Para sensibilizar a los ciudadanos sobre el tema del suicidio y generar acciones colectivas de prevención en el que participe la sociedad en general, el Instituto Estatal de las Mujeres (IEM), celebró el círculo de reflexión: “Prevención del Suicidio: Abraza la Vida”, impartida por el Maestro en Educación Uriel Collado Badal.
En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), que se celebra anualmente el 10 de septiembre, Collado Badal llamó a crear conciencia sobre la prevención del suicidio, con la participación activa de familiares, amigos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad, educadores, líderes religiosos, profesionales de la salud, funcionarios y gobiernos.
Recordó que los suicidios y los intentos de suicidio tienen un efecto dominó que afecta no solo a las personas, sino también a las familias, las comunidades y las sociedades.
Durante el conversatorio, el maestro en Educación indicó que el suicidio es un problema de salud pública multifactorial asociados a factores biológicos, psicológicos, genéticos, sociológicos y ambientales.
Collado Badal destalló factores como la pérdida laboral o financiera, el trauma o el abuso, los trastornos mentales, la depresión, el abuso del alcohol y el abuso excesivo de sustancias o drogas; que lamentablemente han aumentado con la pandemia del COVID-19, lo que obliga a tratar el tema en conjunto como sociedad.
Consideró que centrarse en la prevención del suicidio es importante para crear vínculos sociales, promover la toma de conciencia y ofrecer esperanza, principalmente en los jóvenes, quienes mantienen una tasa alta de suicidio de 18 a 29 años.
En este punto, el especialista resaltó de manera particular la participación, atención e interés de los familiares por la salud mental y emocional de sus seres queridos, para generar bienestar y poder salvar la vida ante un intento de suicidio.
Compartió que los indicadores más comunes del suicidio son: los cambios de comportamiento, poca comunicación, tristeza profunda, desprendimiento de objetos queridos, pérdida de interés por interactuar con amigos y familiares, despedidas indirectas, sentimientos de desesperación y extremo interés por la muerte.
Ante cualquier comportamiento relacionado con estos indicadores, recomendó solicitar ayuda profesional inmediata, si es menor de edad pedir apoyo al centro educativo y sus profesionales, acudir a redes de apoyo o redes de asistencia, y dar seguimiento con quienes han intentado suicidarse.
Agregó que algunos factores de protección son las relaciones personales sólidas, las creencias religiosas o espirituales y las estrategias de afrontamiento y prácticas de bienestar positivas, así como el diálogo permanente con todos los miembros de la familia.
Resaltó que este tipo de conversatorio guiado por profesionales, quienes comparten conocimientos importantes para el desarrollo de una sociedad igualitaria y próspera, ayuda a la población en general y grupos en riesgo como los jóvenes, a tener una mejor perspectiva sobre la vida, compartir sus historias y buscar ayuda profesional en caso de presentar cuadros relacionados con este problema social.
Se puso a disposición de la ciudadanía la Línea de la Vida 01 800 911 2000 o en caso de requerir apoyo directo se recomienda acudir al área de Salud Psicosocial de la Secretaría de Salud o al Instituto Estatal de las Mujeres.