Por: Dr. Elías Córdova Sastré
Temporada de lluvias
A partir de estos meses sabemos que inicia la temporada de lluvias, la humedad incrementa y los cuadros respiratorios se hacen presentes, muchos pacientes durante los siguientes meses van a presentar datos de congestión nasal, escurrimiento nasal, estornudos, y algunos tos que puede ser ocasional o constante; veremos cuadros más frecuentes de afecciones respiratorias tanto de las llamadas vías altas (nariz, garganta y tráquea), como de las bajas (pulmones), llega la temporada de influenza y la vacuna contra este cuadro, además de otros virus gripales frecuentes. Los recién nacidos son otro tipo de pacientes que pueden ser afectados por esta temporada por la falta de exposición solar y el riesgo de desarrollar una coloración amarillenta de la piel.
Hasta el momento a nivel mundial casi el 40% de la población padece de alergias, y la OMS estima que para el 2050 más de la mitad de la población mundial padecerá algún trastorno alérgico. El Estudio Internacional de Asma y Alergia en la Infancia (ISAAC por sus siglas en inglés), es un proyecto mundial de investigación para conocer la cantidad de pacientes afectados así como los factores de riesgo asociados al asma y las enfermedades alérgicas en la infancia. Un proyecto que surge en Nueva Zelanda y Alemania y al que se fueron sumando más países, actualmente ya participan países de los 5 continentes.
Tabasco particularmente es un estado donde hay mucha humedad y muchos niños que vienen de fuera y no habían padecido cuadros respiratorios, al llegar al estado los desencadenan y otros, quienes por alguna razón salen del estado suelen dejar de padecerlos. La humedad en el estado es un factor importante para la presencia de tales eventos y la temporada de lluvias favorece estos padecimientos.
Estadísticamente sabemos que cuando un familiar (papá o mamá) padece de alergias, sus hij@s van a tener un riesgo de poco menos del 50% de presentar alergias y cuando ambos las padecen este porcentaje sube hasta casi el 80%, esto es algo que los padres deben conocer para tenerlo presente, detectar los cuadros a tiempo y evitar que desarrollen asma. Se conoce con la palabra “atopia” cuando hay manifestaciones en el cuerpo que sugieren la presencia de alergia (médicamente es la tendencia a producir un tipo de inmunoglobulina conocida como IgE), es por ello que hablamos de dermatitis atópica, rinitis atópica, etc. Por otro lado llamamos “marcha atópica” (o marcha alérgica) a la secuencia de alergias que una persona presenta a lo largo de su vida, o dicho en otras palabras, cuáles son los eventos que una persona asmática o alérgica fue presentando desde que nació hasta que fue diagnosticada como tal.
En este desarrollo o marcha atópica existen en la etapa de recién nacido algunos eventos que suelen presentarse como dermatitis, eventos de reflujo, cólicos acompañados de evacuaciones explosivas o presencia de sangre, así como la detección oportuna de la llamada alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV); más adelante estos pacientes pueden presentar cuadros de rinitis, dermatitis, sangre en evacuaciones y posteriormente cuadros de bronquiolitis, sinusitis o rinosinusitis hasta desarrollar lo que se conoce como rinitis alérgica o asma. Estadísticamente se conoce que el 70% de los pacientes con dermatitis atópica progresarán a rinitis alérgica y del 20% al 50% hacia asma. Actualmente se sabe que la exposición pasiva al humo de tabaco después del nacimiento o incluso durante la gestación, es uno de los factores de riesgo más importantes relacionados en el desarrollo de asma en los niños.
Esta temporada de lluvias va acompañada por la presencia de virus llamados estacionales, los cuales provocan cuadros gripales lo que se suma a estos padecimientos respiratorios y generan cuadros persistentes de escurrimiento nasal, estornudos, tos y algunas veces dificultad para respirar. Es importante la valoración oportuna en cada caso en particular, sobre todo si los padres saben que son alérgicos o si ya el menor ha sido catalogado como tal.
En esta temporada es cuando contamos con la vacuna de Influenza la cual cada año se aplica en estos meses y como cada año viene adicionada con las cepas que se consideran serán generadoras de cuadros de influenza para esta temporada; si bien las medidas contra COVID han impactado favorablemente en estos dos últimos años que hemos visto reducir la presencia de influenza; este regreso a clases de forma presencial, la relajación de las medidas en la mayor parte de centros y eventos, la falta en aplicación de la vacuna, entre otras cosas, pueden ser factores que incrementen la presencia de cuadros de influenza por lo que debemos estar alertas.
Es importante vacunarse, por un lado para mantener los títulos de anticuerpos adecuados que permitan defenderse del cuadro y por otro, por que cada año la vacuna cambia pues se le adicionan las cepas que se han visto son las que han circulado con mayor frecuencia en estas temporadas. Al igual que la vacuna contra COVID, esta vacuna puede conferir protección total y protege además contra las formas graves de la enfermedad. Los pacientes con antecedentes de alergias o asma se consideran pacientes de riesgo, por lo que deben ser vacunados y con ello evitar estas formas graves de influenza.
Otro grupo que se ve afectado en estas temporadas de lluvia son los recién nacidos ya que algunos de ellos suelen ponerse “amarillos” (término médico conocido como “ictericia”) en las primeras semanas de vida; recién nacidos que son amamantados suelen ponerse amarillos porque las hormonas que pasan por el seno materno al degradarse o convertirse en el cuerpo del recién nacido se transforman en biliverdina que da lugar a las bilirrubinas, sustancias o pigmentos que provocan esta coloración amarillenta de la piel. Otro grupo a considerar son los hijos de madres que tienen el factor Rh de la sangre negativo y los hijos con grupos sanguíneos diferentes. Pero no todos los recién nacidos son amamantados y no todos los que son amamantados se ponen amarillos o tienen madre Rh negativa, en algunos de ellos no hay causa conocida y se le conoce como ictericia multifactorial. Existen dos tipos de bilirrubinas la indirecta y la directa y la bilirrubina indirecta es la que principalmente está asociada a este tipo de cuadro ya que la directa se relaciona con problemas del hígado.
Existen dos formas de tratar a los pacientes que padecen de ictericia del recién nacido, por un lado la exposición a la luz de sol (conocida como helioterapia) que reduce los niveles de bilirrubina en el cuerpo del recién nacido y es por ello que cuando se dan de alta se les indica a los familiares los llamados “baños de sol”, estos baños de sol sirven además para la formación de vitamina D; por otro lado cuando los niveles de bilirrubina están en niveles de riesgo (existen tablas o guías internacionales para saber cuando se está en riesgo dependiendo del peso, edad gestacional y valores de bilirrubinas) se debe usar otro tipo de tratamiento que es una luz o lámpara especial que se conoce como fototerapia la cual suele usarse en hospitales.
Debido a lo anterior, durante esta temporada de lluvia, al estar nublado y casi no tener presencia de luz solar, los cuadros de ictericia en los recién nacidos se incrementan y suele haber más casos de pacientes que requieren ser hospitalizados porque incrementan sus niveles de bilirrubina de tal forma que se encuentran en riesgo y se requiere aplicar fototerapia en hospitales.
Los familiares deben reconocer oportunamente esta coloración amarillenta de la piel y acudir con sus pediatras para realizar estudios y saber que factor de riesgo representan; en las formas graves (valores muy altos de bilirrubinas) pueden condicionar secuelas como retraso mental, sordera o problemas de lenguaje ya que estas bilirrubinas cuando se encuentran elevadas cruzan algo conocido como “barrera hematoencefálica” y llegan a lesionar algunas estructuras cerebrales que generan estas secuelas.
Si rezas por la lluvia, tienes que lidiar con el barro también (Denzel Washington)
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