Certifican a CEAS calidad de agua de la planta potabilizadora El Mango

Luego haber estado abandonada en su mantenimiento por las administraciones pasadas, la Planta Potabilizadora “El Mango”, localizada en Nacajuca, ahora abastece de agua del río Samaria a unos 500 mil tabasqueños y además, los procesos para el suministro del vital líquido, están certificados en calidad por la norma internacional ISO-9000.

Para lograr ello, la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento destinó alrededor de 80 millones de pesos que fueron canalizados en acciones que van desde la limpieza de los tanques de purificación, ampliación de la red de suministros, adquisición de químicos, capacitación del personal, hasta la instrumentación de todo un protocolo diario en cuanto desecho de lodos.

Armando Padilla Herrera, director general del organismo, asegura que fue un proyecto de mejora que arrancó desde el inicio de la presente administración, cuando se le planteó al entonces gobernador Adán Augusto López y que para afianzarlo a largo plazo, es su sucesor, Carlos Merino, quien instruye concretar la certificación de calidad ISO-9000.

“Se le plantea esto al entonces gobernador Adán Augusto (López) la necesidad de rehabilitarla por las condiciones en las que estaba la planta de descuido. Y empezamos un proceso de recuperación de la misma, de pavimentación, de meterle filtros, que traíamos de Estados Unidos, de meterle en su rediseño maquinaria que trajimos de Alemania y presentar una planta que atiende a cuatro municipios de primer mundo”, sostiene.

Una vez restaurada en su infraestructura, según refiere, la potabilizadora no sólo duplicó su volumen de abasto, a mil 500 litros por segundo, sino que mejoró principalmente en la calidad del vital líquido.

Padilla Herrera dice que con esta rehabilitación quedó atrás el mal uso que se le daba a la planta, en uno de sus tanques, como vivero.

“Se concluye el proceso de rehabilitación y empezamos a tener obviamente, una mejor calidad en el servicio de agua. Había un vivero de peces de distinta variedad que está evidenciado, obviamente, ante los órganos de auditorías técnicas”, revela.

Armando Padilla refiere que una vez concluido el proceso de rehabilitación, reconstrucción, reingeniería y el rediseño de los filtros, CEAS inició el proceso de certificación.

¿Qué implica un proceso de certificación? Implica un cuidado de calidad en todos los órdenes. Implica una planta para empezar limpia en todos los sentidos. En segundo lugar, laboratorios con laboratorista, profesionales con sus batas, con sus equipos de última generación, implica un proceso cuidado, un proceso donde se desfogue en lodos, como debe de ser, que era la parte que estaba descuidada, donde ya no había más que un proceso de cloración en un espejo de un metro, cuando que ahí, hay seis y siete metros de profundidad», explica en entrevista.

El funcionario aclara que la ventaja que tiene el río Samaria – que es de donde se toma el agua para la planta- es que su nivel de turbiedad registra picos de 600 máximo, cuando en el Grijalva es hasta de 18 mil, por lo que si se le suma el cuidado en el proceso químico y limpieza de lodos en sus tanques de potabilización, puede garantizarse un agua de buena calidad.

“El desfogue de lodo tiene que ser un protocolo que diariamente le tienes que estar sacando lodos en la mañana y en la tarde. Y esa parte que también tiene que ver con los niveles que tienen que existir de insumos, de productos químicos para que la planta no esté supeditada a vaivenes de tipo administrativo aquí, que al interior pueda llevar a un deterioro en su suministro de químicos”, comenta.

Con esta mejora, refiere, la CEAS consiguió que recientemente fuera certificada con el ISO-9001, un reconocimiento que, según Padilla, obliga a evaluaciones continúas para mantenerlo año con año y que valió la pena, porque ahora el organismo sobresale entre el ranking de los 10 mejores organismos operadores de agua.

“Tabasco, vale la pena destacarlo, forma parte de uno de los siete estados del país que tiene una planta certificada. De más de 140 organismos que hay en todo México, CEAS es uno de los 12 organismos que tiene certificación, y Tabasco, uno de los siete estados”, presume.

Vale la pena, recalca, porque después de la planta potabilizadora de Villahermosa es la que más población atiende en la entidad, sobre todo cuando de ella depende la población conurbada de Centro-Nacajuca, a la que se le ha extendido la red de suministro de agua, como Pomoca y otras aledañas a Tierra Colorada.

“Esta planta prácticamente le da servicio a hoy ya a más de 500 mil tabasqueños, que lo que tiene que ver con los municipios que atiende son Nacajuca, Jalpa, Comalcalco y Paraíso. Y una parte de Cunduacán y algunos núcleos de Villahermosa que están pegados aquí por Tierra Colorada, de tal modo que es la segunda planta más grande de Tabasco”, concluye.

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