Cuando florecen los Guayacanes y Macuilises es Villahermosa la más hermosa de las ciudades, un maquillaje especial, la feria llega triunfal y en el ambiente llega imponente la primavera. Así reza la letra del compositor tabasqueño Manuel Pérez Merino.
Y es que después de tres años de no tener nuestra máxima festividad (2020-2023), en el pasado mes de enero, hicieron el anuncio que este año si se llevaría a cabo y con ello el alma del tabasqueño regresó y los preparativos se encuentran en marcha, listos para que en abril y mayo disfrutemos de nuestra identidad como chocos.
A partir de hoy le contaré en esta columna un poco de lo que ha sido nuestra feria en estos 70 años, porque este año nuestra máxima fiesta cumple su séptima década de la época moderna.
En esta primera columna les contaré un poco de lo que fue la época garridista y de cómo surge lo que hoy conocemos como nuestra expo.
Se habla de que en la época prehispánica se elaboraban intercambios comerciales entre los pueblos, luego se conoce que en 1880 se realizan los primeros intentos por instaurar una expo, pero fue instituida en 1928 por el exgobernador Tomás Garrido Canabal, quien hace esta festividad tipo cultural, artística, comercial, turística, industrial, agrícola y ganadera.
El gobernador ideó una ‘Exposición regional, agrícola y ganadera’, y en los años siguientes, los eventos se enriquecieron con las actividades de organizaciones obreras, asambleas científicas, concursos y con el espectáculo escénico y público de la danza popular, acompañada de la música tabasqueña.
La feria, había crecido de tal forma, que ya requería de un espacio especialmente construido para albergar este evento, un espacio que ofreciera facilidades a los expositores para mostrar sus productos, y que además pudiera permitir el acceso cómodo y adecuado a los visitantes, un espacio en donde la danza, las artesanías y la cultura pudieran realizarse y ser apreciadas adecuadamente.
En 1928, el General Álvaro Obregón, Presidente de la República, inauguró, en el Puerto de Frontera, la Exposición regional agrícola y ganadera (único año que se realizó en el puerto).
En 1929, la exposición se realizó en la finca ‘Santa Gertrudis’ (actuales fraccionamientos Bonanza y Prados de Villahermosa) y laguna el Negro o la ‘Lagartera’.
En 1930 en la finca ‘Santa Gertrudis’ Garrido fundó un espacio al que le llamó Parque Tabasco, construyó un puente y el balneario ‘El Corozo’. Nombró a la laguna ‘de las Ilusiones’ e instaló, en la parte alta de una ceiba milenaria, una plataforma-mirador, a la que llamó ‘Nido de Águilas’, en donde se realizaban grandes bailes y fiestas. Se construyeron, sobre la forma de un mapa del estado de Tabasco, los quioscos de los 17 municipios y algunos pueblos importantes, donde exponían sus productos.
Este parque originalmente se hizo para alojar la Feria ganadera y comercial que se organiza cada año. Junto con los kioscos destinados a cada municipio se levantaron otros edificios en torno a la Laguna de las Ilusiones: el Ágora, el Teatro al aire libre y el gran Salón de eventos. Se dice que el flamante tabasqueño era un ferviente admirador de la belleza tabasqueña y por ello invita a que cada municipio invite a una chica como representante del lugar. El último año de esta festividad es en 1935, después de ello no se vuelve a mencionar en la historia del estado.
Este formato general de Feria iniciado en 1928 es el que continúa hasta nuestros días.