Ardillas siguen mermando plantaciones

Hasta la década de los ochentas Tabasco llegó a ocupar el noveno lugar nacional con una producción de más de 11 mil toneladas de coco, 50 por ciento de la cual se concentraba en Paraíso.

Paraíso

Plagas de la ardilla y el amarillamiento letal, así como el crecimiento de la mancha urbana y la falta de rentabilidad del producto acabaron con la copra en este municipio costero de Tabasco, donde actualmente sólo quedan entre 500 y 600 hectáreas de las 5,500 que hasta hace dos décadas había sembradas.

Paraíso, cuenta con una población de casi 97 mil habitantes, sus principales actividades son la energética, pesquera y agrícola, además de que tiene un puerto petrolero en donde salen miles de barriles diarios al mercado exterior.

Adrián Segura Gómez, miembro de una familia coprera, dijo que la actividad prácticamente se acabó por causa de las plagas y que el cultivo de coco dejó de ser un negocio.

Hasta los años 80’s el estado de Tabasco llegó a ocupar el noveno lugar nacional con una producción de más de 11 mil toneladas de copra, el 50 por ciento de la cual se concentraba en Paraíso.

Según el profesor Pedro Rodríguez Reyes, quien llegó a liderar la unión, advirtió que en poco tiempo Tabasco se quedará sin compra al ritmo actual en que va.

Testimonios como éstos se escuchan entre campesinos de la comunidad Jalapita, municipio de Centla, así como en zonas rurales de Paraíso, Cárdenas, Jalpa de Méndez, Nacajuca, Huimanguillo y Comalcalco.

El terrible enemigo de los copreros al que se refieren los lugareños es una plaga de ardillas negras con manchas blancas.

Se toman el agua y se comen el coco; arrasan también con otros árboles frutales como el cacao y no hay manera de ahuyentarlas o acabar con ellas, pues las autoridades prohíben que las matemos, explicó Ruperto García un campesino del lugar.

Las plantaciones de coco en la costa de Tabasco han resistido desde hace 20 años la plaga de “amarillamiento letal”, tanto por la introducción de híbridos como factores ecológicos y geográficos, señaló el investigador Carlos Fredy Ortiz García.

El productor Alfonso Martínez, manifestó que los copreros derribaron miles de hectáreas para utilizar el cocotero como madera para la fabricación de muebles del hogar.

Las principales zonas productoras del cocotero son los municipios costeños de Paraíso y Cárdenas, donde existe un área de amortiguamiento gracias a la ubicación de las plantaciones entre cuerpos de agua.

CREARON HÍBRIDO

Hace cinco años, el Instituto Nacional de Investigaciones, Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), desarrolló el nuevo híbrido de cocotero “Donají”, el cual prometieron que sería resistente al Amarillamiento letal Cocotero (ALC) y viable para su cultivo en el trópico mexicano donde se encuentran los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Veracruz, así como la Península de Yucatán.

El INIFAP, refiere que el amarillamiento letal es una enfermedad causada por un Phytoplasma que ataca a diferentes especies de palmas de interés comercial como el cocotero, y es transmitida por el insecto con alas Myndus crudus.

Las plantas infectadas mueren normalmente de tres a seis meses, por lo que una medida efectiva para prevenir la enfermedad es la plantación de variedades resistentes como el híbrido “Donaji”.

El nuevo híbrido se obtiene mediante la cruza del Malayo Enano Amarillo Acapulco como progenitor femenino y el criollo Alto Pacífico Escondido como progenitor masculino.

El investigador del INIFAP, Manuel Enrique Ovando Cruz, señaló que la variedad “Donaji” es la mejor alternativa para hacer frente al ALC, ya que combina precocidad, cantidad de frutos por racimo y resistencia a la enfermedad del enano.

Asimismo, con la rusticidad y mayor tamaño del fruto que presenta el criollo, el híbrido rinde en promedio tres toneladas por hectárea al año de pulpa seca.

Numérica

30 mil hectáreas en los años ochentas

5,500 hectáreas hace una década

600 quedan actualmente

¿QUÉ ACABÓ CON EL CULTIVO?

  • La ardilla
  • El amarillamiento letal
  • Crecimiento mancha urbana
  • Falta de rentabilidad del producto

EL DATO

Para combatir el amarillamiento letal se creó una planta híbrida resistente llamada Donají, pero para las ardillas no hay remedio, pues las autoridades prohíben matarlas.

Otro uso. La madera del cocotero se usa ahora para la fabricación de muebles.

Zona costera. Los municipios que colindan con el mar son los que más plantaciones de palmeras tienen, pero ya no hay interés en seguir sembrando.

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