Por: Emilio de Ygartua M
“Evita ponerte en los zapatos de un gran hombre”
Cuadragésima primera Ley del Poder
Robert Greene
En la entrega anterior de Prospectiva me referí a un decálogo de temas que configuran lo que podemos llamar riesgos para nuestra región. América, desde Canadá hasta la punta del hemisferio sur, vive tiempos convulsos que ponen en riesgo la gobernabilidad y la paz social.
Lo ocurrido en Estados Unidos en enero del 2021, ha dejado secuelas en el corazón de la autollamada “democracia americana” que vive sus peores momentos desde la cruenta Guerra Civil(1862-1867), que primero escindió a la nación y si bien la unificó merced al triunfo de los norteños, dejó hondas heridas en el Sur en donde ni siquiera permeó con la intensidad deseada la abolición de la esclavitud.
La polarización en el vecino del norte se acrecienta en un territorio en el que día a día crece la violencia sustentada en una narrativa xenofóbica, misógina, fabricada por aquellos que insisten en la supremacía de su raza y defienden su idea de que una “América para los americanos” debe ser el escudo ante el crecimiento de la población no blanca en su territorio.
En el colmo, la semana pasada el líder demócrata en el Senado dio a conocer la publicidad de una empresa fabricante de armas que ofrece a los niños un arma larga “para la cacería y actividades deportivas, al tiempo que crecen los eventos en los que mueren inocentes por ataques con armas de fuego o por la violencia policíaca.
El año inicia con retos que cada día parecen más difíciles de sortear por una administración, la de Joe Biden, al que los argumentos para convencer a sus conciudadanos de que el suyo es un gobierno de resultados está cada día más lejos de ser exitoso.
Las promesas hechas por el flamante mandatario el 20 de enero en las escalinatas del Capitolio, que días antes había sido escenario de un auténtico intento de “golpe de Estado”, no se han cumplido del todo. Su oferta de doblar página para iniciar una nueva etapa de concordia y desarrollo nació muerta desde el primer minuto, lo que no lo hizo abandonar su idea de que las cosas irían a mejor. No ha sido así y ello no se revertirá en un entorno crispado y con la mirada puesta en las elecciones de noviembre del 2024.
La polarización, que no es exclusiva de Estados Unidos, se ha adueñado del discurso político empeñado en convencer a los electores de que la suya es la mejor propuesta. Los demócratas insistiendo en que Trump es un peligro para la democracia; los republicanos con una narrativa centrada en la descalificación del proceso electoral que llevó a sus oponentes a la Casa Blanca.
Así las cosas, tenemos a una nación dividida como no se había visto desde la ya referida Guerra Civil. No son pocos los que señalan, de manera cada día más insistente, que el país está al borde del abismo, sin que el espasmo se traduzca en acciones orientadas a evitarlo. Adormilados por estos discursos disruptivos se observa a una ciudadanía más preocupada en su propio devenir que en el de la nación toda, como si la desintegración que se vaticina no significara que esa corriente los arrastrará a todos sin excepción.
Los psicólogos sociales califican a esta actitud como una especie de “Síndrome de Estocolmo masivo”. La población está secuestrada por una partidocracia que ha conculcado los derechos esenciales de la población, pero ello no conlleva una reacción para impedirlo, por el contrario, hay una especie de admiración y sentido paternalista a favor de quien ha “secuestrado su voluntad y libertad” en aras de un propósito orientado a mantener o a recuperar el poder de los dos partidos dueños de la escena política.
“Ataca al pastor y la oveja se dispersará”
Cuadragésima Ley del Poder
Robert Greene
El comité para investigar el ataque al Capitolio ha trabajado a lo largo de varios meses sin que ello haya provocado el más mínimo interés de los ciudadanos. Pareciera que éstos estuvieran mirando una película cuya trama se desarrollara en una nación bananera acostumbrada a los golpes de Estado. Pero no, este hecho que parece haber conmovido más en el exterior que en los Estados Unidos, es una evidencia irrefutable de que el sistema político de este país está en crisis, algo que se viene señalando desde hace muchos años pero que no se ha tomado en serio por los actores políticos, mucho menos por los ciudadanos.
Con la mira puesta en las elecciones del año próximo, los republicanos han enfilado sus baterías contra todo aquello que consideran “permitió el fraude electoral en noviembre del 2020”. Su postura contra el voto por correo; su estrategia de aumentar las casillas electorales en las zonas pobladas por blancos y el incremento de los obstáculos para el votante afroamericano, latino o asiático, y las reformas electorales impulsadas en estados gobernador por ellos, configuran una estrategia orientada a garantizar el triunfo de sus candidatos en los próximos comicios.
¿Qué están haciendo los demócratas para revertir estas estrategias? Sinceramente poco o nada. Biden ha privilegiado un discurso propenso a la victimización y al señalamiento de los excesos cometidos por sus antagónicos, pero nada que, en concreto, evite que este “escenario ideal” para los republicanos se concrete.
Eso sí, los demócratas han insistido en su misma estrategia de poner a Donald Trump en el banquillo de los acusados a pesar de los fracasos y de que, lejos de un triunfo, el resultado ha sido la victimización del empresario neoyorquino que ha generado una fama entre sus seguidores de que es indestructible, poderoso y que, por ello, debe estar en las boletas para volver a la Casa Blanca en enero del 2025.
¿Tendrán mejores resultados los demócratas al acusar al expresidente de ser el actor principal del ataque al Capitolio? Está por verse. El comité que investigó lo ocurrido el 6 de enero del 2021 emitió a mediados de diciembre del año pasado un resumen ejecutivo que presenta 17 conclusiones respecto a este lamentable hecho. “El 6 de enero no habría sucedido sin Trump”, se declara de manera tajante, al tiempo que se pide al Departamento de Justicia “el procesamiento penal por cuatro delitos”.
Más de un mes después de la publicación de este resumen, no ha pasado nada. Como tampoco ha sucedido nada por los documentos clasificados encontrados en su casa, ni por las omisiones fiscales que él y sus hijos han tenido a lo largo de los años.
El que los republicanos hayan obtenido la mayoría en la Cámara de Representantes permite pronosticar que los demócratas nuevamente perderán la batalla frente a Trump en un intento de enjuiciamiento. Al contrario, el que ahora será sentado en el banquillo de los acusados será Joe Biden para que explique porque tiene en su casa documentos clasificados que, supuestamente, están en ese lugar desde que era vicepresidente en la administración de Barack Obama.
“Predica la necesidad de cambio, pero nunca reformes demasiado, en seguida”
Cuadragésima quinta Ley del Poder
Robert Greene
No es sólo Estados Unidos, también Brasil, Perú, hasta México, y otros escenarios en los que se evidencia que la erosión global de la democracia avanza, como señala en Andrea Rizzi (“El País”, 14 de enero 2023). Coincidente con lo expuesto en esta columna la semana anterior, los riesgos para las democracias americanas están a la vista. El corresponsal de asuntos globales del diario español establece que: “Los populismos que aprovechan el malestar social y fomentan la polarización corroen la solidez de las democracias que, sin embargo, siguen mostrando rasgos de resiliencia y superioridad frente a las autocracias.”
Como ya mencioné al inicio de esta Prospectiva, en la entrega anterior nos referimos a ese decálogo de riesgos para las democracias de nuestro continente. En este momento me detengo en las relacionadas con aspectos económicos. De memoria sabemos que la pandemia provocó una severa crisis económica que trajo consigo recesión, cierre de empresas y pérdida de empleos que se han ido recuperando paulatinamente sin que hayamos logrado todavía la reposición plena.
La inflación se ha convertido en la mayor preocupación de los Estados nacionales debido a los nefandos efectos que el incremento de los precios tiene en general, sí, pero en especial en los segmentos más débiles de nuestra sociedad. La inflación es hoy, no lo olvidemos, un fenómeno mundial, sin embargo, no tiene una solución global, cada país tiene que establecer sus estrategias para combatirla; incluso, las medidas monetaristas que se han implementado (alzas en las tasas de interés) son acordes a las características de cada uno de ellos.
El Banco de México, por la evidente vinculación de nuestra economía a la del vecino del norte, ha dispuesto medidas orientadas a frenar la inflación mediante incrementos a las tasas de interés en la misma dinámica que la Reserva Federal de los EU. Debido a que la tasa de inflación en este país ha presentado una baja importante, se espera que haya un alto a ese escalamiento, sobre todo, porque en el último trimestre del 2022 se observa una caída del PIB que muestra una desaceleración de la economía que algunos señalan como una muestra de que nuestros vecinos han entrado en recesión.
En México, luego de una reducción en la tasa de inflación en noviembre y la primera quincena de diciembre, se ha presentado un nuevo incremento. En la primera quincena de este agónico mes de enero, la inflación se aceleró llegando al 7.94%. Es la peor cuesta de enero en las últimas dos décadas.
“Nunca parezcas Demasiado perfecto”
Cuadragésima sexta Ley del Poder
Robert Greene
¿Qué medidas tomará gobierno federal? El presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó en la Mañanera del viernes pasado que no se tomarán medidas adicionales. El tabasqueño considera que los acuerdos que se han tomado con el sector empresarial y las estrategias tendientes a reducir o eliminar las aranceles a las exportaciones de productos básicos, y el aumento a los aranceles para la importación de maíz son suficientes para frenar un alza que calificó de estacional.
Lo que sí es posible es que el banco central tenga que aumentar en su primera junta del año, la próxima semana, la tasa de interés hoy en 10.5%. Algunos anticipan que el incremento será de 25 puntos base, pero hay quien considera que debido al aumento de la inflación subyacente el aumento puede ser de 50 puntos base para llegar al 11%. No obvio comentar que este incremento significa un duro golpe para el sector empresarial y para los deudores de tarjetas de crédito y de créditos a tasa variable.
Lo que sí es una buena noticia es que ha crecido el número de empleos. El año pasado cerró con un millón de empleos extra. Lo mejor de esta noticia es que las mujeres concentraron la mayoría de las plazas nuevas recuperando parte de lo que ellas perdieron en los tiempos de la pandemia. Si bien es cierto que en diciembre hubo una caída en el número de personas ocupadas, el año que recién concluyó terminó con una reducción en la brecha laboral. Este resultado ha generado una perspectiva positiva entre los analistas que consideran que en el año que inicia continuará el flujo ascendente.
No podemos dejar de mencionar que 912 mil personas dejaron de estar ocupadas en diciembre pasado como lo indica el INEGI. Bajas en su mayoría en empleos estacionales como ocurre años con años. Marcos Arias, economista de Monex, señaló a Paulo Castillo, reportero de Excelsior, que el empleo tuvo uno de sus mejores años gracias al efecto de una mayor normalidad tras el confinamiento y la fortaleza de la demanda.
En la visión optimista destacan las opiniones de economistas de Banorte que esperan que, “pese a los vientos en contra”, este 2023 el empleo lo impulse el nearshoring, la reapertura de China y “una desaceleración corta en EU”. Vale señalar que Banorte, que no siguió en la lisa para comprar Citibanamex, le está apostando a financiar a empresas interesas en participar en este modelo de transición de empresas de EU, y de otras regiones, a México. Una gran oportunidad que no podemos desaprovechar.
En el contexto latinoamericano también soplan vientos huracanados. Gabriela Weiner (“El País”, 22 enero 2023) en la columna publicada por el diario español precisa que es necesario “que se sepa que en Perú no hay nada parecido a la democracia”. La ola de protestas en la nación andina son un auténtico desafío al gobierno encabezado por Dina Boluarte, quien fue electa vicepresidenta y que hoy ocupa la primera magistratura de esa nación debido al encarcelamiento del presidente legal y legítimo acusado de haber encabezado un supuesto golpe de Estados.
Ella ha mostrado en poco tiempo no sólo su ineficiencia para gobernar, además la mano dura para reprimir a quienes en diferentes puntos de la geografía peruana se han manifestado a favor de Castillo lo que ha costado la vida de muchos que no se han quedado callados. Weiner es muy clara al plantear que “a los gobiernos presuntamente democráticos de pronto se les cae la careta cuando el pueblo decide dejar de callar.”
El artículo de Gabriela es duro sí, pero refleja lo que se está viviendo en esa nación. Bueno sería que los detractores de López Obrador lo leyeran para entender el por qué el mandatario mexicano aboga por una salida pacífica y el respeto a la democracia. “Los jóvenes baleados en plena calle. Las palizas a gente indefensa. Todos los ojos perdidos por las pelotas de goma. La bruma de las bombas lacrimógenas. Los desaparecidos. La masacre de personas por las que el Estado ni se responsabiliza ni pide perdón.”
Es una descripción que nos recuerda, lamentablemente, escenarios ya vividos en muchos de los países de la región. “En Perú vuelven los 90 del autoritarismo, de las portadas coordinadas de los diarios, de la realidad paralela, de la política como farsa. Vuelven los tanques a la calle. Porque hay cosas que nunca se fueron, como la constitución neoliberal de un dictador, Fujimori, que ha privilegiado a unos cuantos que serían capaces de matar antes de dejar que el pueblo decida su futuro.”
Los que hoy se han levantado en contra de Dina Boluarte exigiendo su renuncia inmediata y que sea procesada por violación de derechos humanos, piden, también, el cese de la mesa directiva del Congreso, un período de transición, nuevas elecciones y un referéndum para una asamblea constituyente.
“Que se sepa que en el Perú no hay nada parecido a la democracia. Esperamos un pronunciamiento firme de la comunidad internacional contra esta barbarie. Un gobierno que mata es un gobierno sin legitimidad. Una presidenta que llega al poder constitucionalmente, pero se comporta como una dictadora asesina, es alguien a quien el pueblo tiene que derrocar.” Las cifras son frías pero contundente: el 71% de los peruanos rechaza su gestión.
“No vayas más allá de donde te propusiste; en la victoria aprende cuándo detenerte”
Cuadragésima sétima Ley del Poder
Robert Greene
En este contexto, AMLO ha pedido a los miembros de la CELAC, de la que México es miembro activo, que se pida al gobierno de Perú para que se libere al expresidente Pedro Castillo, quien agradeció esta presión de nuestro país. “Ruego que alcen su voz en todos los foros internacionales, y no permitan que un espacio genuino de integración latinoamericana cohabite con el actual régimen político”, se refería el defenestrado mandatario peruano a la CELAC que realizó su cumbre en Lima, la capital peruana, escenario en el que Dina Baluarte llamó a “una tregua nacional”. Castillo respondió: “Agradezco la solidaridad de los hermanos presidentes que han tenido presente la violación de los derechos humanos en el Perú.”
Lo que hoy ocurre esa nación, ha sucedido en otros países latinoamericanos. Recomiendo ver en Amazon Prime la película “Argentina 1985”, nominada como mejor película extranjera por la Academia de Hollywood que otorga el Premio Oscar. Esta cinta cuenta con la brillante actuación de Ricardo Darínque interpreta al fiscal argentino Julio César Strassera quien jugó el histórico papel de juzgador de los miembros de la Junta Militar que gobernó esa nación con nauseabunda impunidad y sadismo, desapareciendo a miles de opuestos al régimen.
Fue este una especie de juicio de Nuremberg en el contexto latinoamericano. Se juzgaron en ambos casos crímenes de lesa humanidad, los de la Alemania nazi entre 1933 y 1945; los de la Junta Militar en Argentina entre 1978 y 1983.
Esta película, dirigida por Santiago Mitre, quien dirigió también películas como “La cordillera” y “Paulina”, no sólo refleja un momento de la historia fundado en el alegato de Strassera, “el nunca más”, así mismo, un entorno complejo, vivido por un hombre y su familia, Strassera, y por Luis Moreno Ocampo, el fiscal adjunto, pieza importante en el éxito de este proceso. Ambos sufren por la persecución de militares y adeptos al régimen fascista, y cargan con el miedo que ello conlleva. Vale la pena verla.
Por ser el próximo lunes día festivo en conmemoración de la promulgación de nuestra Carta Magna, Prospectiva volverá a este espacio el lunes 13 de febrero. Cuídense mucho