El Papa Francisco descartó la posibilidad de quedarse a vivir en el Vaticano o volver a Argentina en el caso de una eventual renuncia al pontificado.
En una entrevista con Univisión y Televisa, difundida este 12 de julio, el Papa Francisco dijo que “seguro que no” se quedaría en el Vaticano si algún día llegase a renunciar. Tampoco volvería a Argentina, añadió, pues “soy Obispo de Roma”, y en caso de dejar el pontificado sería “el Obispo Emérito de Roma”.
Consultado sobre si podría residir en la Basílica Pontificia de San Juan de Letrán, la Catedral de Roma, el Santo Padre dijo que “puede ser”, pues le gustaría retirarse “a confesar a una iglesia”.
Sin embargo precisó que “por el momento no” tiene contemplado renunciar al pontificado.
El Papa dijo que tomó “con mucha simpatía” los rumores sobre su posible renuncia, especialmente las teorías que se plantearon al respecto en las últimas semanas.
Recordó que hubo periodistas que vincularon su próximo viaje a L’Aquila, donde se encuentra la tumba de San Celestino V, el primer Papa en la historia de la Iglesia Católica que renunció al pontificado, en 1294. Benedicto XVI visitó la tumba y dejó ahí su palio en 2009, cuatro años antes de su renuncia.
El Papa Francisco dijo que fue interesante ver cómo algunos unían los hechos como si se tratara de “meta mensajes”, incluida su convocatoria a un consistorio en agosto, “donde ni el perro está por la calle en Roma”, a causa de las vacaciones de verano.
El análisis sobre su posible renuncia, dijo, “era sensato, es coherente, pero pura casualidad”.
“Realmente en este momento no siento que el Señor me lo pida. Cuando sienta que el Señor me lo pida, sí”, dijo, sobre una eventual renuncia al pontificado.
El Papa Francisco recordó luego que el dolor de la rodilla que experimenta desde hace varios meses “me asustó, en el sentido de ‘pensá un poquito cómo va a ser tu futuro ahora’”.
“Gracias a Dios se está mejorando, ahora puedo caminar, pero el viaje al Congo no lo pude hacer ciertamente, porque no me daba”, dijo a continuación.
“Ahora, 20 días después me ha dado este progreso”, añadió.
Sin embargo, continuó, “nunca se me ocurrió renunciar hasta el día de hoy, y el ejemplo que nos dio el Papa Benedicto es tan grande, que si yo veo que no puedo o que hago daño o soy un estorbo, espero que la fuerza de ese ejemplo me ayude a tomar la decisión”.
Ante la pregunta sobre la regularización de la figura del Papa Emérito en la Iglesia Católica, el Santo Padre aseguró que “la misma historia va a obligar a regularizar más”.
Refiriéndose a Benedicto XVI, el Papa Francisco defendió que “la primera experiencia salió bastante bien porque es un hombre santo y discreto, y lo supo hacer bien. Pero para el futuro conviene explicitar mejor las cosas”.