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DÍA NACIONAL DE LA LUCHA LIBRE
Óscar Fernández retrata el folclor mexicano en su máxima expresión…y va más allá del cuadrilátero
Villahermosa
Cada persona puede ser un héroe por elección. Desaprender lo aprendido en la infancia y en la sociedad si eso lo condena a ser alguien que no quiere. De eso habla El color de la lucha, de Óscar Fernández, de la reivindicación del personaje, ¿por qué voy a ser ese que la gente dice, o mi genética, o mis circunstancias, si no es quien realmente deseo ser?
Y va más allá: No necesitamos quien nos salve, podemos salvarnos nosotros mismos. Tal es el caso del personaje que inspiró esta historia que hoy 21 de septiembre, en el marco del Día Nacional de la Lucha Libre, presenta el autor en el Centro Cultural Villahermosa.
“Si estás buscando la superación personal, en El color de la lucha no te digo qué tienes que hacer para mirarte al espejo y decir: hoy me veo bien, yo te digo lo contrario, si no te gusta quién eres, no lo seas más, desaprende lo que aprendiste, olvida tus circunstancias, cambia de máscara, no esperes un superhéroe o una princesa o príncipe azul que te salve. Tú eres quien se va a salvar a sí mismo”, relata a Novedades de Tabasco, el autor nacido en Vigo, España.
Ingeniero Civil de profesión, Óscar Fernández no divide su tiempo entre la escritura y los planos, sino que los convive. Sus estancias en distintos estados y países, en algunos casos por cuestiones de trabajo, han sido fuente de más de uno de sus doce títulos publicados.
En ellos, abarca distintos géneros como la novela, el reclamo social y, ahora, una visión de la lucha libre como fenómeno sociológico, al plasmar cómo la viven sus protagonistas, de dónde vienen y cómo reacciona la gente ante el entretenimiento y la euforia del llamado pancracio.
También retrata el folclor, la fiesta, el desahogo de un pueblo ante un espectáculo que identifica a México en el mundo.
“El color de la lucha es un libro que surgió cuando un buen amigo, lector de mis libros me pidió que escribiera su historia”, relata Óscar Fernández.
“Él decidió ser su propio superhéroe. Su mamá era yerbera, engañaba a la gente; vivía en una zona donde las chicas terminaban en la prostitución, los chicos terminaban siendo asaltantes, drogadictos y él decidió matar a quien estaba condenado a ser para convertirse en alguien más, pese a las circustancias”, explica.
Gracias a él conoció La Merced en la Ciudad de México, bebió el pulque y se reencontró con la lucha libre, aquella que veía de niño en compañía de su padre. “Finalmente la nostalgia de mi infancia me hizo dar el sí a la propuesta”, admite.
El color de la lucha está a la venta en Amazon, Mercado Libre y en la página Web www.oscarescritor.com.
“No soy extranjero”
Óscar Fernández fue atrapado por la cultura mexicana, pero no olvida sus raíces españolas, esa doble nacionalidad la plasma en sus relatos.
“Soy hijo de migrantes, llegué a México a los tres años y de niño tuve la fortuna de jugar igual al yoyo y a las canicas en México que a los pillados en España”.
Se dedica a la escritura desde 2002, a raíz de un viaje a Haití que marcó su vida y que plasmó en su primer libro llamado Inframundo.
Sonríe al preguntársele si es feliz en México: “No me considero extranjero”, dice con toda seguridad.
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Página Web www.oscarescritor.com
Se presenta hoy a las seis de la tarde en el Centro Cultural Villahermosa
