Diarios de circulación nacional reportaron que el precio de la tortilla en Iguala, en el estado de Guerrero, se redujo por instrucciones de presuntos integrantes del grupo delictivo ‘Cártel de la Sierra’ o ‘Los Tlacos’, de lo contrario “se atenderán a las consecuencias”.
El precio de la tortilla rondó entre los 33 y 29 pesos por kilo en municipios de la región de la Tierra Caliente y de la Costa Grande de Guerrero, respectivamente, hasta que el grupo criminal habría obligado a los propietarios de tortillerías a bajar el precio hasta los 21 pesos por kilo ‘a partir de este 15 de agosto y en apoyo a las familias igualtecas’ y comercializarlo dos pesos más barato para taqueros de la localidad.
A través de redes sociales, se denunció que los presuntos integrantes de dicho grupo delictivo, colocaron en al menos 60 expendios, cartulinas donde “se informa que a partir de este 15 de agosto y en apoyo a las familias igualtecas, el precio del kilogramo de tortillas costará $21.00 pesos, mientras que el de la masa será de $12.00 y para los taqueros el kilo de tortillas valdrá $19.00 pesos”.
Sin embargo, la fluctuación en los precios de la tortilla se debe a la cuota o de “derecho de piso” que los grupos delictivos cobran a los expendios de tortilla para que sigan en operación. Tan solo a finales de junio, alrededor de 50 tortillerías bajaron sus cortinas varios días, según reportaron varios medios locales.
Está documentado que el ‘Cártel de la Sierra’ o los ‘Tlacos’ ha tomado este tipo de medidas antes, ya que en octubre del año pasado también obligaron a los industriales de la masa y la tortilla en Iguala, a bajar sus precios de $26 a 23 el kilogramo de tortilla y de $15 a 12 pesos el de masa.
Carestía e incremento en el precio del pollo
Pero el gremio tortillero no es el único que se ha visto asolado en Guerrero por el ‘Cártel de la Sierra’ sus disputas con grupos rivales y el cobro de derecho de piso a industrias y giros comerciales y mercantiles como las pollerías.
Prácticamente, el crimen organizado desplumó las pollerías en Chilpancingo durante el mes de junio, luego de diversos ataques armados y el asesinato de al menos ocho distribuidores, situación que provocó el cierre de decenas de pollerías, así como la venta de pollo congelado y rezagado, en los establecimientos que se aventuraron a abrir.
Los precios del pollo se dispararon al alcanzar precios de hasta 220 pesos por un pollo entero. Todo se habría desencadenado, según la Fiscalía General del Estado porque en Chilpancingo operan dos organizaciones criminales rivales, ‘Los Ardillos ‘y ‘Los Tlacos‘, quienes disputaban el cobro de plaza y desataron una ola de violencia.
Incluso el lunes, la Fiscalía General de Guerrero reveló que en el caso del reciente asesinato del periodista Fredid Román y el de su hijo Bladimir Román (el pasado 1 de junio), quien se dedicaba a la distribución de pollos en los mercados de la entidad, investiga a relación que puede existir entre ambos crímenes y los hechos de violencia desatados por el crimen.