El 2022, en términos generales, no fue un año para el sector platanero de la zona de la Sierra, ya que la producción cayó un 40 por ciento, debido a la escasez de fertilizante por la guerra entre Ucrania y Rusia.
Así en estos términos se expresó el presidente de la Asociación Local de Productores de Tacotalpa, Enrique Quintero Tapia, quien manifestó que de las 601 mil toneladas que regularmente cosechan anualmente, el volumen se redujo este año a 430 mil toneladas, ya que, ante la falta de fertilizantes, el cultivo ha estado a expensas de las lluvias para poder sobrevivir.
Sin embargo, esto generó una reducción en la producción por hectárea, pues el nitrógeno que tienen los fertilizantes estimula el desarrollo de las hojas y raíces, el cual resulta indispensable en la primera etapa del crecimiento, explicó.
Asimismo, el potasio ayuda a la floración y a la producción de frutos y semillas, mejorando el tamaño y el contenido de azúcares en los frutos. Además, estimula a las semillas a acumular reservas.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Rural (Sader), de las 5.4 millones de toneladas que se consumieron en México de fertilizantes en 2022, el 62% se cubrió con importaciones, lo que indica el alto de grado de dependencia del mercado exterior.
Según el líder platanero, tan solo en la zona platanera de la sierra los productores emplean arriba de las 1000 toneladas mensuales.
Tapia Quintero admitió que el 2021 si fue un buen año para el sector, al generar un volumen de producción 601 mil toneladas en una superficie sembrada de 13 mil hectáreas.
En Tabasco, el llamado “boom bananero”, llegó en la década de los 40 cuando la economía mundial sufrió varios golpes debido a la segunda guerra mundial.
De acuerdo al SIAP, en 2021 la producción nacional fue de dos millones 768 mil toneladas, que se sembraron en una superficie de 81 mil 081 hectáreas en 16 entidades del país, casi doscientas mil toneladas más con respecto al 2020. En ese sentido, Tabasco contribuyó con el 24% de la cosecha, es decir, 592 mil toneladas.
La dependencia dio a conocer que la producción de bananos tiene alta demanda en el mercado exterior, ya que cada año se comercializan cerca de 600 mil toneladas hacia naciones como China, Países Bajos, Reino Unido, Corea del Sur, Italia, España, Ucrania y Rumania, entre otros.
La actividad bananera se concentra en 16 entidades: Chiapas, Tabasco, Veracruz, Colima, Michoacán, Jalisco, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Nayarit, Campeche, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla y Yucatán.
El dirigente productor, manifestó que la zona de la Sierra sigue siendo el principal polo bananero de Tabasco con una superficie que, en los últimos dos años, pasó de 10 mil a 13 mil hectáreas, y una producción de alrededor de 39 millones de cajas por año.
Dijo que desde esa zona se atienden las necesidades de consumo de países europeos, de Asia y de Estados Unidos, hacia donde se envían más de 100 mil cajas semanales de la fruta.
Sostiene que Tabasco vive en estos momentos otro auge bananero que, incluso, superó al de hace varias décadas.
Debido a esto, dice el agricultor, el banano ha ganado a nivel internacional, por lo que los productores trabajan para abrir nuevos mercados para ampliar los volúmenes de exportación.
ANTECEDENTES DE LA PRODUCCIÓN
Hace 138 años, exactamente en el año 1884, cuando el estado era gobernado por Manuel Mestre Gorgoll, dos agroindustriales visionarios como Manuel James y José Jesús Dueñas construyeron la primera finca llamada San Julián, en las márgenes del río Grijalva.
Así, en 1907 lograron enviar el primer cargamento desde el puerto de Frontera hacia Galveston, Estados Unidos, con 3,500 racimos de la fruta.
Más tarde, según narra a Novedades el historiador Elías Balcázar Antonio, la caída del garridismo coincidió con la crisis de la producción bananera.
“El rendimiento en este rubro, que era de 7.7 toneladas por hectárea en el momento de esplendor, bajó a 2.49 en diez años. Aunque Tabasco entró tarde a la órbita del banano, su incorporación resultó muy conveniente para los Estados Unidos por la facilidad de las comunicaciones entre Villahermosa, Galveston y Nueva Orleáns, sede esta última de la United Fruit Company”.
Asienta en su libro: “Tabasco a dos tiempos” que el derrumbe de la producción platanera fue brutal, porque el roatán, que había sustituido a las variedades nativas, era más débil frente a las plagas.
Mientras su producción en 1935 fue de 180 mil toneladas (40% de la producción nacional), en 1941 descendió a menos de 15 mil.
En ese lapso la exportación de plátano mexicano hacia los Estados Unidos pasó de 12 mil racimos a sólo 6 mil, principalmente de la variedad roatán.
LOS PORMENORES
Se ha reducido la producción del fruto por hectárea
Falta de nitrógeno no estimula crecimiento de hojas y raíces
Ausencia de potasio merma la floración y el crecimiento del fruto
5.4 millones de toneladas de fertilizante se utilizan en México
62% se trate de Rusia y Ucrania