El Gobierno de Rusia aclaró que “no se discute” la posible salida del país de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pese a que el presidente, Vladimir Putin, ordenó revisar la participación rusa a raíz de las sanciones por la invasión de Ucrania.
Rusia forma parte de la OMC desde hace una década, pero la creciente presión internacional llevó a Putin a encargar en mayo una revisión de la vinculación con dicha agencia. Quería saber exactamente qué medidas habían adoptado cada uno de los Estados miembro de la organización.
Sin embargo, por ahora, Moscú no contempla romper con la OMC, un marco que históricamente le ha dado acceso a ventajas comerciales en el mercado global.
“No se discute”, apuntó el viceministro de Exteriores Alexander Pankin, en declaraciones a la agencia rusa de noticias Interfax.
En este sentido, descartó “dar un portazo” a una organización a la que Rusia se unió de forma consciente y teniendo en cuenta los beneficios que conllevaba.
El ministro sugirió que al día de hoy es “imposible” que el país salga “de manera legal” de la OMC.