“La violencia de género es un realidad que violenta los derechos de niñas y mujeres en Tabasco. Es por ello, que desde el Instituto Estatal de las Mujeres (IEM) te invitamos a unir esfuerzos en la lucha por la transformación a una sociedad más justa y en la lucha por el respeto a niñas y mujeres”, aseguró Nelly del Carmen Vargas Pérez.
Al poner en marcha el círculo de reflexión correspondiente a este viernes, la directora del IEM destacó que a través de las distintas actividades que despliega el instituto, se brindan las herramientas necesarias para continuar con la encomienda de acabar con todo tipo de violencias contra niñas, adolescentes y mujeres.
Este día, la capacitación respectiva estuvo a cargo de la trabajadora social Itzel Guadalupe Domínguez Santos, quien ofreció el tema “La importancia de la salud en la mujer adulta mayor”, con el que aseguró que las personas mayores de 60 años ocupan una parte importante en las políticas de salud de las autoridades sanitarias.
Explicó que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no simplemente la ausencia de enfermedades, por lo que detalló que la misma organización considera como adulto mayor a todas las personas mayores de 60 años.
La trabajadora social dijo que según los especialistas, el autocuidado comprende todas las acciones y decisiones que toma una persona, dirigidas a mantener y mejorar la salud para prevenir, diagnosticar y tratar su enfermedad, y sus decisiones de utilizar los síntomas de apoyo formales e informales de salud.
“El adulto mayor no debe ser solo un destinatario pasivo de los servicios de salud, sino que debe convertirse en un elemento participativo”, puntualizó la colaboradora de la Subdirección del Consejo de Ancianos del DIF Municipal.
Se informó que hace seis años, en México había 11.7 millones de personas mayores de 60 años (9.7% de la población total).
Asimismo, se constató que las mujeres viven más en nuestro país y en todo el mundo, pues su esperanza de vida sobrepasa algo más de 5 años a la de los hombres.
Sin embargo, ellas no disfrutan necesariamente de un envejecimiento más satisfactorio que sus compañeros, sobre todo si se toman en cuenta los diversos indicadores de bienestar psicosocial, en los que se sitúan en clara desventaja, como rezago educativo, sin acceso a los servicios de salud y seguridad social, y carencia en espacios de vivienda.
La joven trabajadora social recalcó la importancia de ver en forma diferente el envejecimiento, la vejez, las estrategias de trabajo y las intervenciones en torno al grupo de las personas que envejecen, para de esta manera concebir la vejez como una etapa menos pasiva, más dinámica, creativa y saludable.
Consideró que el autocuidado, la ayuda mutua y la autogestión constituyen las herramientas para promover la salud de las mujeres que envejecen, y a partir de estos tres elementos se pretende que ellas se empoderen, tomen decisiones y desarrollen sus capacidades y potencialidades para vivir saludablemente.
En su presentación, comparó en una fotografía a una misma mujer adulta bien arreglada, maquillada y elegante, y en la otra, sin maquillarse, despeinada y sin ningún ánimo por la vida.
“Siempre debemos pensar en positivo y creer que cuando lleguemos a esa edad, la vida ya terminó, cuando simplemente es otra etapa de la misma”, enfatizó.
Señaló que una mujer adulta debe continuar con la vida que tenía antes de los 60 años, seguir saliendo con sus amigas a tomar un café o ir al cine, arreglándose el cabello y continuar maquillándose.
“Hay que recordarnos a nosotras mismas lo importante que somos y lo hermosas que estamos”, subrayó.
Itzel Guadalupe Domínguez opinó que se puede llegar muy bien a los 60 años, y únicamente se requiere tener una vida sana, comer bien, dormir sus horas, hacer ejercicio y estar bien física y psicológicamente.