A 115 años de haberse establecido los primeros 100 pobladores, la populosa colonia se ha convertido en un asentamiento humano que siempre ha rebasado los servicios públicos y no hay presupuesto que alcance para su atención integral
Villahermosa
Pocos se han interesado en documentar la historia y procedencia del plátano roatán o Tabasco, un fruto de tamaño mediano, de cáscara delgada de color verde cuando se cosecha y amarillo cuando madura, el cual alcanzó fama en el mundo allá por el año 1907.
Pero prácticamente toda la banana Tabasco que se llegó a consumir en buena parte del mundo descendía directamente de la finca Las Palmitas, ubicada en el antiguo ejido Las Cruces-Chiflón, conocido hoy como la populosa colonia Gaviotas, Centro, con poco más de 20 mil habitantes.
Esta es la historia del papel que jugó la comuna Las Gaviotas, considerada por los nativos y los historiadores, como la verdadera cuna del banano roatán que tanta fama le dio a Tabasco en el mundo.
Las bananas roatán se cultivaban en Gaviotas desde el año 1901, según relata a Novedades de Tabasco el historiador Ricardo de la Peña Marshall.
También, ancianos, como el señor Conrado López, hijo del fundador del mimo nombre, aún recuerdan los momentos cuando bajo el imponente platanero de Gaviotas se registraba un importante flujo de rancheros que trabajaban en la finca Las Palmitas, sacando el producto hasta orillas del río Grijalva, donde luego era transportado hasta Veracruz, incluso hacia el puerto de Frontera.
“En los tiempos cuando los buques de la marina mercante venían del viejo continente y atracaban en el muelle de la ciudad de Villahermosa llevaban consigo las gaviotas. Al anochecer, estas se refugiaban en los árboles de la ribera derecha del río Grijalva. “En las mañanas, algunas permanecían en ese sitio, lo que motivó que el lugar tomara el nombre de Las Gaviotas”, expresó Conrado López.
Externó que cerca del río Grijalva se encontraban las instalaciones de los talleres de reparaciones de barcos, lanchas y chalanes, conocido como El Astillero de la COOTIP (Cooperativa de Transporte de la Industria Platanera), la Unión Ganadera, y Petróleos Mexicanos.
Asimismo, el historiador Ricardo de la Peña Marshall manifestó que cerca de donde se encuentra hoy el puente Grijalva I, se encontraban dos ranchos: el del conocido ganadero don Amador Izundegui Cahero, quien mandó a construir una manga para el manejo del ganado; y el de la familia de don Manuel Gutiérrez, donde había árboles de manga, un fruto más sabroso que el mango.
El plátano Tabasco que se sembrara por primera vez en 1901 en la finca Las Palmitas, donde hoy es la colonia Gaviotas en Villahermosa, se empezó a exportar hasta principios de 1907.
En el año de 1963, don Florentino Hernández Bautista y don Valentín Camacho, comenzaron a poner en venta todas sus parcelas y de esta forma, Las Gaviotas comenzó a tomar un poco de vida.
La colonia Gaviotas, además de tener mucha historia entre sus calles, también tiene historia fluvial, pues fue a través de esta cuenca como la cooperativa de transportes fluviales inició sus navegaciones desde los años 40, utilizando los llamados chalanes para jalar mercancía, además de transportar personas que iban hacia las calles del Centro Histórico.
Entre las actividades que se realizaron en el río, fue la exposición de frutos que el entonces gobernador de Tabasco, don Tomás Garrido, promovía todos los años, además de los 780 racimos de plátano que se llevaban diariamente dentro de las embarcaciones, para después ser enviados a los Estados Unidos, principal comprador de la época.
HAN PASADO LOS AÑOS…
Es así que a 115 años de establecerse los primeros 100 pobladores de esa zona del otro lado del río Grijalva, la populosa colonia se ha convertido en un asentamiento humano que siempre ha rebasado los servicios públicos y no hay presupuesto del municipio que alcance para su atención integral.
Don Conrado López, hijo del fundador de la entonces concentración rural que abarcaba desde la orilla del río Grijalva hasta el panteón del sector Cedral, casi en los límites con la ranchería Torno Largo, recuerda cómo se fue dando el asentamiento de poblaciones que provenían de varias partes del estado e incluso de otros estados del país.
Poco a poco, década tras década las Gaviotas ha ido sufriendo cambios en su infraestructura pública, de un trazo de poco más de una docena de calles, se han ido multiplicando al grado de tener un crecimiento exponencial en su población pues de 100 habitantes, hoy están asentados en esa demarcación más de 20 mil.
Por su característica de suelo bajo, la colonia Las Gaviotas ha sufrido los embates continuos de la naturaleza, como inundaciones por las lluvias y por el desbordamiento del río Grijalva, lo que ha llevado a las autoridades municipales, estatales y federales, incluirlas en el Plan Hídrico con la construcción de los bordos y protecciones marginales para evitar que las viviendas sean arrasadas por los torrentes.
Quedan pocos platanares
En el camino que conduce de Gaviotas Sur a Torno Largo, aún se observan pequeños sembradíos de plátano, que son vestigios del emporio bananero que llegó a ser esta comunidad.
Las plantaciones propiedad de particulares, son solo para autoconsumo, porque el verdadero polo platanero se encuentra actualmente asentado en la zona de La Sierra y en Cucuyulapa.
CRECIMIENTO POBLACIONAL
- 100 habitantes en 1901
- 1,000 hectáreas de plátano roatán cultivadas en ese año
- 20,000 habitantes ahora
PROBLEMAS ACTUALES
- Inseguridad
- Basura
- Construcciones en zonas bajas
“Mi padre contaba que los barcos venían de Europa y traían consigo gaviotas, que al anochecer se posaban en los árboles de la ribera del Grijalva, es por eso que con el tiempo este lugar empezó a ser conocido como Las Gaviotas”
Conrado López
Habitante fundador
Se cultivaba banano para venta regional y exportación
Pie de foto (FOTO VIEJA 2)
Cortesía
Se instalaron ahí los primeros astilleros y talleres de barcos
Hoy es una demarcación con una notable sobrepoblación
Algunos todavía cultivan plátano, pero solo para autoconsumo