Emilio

Columna: Prospectiva

Por: Emilio de Ygartua

“Una elección no es sólo un proceso de votación,

es un proceso de cambio y transformación. Es una

oportunidad para elegir líderes que nos guíen hacia

un futuro mejor”

Aung San Suu Kyi

Las elecciones realizadas el domingo pasado en los estados de México y Coahuila, sin duda, han dejado lecciones a los protagonistas de este proceso electoral que, no se puede negar, tendrá efectos en la ruta hacia las elecciones del 2 de junio de 2024.

Los resultados han confirmado, sin el margen que algunos anticipaban, las victorias de Delfina Gómez (Estado de México), que pone punto final a los gobiernos priistas que durante 94 años tuvieron el control de esa entidad; y la de Manolo Jiménez (Coahuila), que logró que el PRI siga controlando esa entidad, lo que las encuestas vaticinaban, pero no con una diferencia de 30 puntos sobre su más cercano oponente, el candidato de Morena.

La maestra Delfina, ex titular de la SEP logró una victoria clara, sí, pero no con la holgura que algunos pronosticaban. Los ocho puntos porcentuales de diferencia a su favor llevaron a su oponente, Alejandra del Moral, a reconocer su derrota lo que habla bien de una candidata que le puso todas las ganas para evitar que Morena se hicieran del 23er. estado que gobiernan. No omito señalar que el líder de su partido, Alejandro Moreno, consiguió que tanto ella como los líderes del PAN y PRD, sus aliados, manifestaran al cierra de las casillas que su abanderada había ganado.

La exsecretaria de Finanzas del gabinete de Alfredo del Mazo logró una votación mayor a la que algunas encuestas anticipaban, pero no le alcanzó el impulso para lograr su cometido. En la suma de votos se debe tomar en cuenta el aporte de la llamada franja azul (PAN) que logró ganarle la partida a Morena y su candidato. El triunfo de la maestra se dio gracias al crecimiento de adherentes a su partido en las zonas rurales, las más pobres, cansadas de las ofertas de un futuro mejor que el PRI les recetó por más de nueve décadas y que jamás cumplió.

Así las cosas, el “Grupo Atlacomulco”, dueño y señor de esa entidad por más de nueve décadas, ha visto rota su continuidad. Esta denominación es un término que se ha utilizado para referirse a un grupo de políticos provenientes del Estado de México que han ocupado importantes cargos de alto nivel en el país. Políticos como Carlos Hank González, Arturo Montiel, Enrique Peña Nieto, y el actual gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, oriundos del municipio de Atlacomulco. Este último, por cierto, fue de los primeros en felicitar a Delfina Gómez por su triunfo en la elección.Alito le reviró calificándolo de traidor, sin la más mínima autocrítica a su propio ejercicio como líder de un instituto político que se ha quedado con tan solo dos entidades bajo su control.

Podemos afirmar que en el resultado de la elección en esa entidad no influyó la noticia sobre la posible participación de Alejandra del Moral en un fraude cometido durante su ejercicio como funcionaria del gobierno de del Mazo, denunciado por una periodista secuestrada para evitar que difundiera la información sobre la vinculación con negocios fantasmas, que ya se califica como la “Estafa Maestra 2”, por un monto de 5 mil millones de pesos.

En septiembre próximo, la maestra Delfina ocupará la oficina del gobernador del Estado de México, con domicilio en Toluca, la capital de esa entidad. La ex secretaria de Educación Pública tiene por delante una tarea muy compleja. Debe pasar del discurso compra votos, al ejercicio de gobierno. Ya fue presidenta municipal, sí, pero la entidad que gobernará es un monstruo de mil cabezas.

Un estado con un gran desarrollo industrial, con enormes zonas habitacionales, comercios de gran magnitud. Regiones dedicadas al agro, a la ganadería; también, zonas opulentas que cohabitan con regiones de enormes pobreza y marginación.

¿Podrá la maestra Delfina con esta tarea? Para Morena resulta fundamental que en esa entidad se den buenos resultados pues de lo contrario su gobierno será efímero. El PRI ratificó su caída libre. Difícilmente volverá a gobernar esa entidad. El PAN aportó su cuota en esa franja azul que durante dos décadas ha hecho suya. Le dio a Alejandra la victoria en varios municipios gobernados por ese partido, sin embargo, no alcanzó para impedir el triunfo de Morena y sus aliados.

“El poder solo tiene valor cuando

se pone al servicio del bienestar

de la gente”

Lázaro Cárdenas del Río

Una derrota para el PRI que careció de la autocrítica de las cabezas de la Alianza va por México. Fueron más críticas, más congruentes, Lilli Téllez y Xóchitl Gálvez, que sin tapujos llamaron por su nombre a lo ocurrido: ¡Derrota! Para ambas, los dirigentes de la alianza “intentaron maquillar el fracaso en la entidad con más votantes en todo el país, destacando el triunfo que tuvieron en el Estado de Coahuila”.

La aguerrida Lilli Téllez, senadora gracias a ser integrante de una fórmula respaldada por Morena, una vitriólica opositora del gobierno de la 4T, aspirante a candidata presidencial por el PAN, de cuya fracción es parte en la Cámara Alta, fue contundente en la crítica: “Lo que sucedió ayer [domingo 4 de junio] en el Estado de México nos debe mover a la autocrítica y a la acción”. En un video subido a las redes sociales. Téllez señaló que: “La oposición está en los niveles más bajos de aceptación más bajos de la historia. Lejos de estar empatados con Morena, quedamos en segundo lugar que representa un enorme fracaso. Como ya lo he advertido, el voto antiAMLO no es suficiente para ganarle a Morena”.

Esta preocupación de la senadora la comparten muchos de los editorialistas de diarios francamente opuestos que haya continuidad en el proyecto transformador iniciado este sexenio. Sus críticas a la alianza opositora son cotidianas, a toda hora del día. Critican a los líderes. Hablan de la agonía del PRI; del fracaso de Marco Cortés como líder de un partido, el PAN, que no levanta, necio en mantener una alianza perdedora.

Del PRD, nada que decir. “Los chuchos” han llevado a este instituto político, como el flautista de Hamelin, al borde del abismo. Es seguro que este partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo perderá su registro en el Estado de México, en un anticipo de lo que le ocurrirá el año próximo en las elecciones federales, en donde es posible que pierde su registro como partido nacional. Triste final de un instituto político que recibió la estafeta de la izquierda histórica pero que no supo llevarla a mejores estadios.

Zedryk Raziel (El País, 8 junio 2023) nos regala unos datos imperdibles: “En las elecciones del pasado domingo en el Estados de México y Coahuila hubo casillas con más votos que personas registradas para votar y otras donde casi todos los sufragios fueron para la candidata a la gubernatura de Va por México, la alianza formada por PRI-PAN-PRD”.

¿Cómo fue posible que esta coalición encabezada por el PRI obtuviera 9 de cada 10 votos en esas dos entidades en las llamadas “casillas zapato”? Raziel nos comparte su hipótesis. “Que la coalición del PRI haya sido beneficiada de esta práctica podría ser indicativo del control que ese partido ejerce sobre estructurales territoriales de movilización del voto sobre todo si se toma en cuenta que en ambos estados el tricolor ha gobernado de manera ininterrumpida desde hace 94 años”.

Cito lo anterior como mera anécdota. En el Estado de México esas estrategias no sirvieron para que ganara Alejandra. En Coahuila, la diferencia es tan alta que para que poner en la mesa esos argumentos.

¿Todo está perdido para la oposición? No. Si Morena y su líder moral permiten que en la elección federal ocurra lo mismo que sucedió en Coahuila, donde hubo una pésima operación política, la elección federal puede tener un resultado contrario a lo que las encuestas anticipan.

La fractura de la alianza con el PT y con el PVEM, fue la madre de este resultado, sí, pero si se hace un juicio objetivo, y la dirigencia de Morena le entra al ejercicio de la autocrítica,esta derrota tuvo su génesis en la selección de su candidato, Armando Guadiana. No sé si en realidad él ganó la encuesta ordenada por la dirigencia de Morena, pero al final del día está claro que Ricardo Mejía, que en su enojo se convirtió en el candidato del PT, no tenía tampoco los argumentos para ganarle a Manolo Jiménez, el abanderado de la alianza integrada por el PAN, PRI y PRD.

El candidato ganador obtuvo casi el 60 por ciento de los votos. Este dato es relevante, echa por tierra la tesis de que la alianza Morena, PT y PVEM hubiera tenido un mejor resultado. Sumados los votos de los tres candidatos opositores, apenas llegaron al 40% de los sufragios.

“No tengo derecho a fallarle al pueblo de

México; mi compromiso es con ellos y

trabajaré incansablemente en su beneficio”

Andrés Manuel López Obrador

La lección de la elección, parafraseando a don Enrique González Pedrero, es: si Morena y sus aliados no van juntos, mal, pero peor aún, si no escogen bien a su abanderado o abanderada y evitan las fracturas derivadas de esta selección. Las encuestas señalan que,que cualesquiera de las cuatro corcholatas que oiga las palabras mayores vencerá al candidato o candidata de la “Alianza vamos por México”.

Esta semana conoceremos la metodología que utilizará esta coalición para elegir a su abanderado. Tarea harto complicada porque cada uno de los tres miembros tiene una idea del como y del cuando. Movimiento Ciudadano, en voz de su líder Dante Delgado, ratificó nuevamente que su partido irá solo, cancelando que no se unirán “al Titanic”, como calificó despectivamente a los tres partidos integrantes de la Alianza va por México.

Sin dejar de ponderar el triunfo de Manolo Mejía en Coahuila, cuya estrategia fue presentarse como una especie de “candidato independiente”, claro de que en esa entidad la ciudadanía no está contenta con el trabajo del tricolor; no se puede dejar de reconocer el hecho histórico que significa la victoria de Morena y sus aliados en el Estado de México que, vale recalcar, pone fin a casi un siglo de gobiernos del PNR-PRM-PRI.

Delfina Gómez se convierte en la primera mujer gobernadora de esa entidad, lo que para algunos analistas conlleva el arrinconamiento del PRI y apuntala la hegemonía de López Obrador a un año de las presidenciales. Con esta victoria, además, Morena consolida su poder territorial de cara a los comicios de junio del 2024.

Con una década de existencia, el partido fundado por AMLO llegará al proceso electoral federal en el que se renovarán los poderes ejecutivo y legislativo, con más poder que nunca. Son 23 entidades las que gobierna este partido. En ellas viven 92 millones de personas, lo que significa que tres de cada cuatro mexicanos se encuentran en regiones gobernadas por Morena.

Este escenario requiere de decisiones estratégicas. Andrés Manuel López Obrador tiene el olfato que se requiere para anticipar lo que viene y lograr que su visión prospectiva, un futuro deseable y posible se conviertan en binomio indisoluble. Había que celebrar la victoria de la maestra Delfina que permitió hacerse de la “joya de la corona”, del Estado más emblemático del poder fáctico del tricolor en décadas. Festejarlo, sí, pero que también fuera esta celebración el marco para poner los puntos sobre las ies. Felicidades por el triunfo en el Estado de México, sí, pero cuidadito con que sea el de Coahuila el escenario en junio del 2024.

Por ello, el líder moral de Morena, tomó las riendas del proceso interno de selección de su partido. La celebración justificaba una “gran comilona”. El restaurante “El Mayor”, muy cerquita de Palacio Nacional, fue el escenario para esa reunión en la que estuvieron, desde luego, la festejada, la maestra Delfina, acompañada de las cuatro corcholatas: Claudia, Adán, Marcelo y Ricardo. Completó el petit comité el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, feliz por el triunfo en el Estado de México, preocupado ¿ocupado? de que no se repita lo de Coahuila.

“La transformación de México

será pacífica y sin violencia,

pero firme y decidida”

Andrés Manuel López Obrador

¿Se repetirá? López Obrador no lo permitirá. Zedryk Raziel, corresponsal de El País, quien siguió muy puntualmente el trasiego del proceso electoral del pasado 4 de junio pasado, y que hará lo mismo durante los meses intensos que nos llevarán hasta el domingo 2 de junio del 2024, en su nota del 6 de junio pasado relata lo ocurrido en esa cena en la que el tabasqueño estableció la ruta que permita a su partido designarla candidatura presidencial sin divisiones internas.

Ayer domingo, en atención a esas indicaciones, el coordinador del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo Montaño, gobernador de Sonora, liderando a todos los coordinadores estatales y a los líderes de esa formación política, acompañado del líder nacional, Mario Delgado, en quien López Obrador ha depositado la confianza para que conduzca el proceso, condujeron la  Asamblea Nacional que ha trazado con presión la ruta de navegación, primero, para la elección de su candidata o candidato, segundo, las estrategias para evitar que esa designación conlleve cualquier tipo de fractura al interior del partido gobernante y de la alianza con el PT y el PVEM, como ocurrió en Coahuila.

Como lo señaló López Obrador en la cena, y lo ratificó Durazo en las horas previas, se acordó que todo aquel que aspire a participar en esta contienda tiene que renunciar o pedir licencia. Todos abajo del caballo, a nadar con sus propios recursos y a mostrar sus cualidades, en piso parejo.

Marcelo Ebrard, cumplió nuevamente con su papel de adelantado, papel que por meses desempeñó Ricardo Monreal. Quien hoy dejará su cargo de canciller, el mismo que abandonó primero el restaurante de la cena, insistió en que la elección vía encuesta sea con una sola pregunta. Pues no, será mediante cinco preguntas.Andrés Manuel López Obrador señaló en el cónclave de “El Mayor”,lo ratificado en la mañanera del martes de la semana pasada: será la encuesta y no su dedito la que defina quién será el candidato o candidato de Morena. Puede ser, pero de lo que no me queda la menor duda es que el de Tepatitlán, nunca pondrá en riesgo la continuidad de su proyecto de Nación.

No se trata de un nuevo “Maximato” al estilo de Plutarco Elías Calles. Más bien será una selección de candidato presidencial en un escenario parecido al de 1940, con Lázaro Cárdenas del Río: “Yo no me equivocaré”, resuena aún la frase del tabasqueño pronunciada en el ombligo del país, en el Zócalo de la Ciudad de México, el 18 de marzo pasado. Son 23 estados que gobierna Morena. Son las armas que, a diferencia de lo que intentó Carlos Salinas de Gortari fracasando, permitirán a López Obrador impulsar un cambio a fondo y de fondo del sistema político mexicano.

Lo saben los X y sus compañeros de viaje, los líderes de la oposición que tarde y lentos, no encuentran ¿la encontrarán? la fórmula para descarrilar al tren de la transformación. Que Dios los ampare (no encontrarán a un juez que lo haga) por su inoperancia y falta de capacidad para entender los nuevos tiempos. Los de abajo, los por tantos años olvidados, los que esperaron década tras década que la revolución les hiciera justicia, están viendo, por fin, la luz al final del túnel.

Los agoreros del desastre, los que día a día hablan de crisis financiera, de una crisis de final del sexenio, no leen los periódicos, no se enteran de que su narrativa no tiene que ver en nada con la realidad. Algunos ejemplos: inflación en 5.84% en mayo, su mejor nivel desde agosto de 2021; repunte de 25.4% en la captación tributaria en abril; dólar en 17.30 pesos, la convertibilidad más baja en seis años. Sólido repunte de la inversión en el primer trimestre del año. Crecimiento del 9.2% anual. Según INEGI el mayor crecimiento en 15 años en períodos iguales. OCDE eleva a 2.6% su estimación de crecimiento económico para México en 2023. Hacienda avizora un crecimiento del PIB del 3%, similar al del año pasado. La venta de automóviles creció un 22% en el mes de abril. Recuperación del nivel de empleo con clara fortaleza del salario mínimo.

¿Habrá crisis de final de sexenio? “Tendrá México tersa transición sexenal”, señaló Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda, quien garantizó, también, que el gobierno de López Obrador “entregará finanzas públicas en orden y no se dejarán proyectos a medias.” En este contexto, empresarios mexicanos garantizan una inversión en el último tramo del sexenio por 34 mil millones de pesos. Eso sí, piden que se fortalezca el Estado de Derecho.

“El desarrollo integral no solo implica

mejorar las condiciones materiales de vida,

sino también fortalecer las capacidades

individuales y colectivas para lograr una

sociedad equitativa y justa”

Amartya Sen

Hemos insistido en este y en otros espacios la importancia que tiene el proyecto del Tren Interoceánico de Tehuantepec. Es, sin duda, un proyecto de infraestructura ambicioso que permitirá conectar los océanos Atlántico y Pacífico a través de una ruta ferroviaria en el Istmo de Tehuantepec, en nuestra región sureste. Son muchas las voces que señalan que, si se implementa de manera efectiva, tendrá un impacto significativo en el desarrollo de la región. Mencionaré nuevamente algunas formas en las que el tren interoceánico podría detonar el desarrollo en el sureste de México:

  • Conectividad y comercio: El tren interoceánico facilitaría la conexión de los puertos del Pacífico y el Golfo de México, lo que permitiría un aumento en el comercio tanto nacional como internacional. Esto podría atraer inversiones y promover la creación de empleo en la región. Además, la conectividad mejorada podría ayudar a reducir los costos de transporte y acelerar la circulación de bienes y mercancías.
  • Desarrollo industrial y logístico: La presencia del tren interoceánico podría fomentar el establecimiento de parques industriales y zonas logísticas a lo largo de su ruta. Esto podría atraer a empresas y manufactureros interesados en aprovechar las ventajas logísticas y las oportunidades comerciales que ofrece la infraestructura. Como resultado, se podrían generar empleos en sectores como la manufactura, la logística y el transporte.
  • Desarrollo de infraestructura: La construcción del tren interoceánico requeriría inversiones significativas en infraestructura, como vías ferroviarias, puentes y estaciones. Este desarrollo de infraestructura no solo beneficiaría al proyecto en sí, sino que también podría impulsar mejoras en la infraestructura existente y estimular el crecimiento en áreas como la construcción, ingeniería civil y servicios asociados.
  • Turismo y desarrollo económico local: El tren interoceánico podría fomentar el turismo en la región sureste de México al proporcionar una nueva opción de transporte y acceso a destinos turísticos populares en la zona, como Oaxaca, Chiapas y Tabasco. El aumento del turismo puede generar empleos en la industria hotelera, restaurantera, guías turísticos y artesanías, beneficiando a las comunidades locales.

¿De qué depende el éxito de este proyecto? De una implementación adecuada, la planificación integral y la consideración de aspectos socioambientales. Además, es necesario abordar las necesidades y preocupaciones de las comunidades locales para garantizar un desarrollo sostenible y equitativo en la región sureste de México.

Lo más importante, estimados lectores: El Tren Interoceánico de Tehuantepec sería un promotor del tan deseado y no alcanzado desarrollo integral en el sureste de nuestro país. Pero mucho ojo:Es importante tener en cuenta que para que se logre la implementación exitosa de este proyecto se requerirá una planificación cuidadosa y la consideración de múltiples factores. Políticas regionales y una vinculación permanente de los gobiernos en sus tres instancias y el sector empresarial. Este tendrá que ser, obligadamente, un binomio indisoluble.

¿Qué debemos entender por desarrollo integral de la región? Este enunciado implica no únicamente el crecimiento económico, también aspectos sociales, ambientales y de infraestructura. Los expertos en la materia ponen sobre la mesa los siguientes puntos a considerar en relación con el desarrollo integral del sureste de México y el tren interoceánico de Tehuantepec:

  • Crecimiento económico: El tren interoceánico podría impulsar el comercio y la inversión en la región, lo que potencialmente podría generar empleo y aumentar la actividad económica. Sin embargo, para lograr un desarrollo integral, es importante que este crecimiento económico sea inclusivo, beneficie a todos los sectores de la sociedad y promueva la reducción de las desigualdades regionales.

2. Desarrollo social: Para lograr un desarrollo integral, es esencial que el proyecto considere las necesidades de las comunidades locales y promueva el bienestar social. Esto implica garantizar la participación y la consulta de las comunidades afectadas, así como la implementación de programas y proyectos que fomenten el desarrollo humano, la educación, la salud y la calidad de vida de la población local.

3. Sostenibilidad ambiental: El desarrollo integral también implica la protección y conservación del entorno natural. El proyecto del tren interoceánico debe considerar los impactos ambientales y tomar medidas para minimizarlos. Esto implica evaluar cuidadosamente el impacto en los ecosistemas, implementar medidas de mitigación, promover energías limpias y adoptar prácticas sostenibles en la construcción y operación del tren.

  • Infraestructura y servicios básicos: El desarrollo integral requiere una mejora significativa en la infraestructura y los servicios básicos en la región sureste de México. Además de la infraestructura ferroviaria, es importante garantizar el acceso a servicios como agua potable, electricidad, vivienda, transporte público y atención médica de calidad. Estos aspectos son fundamentales para mejorar la calidad de vida de la población y promover un desarrollo equitativo.

La clave está en abordar adecuadamente los aspectos económicos, sociales, ambientales e infraestructurales, el tren interoceánico de Tehuantepec podría ser un catalizador para el desarrollo integral en el sureste de México. Sin embargo, es fundamental contar con una planificación integral, la participación de todas las partes interesadas y la adopción de medidas que promuevan la sostenibilidad y el bienestar de las comunidades locales.

Por último, destaco que el gobierno federal ya está haciendo lo necesario para que este proyecto camine, y camine bien. El Tren Maya, la Refinería Olmeca y el Tren Interoceánico constituyen lo que podemos llamar una triada para lograr el tan anhelado, y urgente, desarrollo integral de la región. La semana pasada fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se fomenta la inversión de los contribuyentes que realicen actividades económicas productivas al interior de los Polos de Desarrollo para el Bienestar del Istmo de Tehuantepec.

El gobierno federal promete rebajas en impuestos y facilidades a las empresas que apuesten por el istmo de Tehuantepec. En específico, la Secretaría de Hacienda ofrece una batería de beneficios fiscales a los empresarios que inviertan y generen empleos en la franja que va de Oaxaca a Veracruz. Pero debemos ver a este proyecto más allá de esos incentivos fiscales. Debemos entender que este proyecto forma parte de un conjunto de políticas que se complementan con un diseño de gobernanza centrado en una autoridad administrativa y logística.

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