Con el 94% del voto escrutado, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva aventaja por más de puntos al actual mandatario, Jair Bolsonaro.
El político ultraderechista ha desafiado todos los sondeos y ha mantenido durante horas una ventaja consistente sobre su adversario, hasta que el dirigente izquierdista ha logrado empatar y lograr casi tres puntos de margen.
Este resultado permitiría a ambos candidatos pasar a segunda vuelta.
Las mesas de votación han registrado largas colas durante todo el día, y se ha pedido a los electores que no desistan: todos los votantes que estén en la fila a partir de la hora de cierre, las 17.00 de Brasilia, han podido votar.
Bolsonaro busca la reelección y Lula da Silva, que gobernó el país entre 2003 y 2011, aspira regresar al poder.
El actual mandatario puso en duda durante la campaña la seguridad de las urnas electrónicas y agitó la amenaza de un fraude que lo perjudique.
“Con elecciones limpias que gane el mejor, sin ningún problema” dijo. Su rival, Lula da Silva, votó en São Bernardo do Campo, en las afueras de São Paulo, el distrito industrial donde nació a la vida política.
El expresidente llamó a terminar con el odio: “Los bolsonaristas más fanáticos tendrán que adecuarse a la mayoría de la sociedad”.