, recalcó de que no habrá tolerancia a estas nuevas disposiciones, porque trata de una nueva cultura en la que se previó de que para que el consumidor puede dejar de consumir estos productos contaminantes, los establecimientos de hotelería y alimentos tendrán que contribuir ofreciendo la posibilidad de empaque o envasado en los de tipo ecológico.

Gary Arjona explicó que con la nueva norma ambiental, los fabricantes que distribuyan los envases, platos y popotes de un solo uso, deberán exhibir en sus empaques de venta una ficha técnica, previamente certificación de la Secretaría de Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático, información sobre los materiales reciclables o ecológicos con los que fueron fabricados sus productos.

Otra nueva modalidad a la que obliga la nueva norma, es que con el afán de concientizar al consumidor, los restaurantes y expendios de comida deberán de tener a la vista un letrero, con un tamaño mínimo de 50×50 centímetros, con información sobre el daño ambiental que ocasionan al medio ambiente los plásticos y el unicel.

“Todos los establecimientos tienen la obligación de tener a la vista un letrero que tiene el objetivo de generar conciencia ¿Conciencia sobre qué? Sobre el daño ambiental que generan este tipo de productos. Me refiero a los que se están regulando, prohibiendo, las bolsas de plástico de un solo uso, el unicel en alimentos y bebidas, y las dimensiones van a ser en proporción del tamaño del comercio”, señaló el subsecretario del Medio Ambiente.

Arjona Rodríguez reconoció que las únicas excepciones a esta disposición ambiental, en el caso de los plásticos, serán los alimentos empacados al alto vacío y que son de origen foráneo, y los medicamentos en términos similares.

Y en el caso del unicel, la excepción, porque no se trata de alimentos, son los materiales para la construcción.

En suma, de lo que se trata con esta nueva norma ambiental, dijo, es la población tabasqueña transite a un economía circular, privilegiando un consumo de reciclaje.

“Promover la economía circular, abandonar la economía lineal de compro, uso, desecho; compro, uso, desecho, y entrar en un círculo virtuoso de economía circular que es reduzco mi consumo solamente a lo indispensable, rehúso lo que tengo; reciclo de lo que tengo, lo que se puede, y también recupero, incluso los hábitos que tenían nuestros antepasados, que eran muchísimo más amigables con el ambiente. Esas son las R ´s de la economía circular”, explicó.

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