El presidente ruso Vladimir Putin firmó una ley que endurece las penas por los delitos cometidos en tiempos de movilización militar y que castigará la rendición voluntaria, la negativa a combatir o la deserción con hasta diez años de prisión.
Estas enmiendas del Código Penal, que habían sido votadas en el Parlamento esta semana, fueron publicadas en el portal legal del gobierno, por lo que entraron en vigor.
Prevén penas de hasta 10 años de cárcel para los soldados que deserten, se rindan «sin autorización» al enemigo, se nieguen a combatir o desobedezcan órdenes en periodo de movilización.
Los actos de saqueo también serán castigados con penas de hasta 15 años de prisión.
Estos cambios legislativos se produjeron pocos días después de que Putin anunciara una movilización para reforzar a su ejército que lucha en una operación militar en Ucrania.
La orden de movilización, que atañe a unas 300 mil personas según las autoridades, suscitó preocupación entre numerosos rusos, y hubo quien optó por dejar el país.
Otra ley firmada el sábado facilita el acceso a la ciudadanía rusa para aquellos extranjeros que se alisten en el ejército ruso por lo menos un año, sin tener que justificar cinco años de residencia en el territorio ruso, como suele requerirse.
La medida parece enfocarse en primer lugar a los migrantes procedentes de exrepúblicas soviéticas de Asia central, que, en grandes aglomeraciones como Moscú, suelen dedicarse a trabajos de baja cualificación.
Antes de que Putin firmara esta ley, Kirguistán y Uzbekistán instaron esta semana a sus ciudadanos a no participar en ningún conflicto.