Las misiones de paz desplegadas por la ONU cumplen un papel primordial en las disputas violentas que aquejan al mundo. Según el propio organismo, en 2022 un total de 103 cascos azules fueron asesinados en los distintos conflictos en que estaban desplegados, según dijo este jueves su secretario general, António Guterres, al conmemorarse el 75 aniversario de las operaciones de paz.
Los muertos pertenecen a 39 países distintos de los 125 que contribuyen con soldados en las doce misiones desplegadas en el mundo, y que suman un total de 87,000 soldados bajo bandera de la ONU, principalmente en África.
En total, han muerto 4,200 cascos azules desde su creación hace 75 años. Guterres subrayó que los conflictos «se están volviendo más complejos» y eso hace que los procesos de paz en los que participan los soldados de la ONU estén en muchos casos estancados.
Entre otras razones, citó el terrorismo, la presencia de grupos armados irregulares, la acción de bandas delictivas y hasta el crimen transnacional, factores que «envenenan las comunidades, los países y regiones enteras» del mundo.
En la inestabilidad que envuelve a su labor también juega un papel el mundo digital -añadió el secretario general-, «convertido en una frontera temible de tensión, división, odio y desinformación».
Aunque el secretario no dio ejemplos concretos, esto se ha manifestado recientemente en varios países africanos como Mali o la República Centroafricana, donde se ha propagado a gran velocidad y a través de las redes ataques y difamación contra las misiones de paz, con la connivencia o la pasividad de los gobiernos.
Cascos azules, un corazón palpitante
El jefe de la ONU recordó, sin embargo, que las misiones de paz «son el corazón palpitante del compromiso de la ONU con la paz» y «un símbolo inspirador del multilateralismo» al reunir a soldados de tantos países distintos, por lo que pidió a los estados miembros un compromiso decidido para garantizar su seguridad en el desempeño de su labor.
Por su parte, el vicesecretario general para las Operaciones de Paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, apuntó que el mayor reto que afrontan las operaciones de paz es el mismo que el que afronta Naciones Unidas: «la cada vez mayor división» dentro de la comunidad internacional.
En una comparecencia ante los medios, también apuntó que los ataques contra los cascos azules son «cada vez más violentos y sofisticados» y que cada vez hay una mayor desinformación e informaciones falsas que son utilizadas contra las misiones de paz.