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Las autoridades de México investigan las circunstancias en torno a la muerte de la esposa del cónsul de Guatemala en Denver, Colorado, quien acudió a un hospital de Tijuana a realizarse una cirugía estética.
El fallecimiento de María José Chacón, esposa del cónsul Henry Giovanni Ortiz Asturias, fue confirmado en una esquela publicada en la página de Twitter del Consulado de Guatemala en Denver.
“Presentamos nuestras más sinceras y profundas condolencias a su familia, rogándole al creador dé consuelo y fortaleza en sus corazones”, dice el mensaje emitido por la cancillería de ese país.
La Fiscalía general de Baja California informó este miércoles que había ejecutado una orden de registro en el hospital privado Jerusalem, ubicado en la calle principal del municipio de Playas de Tijuana, al cual acudió Chacón esta semana para que le hicieran la cirugía.
Chacón perdió la vida en las instalaciones de la Cruz Roja de esa ciudad, a donde la trasladaron luego de que se complicara su estado de salud.
“Como parte de investigación el día de hoy (miércoles) se realizó un cateo en las instalaciones del hospital Jerusalem, lo anterior con el objetivo de integrar a la investigación el historial médico de la hoy fallecida y con ello determinar en conjunto con la necropsia de ley la posible causa de muerte”, indicó la Fiscalía en un comunicado.
El hospital Jerusalem funcionaba sin licencia desde hace dos meses “por no tener en regla los requerimientos” de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS). Sus operadores retiraron los sellos de clausura para seguir recibiendo pacientes, uno de ellos Chacón.
“La Fiscalía general del estado lamenta el sensible fallecimiento de la señora María José Chacón y con sustento en la investigación que se integra, así como en los resultados que arroje la necropsia, determinara las acciones a seguir para el esclarecimiento de este caso”, señaló la agencia.
No fue posible contactar a los administradores de dicho centro médico. En su página de Facebook se asegura que allí se practican todo tipo de cirugías estéticas, así como medicina general. Su portal de internet, por su parte, afirma que se habían convertido en “líderes en cirugía bariátrica”, que se realiza para reducir peso, al haber realizado “más de 20,000 cirugías en más de 20 años”.
El hospital está localizado a unos minutos en auto al cruzar la frontera entre Estados Unidos y México. Se encuentra literalmente a unos pasos de la reja que separa ambos países.
Morir por perder peso
El caso de Chacón ha vuelto a encender las alertas sobre la atención médica de menor costo que se brinda en Baja California y cuya oferta de salud es tan grande que no solo recibe pacientes de California, Arizona y Texas, sino de otros países.
Cada año miles de estadounidenses acuden a clínicas de Tijuana mayormente por luposucciones, aumentos de senos y rejuvenecimiento facial más baratos.
Pero en años recientes varias mujeres han perdido la vida en clínicas que no tenían licencia o con médicos no certificados.
Keuana Weaver, una madre de Long Beach, murió en la mesa de operaciones en enero de 2021, mientras que su acompañante sufrió severos daños que le causaron una hemorragia a su regreso a EEUU.
Dos meses después falleció la joven Dulce Herrera, de 24 años y residente de Arizona, tras tener complicaciones de una cirugía plástica que le practicaron en esa ciudad fronteriza.
En 2017, otra mujer hispana perdió la vida tratando de tener una mejor apariencia. Irma Sáenz, de Los Ángeles, llegó a una clínica clandestina que en Facebook se hacía llamar ‘Embellécete Grupo de Cirugía Estética’. El médico que la atendió no estaba capacitado.
Sáenz acudió sin decirle a sus familiares que se haría una liposucción y volvió dos meses después a su casa en Downey en un ataúd.
