Ganar una Copa del Mundo para Portugal fue el sueño más grande y ambicioso de mi carrera. Afortunadamente gané muchos títulos de dimensión internacional, incluyendo Portugal, pero poner el nombre de nuestro país en el pie más alto del mundo fue mi mayor sueño.
Luché por ello. Luché duro por este sueño. En las 5 apariciones que anoté en Copas del Mundo a lo largo de 16 años, siempre al lado de grandes jugadores y apoyado por millones de portugueses, lo di todo. Déjalo todo en el campo. Nunca volví mi cara a la lucha y nunca renuncié a ese sueño.
Tristemente ayer el sueño terminó. No vale la pena reaccionar al calor. Solo quiero que todos sepan que mucho se ha dicho, mucho se ha escrito, mucho se ha especulado, pero mi dedicación a Portugal no ha cambiado ni un momento. Siempre fui uno luchando por el objetivo de todos y nunca le daría la espalda a mis colegas y a mi país.
No hay mucho más que decir por ahora. Gracias Portugal. Gracias Qatar. El sueño fue lindo mientras duró… Ahora, se espera que el tiempo sea un buen asesor y permita que cada uno saque sus propias conclusiones.