Emilio

Columna: Prospectiva

Por: Emilio de Ygartua M.

“Los procesos electorales son momentos  de reflexión y decisión en los que debemos elegir líderes que estén comprometidos con  el bien común”

Nelson Mandela

Una semana después de que las oposiciones se manifestaron en contra de la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador de adelantar los tiempos para tener, con otro nombre, a una o un candidato presidencial que los abandere en los comicios de junio del 2024, la Alianza va por México, a sabiendas de que el litigio sería infructuoso porque el modelo implementado por Morena y sus aliados es viable (transitando por la tenue línea de lo legal y lo ilegal) decidieron construir una versión 2.0. No creo que el líder moral del partido en el gobierno les cobre los derechos, pero tampoco se hará responsable de los resultados de esta propuesta pirata.

El viernes 23 de junio, la alianza opositora (PAN-PRI-PRD) anunció con bombo y platillo su método para seleccionar a su candidata o candidato para los comicios del próximo año. Como en el esquema de Morena, el 3 de septiembre (adelantan los tiempos como si ello pudiera revertir el resultado del 2 de junio del 2024) luego de pasar por un protocolo que también incluye encuestas y al que suma debates entre aspirantes, sabremos quién será su abanderado o abanderada. El plan incorpora la obligación, para quien aspire a participar, de recabar al menos 150 mil firmas para poder seguir adelante en el proceso.

¿Por qué esta decisión? Sin duda, atiende a la presión de su líder quien, de manera directa, y a través de sus comentó cartas, exigía a las oposiciones a unirse y a presentar un “frente amplio opositor” con la mira puesta en una victoria que, para los X y los Z, “es factible” si, solo sí, son capaces de ponerse las pilas y evitar el triunfo de Morena y sus aliados, en el afán manifiesto de cerrarle la puerta a toda posibilidad de que la 4T sea un proyecto de largo plazo.

Por más que hicieron no lograron convencer al dueño de Movimiento Ciudadano, a Dante Delgado, de que se sumará a esta alianza. La respuesta ha sido un rotundo no: “Tendremos nuestro propio candidato en diciembre”. ¿Será Marcelo o el hijo de Luis Donaldo”. En tanto, la Alianza Opositora le dedica espacio en sus tiempos en medios de comunicación para descalificar a MC, en una clara muestra de su frustración.

Volviendo al “original método” presentado por PAN-PRD-PRI, en su calidad de voceros oficiosos del tal X, el verdadero líder de este grupo opositor; quien sea designado el 3 de septiembre próximo coordinador de los trabajos para conformar esa alianza opositora, habrá pasado por una serie de filtros que incluyen, como ya mencioné, encuestas, cuyas reglas están aún por definirse, y una serie de debates entre los contendientes.

“La participación ciudadana activa, esencial para fortalecer la democracia y lograr un verdadero cambio en el país”

Manuel Gómez Morín

Hoy se darán a conocer los detalles finales del proceso. El jueves pasado, a fin de revertir el primero golpe que recibió este proyecto cuando varios de los convocados a ser parte del llamado Ineíto se bajaron del camión por considerar que las reglas establecidas contravienen lo que originalmente se había planteado, los dirigentes de los tres partidos que integran la Alianza va por México, presentaron a los nuevos integrantes de lo que dicen será parte del comité organizador “responsable de organizar el proceso interno de la elección del candidato a la Presidencia de la República”.

Este “Ineíto” estará conformado por 7 integrantes de la sociedad civil y 6 de los partidos de la alianza opositora. Al dar a conocer a quienes integran a este grupo, Marko Cortés, dirigente de Acción Nacional, señaló que el objetivo central de este comité es “dar certeza a todos los ciudadanos que quieren ser parte de la decisión, para que este dé certidumbre a todas y todos los mexicanos”. Para el presidente del partido creado en 1939 por don Manuel Gómez Morín, este modelo permitirá que quien sea electo goce de “gran legitimidad y apoyo social que nos lleve con fuerza para, efectivamente en el 2024, corregir el rumbo de México”.

Está por verse si en su programa, que en este momento se desconoce, que saldrá de la mezcla de las ideas del PRI, PAN y PRD, sumadas a las de quien, ya no tras bambalinas quieren un regreso al “pasado glorioso”, donde unos cuantos hacían lo que se les daba la gana, como no cumplir con sus obligaciones fiscales, hay realmente un proyecto de nación como el que pregonan.

Por cierto, el Consejo Nacional de Morena, en su segunda sesión extraordinaria (27 de junio) aprobó una Comisión Especial encargada de coordinar los trabajos para la elaboración del Proyecto de Nación 2024-2030.

Vale mencionar que el “Comité Organizador del Proceso de Selección del Representante del Frente Amplio por México”, estará integrado por los exconsejeros del IFE Luisa Alejandra Latapí, Rodrigo Morales Manzanares, y María González Luna, y por los exconsejeros del INE, Arturo Sánchez Gutiérrez y Marco Antonio Baños.

Parece que ni Lorenzo Córdova, ni Ciro Murayama, fueron invitados a ser parte de este selecto grupo. ¡Como les hubiera gustado! Ciro, mostrando su reconocida imparcialidad, atacó por igual los procesos electivos de Morena y de la Alianza, a los que descalificó. Un día después, su compañero de lucha por “el INE no se toca” manifestó que estos procesos contravienen las normativas establecidas en las leyes electorales vigentes al no respetar los tiempos y las formas en ellas establecidas. Seguramente, pronto vendrán las críticas a los actuales consejeros del INE que dieron luz verde al proyecto morenista y, seguramente, harán lo mismo con el 2.0 de la Alianza. El órgano electoral vive horas complejas.

Por su parte, los aspirantes para convertirse en receptores de la estafeta de manos de López Obrador y continuar impulsando el proyecto de transformación del país continúan sus recorridos por el país atendiendo el guion acordado por el Consejo Nacional de Morena.

La tarea no ha sido fácil para el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, porque algunas corcholatas no han respetado las normativas que se establecieron. Mientras unos se quejan de que no hay debate o de que no se definen las reglas para las encuestas, otra, a la que algunos medios y comentaristas marcan como la favorita, percibe que las distancias se han reducido, en particular con el que más tarde llegó a la fiesta. Esta nerviosa y se le ve.

“La democracia es un proceso constante de  diálogo y negociación, donde se busca el  consenso y el bienestar de toda la sociedad”

Max Weber

Elías Camhaji, corresponsal del diario español “El País”, quien está dando seguimiento a las giras de las seis corcholatas, reporta “fuego amigo, periodicazos, intrigas”, como elementos cotidianos en esta competencia por convertirse en abanderado de Morena y sus aliados en la contienda electoral de junio del 2024.

Elías señala en su artículo del 29 de junio pasado que: “En menos de diez días de campaña, `las corcholatas´ acusan varios ataques en su contra”, pasando por encima de las recomendaciones orientadas a privilegiar “la unidad” y evitar “las descalificaciones”en la contienda interna que puedan descarrilar el proyecto cuya meta es ganar las elecciones y, además, hacer posible el llamado “Plan C”: alcanzar la mayoría calificada en las dos cámaras que integran el Congreso.

Una de las corcholatas más “golpeadas” en los últimos días ha sido el paisano Adán Augusto López Hernández que no se amilana porque sabe que, como dijo el Quijote de Cervantes: “Los perros ladran Sancho…seguimos cabalgando”.

Aunque las encuestas, las pagadas y las cuchareadas, indican que Adán Augusto está lejos de Claudia y de Marcelo, algo deben haber percibido estas dos corcholatas en los últimos días porque han enfilado sus baterías en contra del ex titular de la Secretaría de Gobernación.

No son sólo los deseos de la inmensa mayoría de sus paisanos, muchas personas han manifestado de manera pública que reconocen en el tabasqueño capacidades y experiencia suficientes para convertirse en el abanderado de Morena, en el relevo de Andrés Manuel López Obrador que garantice la continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación.

La reconocida escritora Guadalupe Loaeza, en la columna que publica en el diario Reforma, luego de destacar la formación académica, dentro y fuera del país, de Adán Augusto, manifiesta que le parece “un político serio, estructurado, no frívolo, ni mucho menos dogmático. No me parece alguien rijoso, ni acomplejado”.

La autora de “Las niñas bien”reconoce que tiene la impresión de que, de los seis contrincantes, “él es el más cercano a las clases menos favorecidas. Sí creo que vería por su bienestar; lo siento empático, y a pesar de que no cuenta con mucho carisma, sí hace contacto con la gente. Hay que decir que sí está por la continuidad del movimiento de la 4T, pero sin radicalismos absurdos…”

Este golpeteo entre los aspirantes de Morena y sus aliados, también será parte del trasiego que habrán de cumplir los aspirantes al premio mayor de la alianza opositora. De los quince que levantaron la mano, dos mujeres han hecho públicas sus diferencias con el modelo implementado y se han auto descartado.

La primera, la combativa senadora Lilly Téllez, quien había adquirido relevancia y algunas simpatías por sus discursos abiertamente opuestos al gobierno de AMLO y a las Cuarta Transformación. Postura que evidencia su falta de congruencia porque llegó a la cámara alta arropada por Morena y, al poco tiempo, se disoció para convertirse en independiente, pero con una clara y lógica adhesión a las ideas del PAN, tan conservadoras como las que ella defiende.

¿Por qué renunció a su aspiración? Téllez confesó a Georgina Zerega (El País, 28 de junio 2023) que el método elegido por la Alianza va por México “no garantiza una contienda justa y no está realmente abierto a la participación ciudadana”. Sus detractores dicen que reculó porque teme no poder recabar las 150 mil firmas de apoyo que se exigen para inscribirse al proceso.

La senadora considera poco tiempo para lograr esos apoyos “especialmente para una candidata independiente como yo”, al tiempo que señala que “no hay certidumbre con el padrón interno”. Téllez considera que “el resultado no dependerá del voto ciudadano, sino de factores de decisión que hoy se desconocen”. Asimismo, ha manifestado que, desde su punto de vista, el proceso para elegir al candidato opositor viola la ley.

De manera contundente expresa que: “No podemos combatir la ilegalidad violando la ley. No podemos oponernos al clientelismo gubernamental echando mano del clientelismo partidista o corporativo, y no vamos a contener a la nueva oligarquía morenista de la mano de las oligarquías del viejo régimen”. La también senadora, del PRI, de la que fue efímera dirigente nacional, Claudia Ruíz Massieu, la sobrina de Carlos Salinas de Gortari, replicó la decisión de Lilly y se bajó de una contienda que descalificó por violentar la ley.

Son dos bajas importantes, sí, pero siguen vivas las aspiraciones de otros trece, entre ellos el que se considera tiene la bendición del dirigente nacional del PAN, Santiago Creel Miranda, diputado federal, ex secretario de Gobernación en la administración de Vicente Fox, su delfín que se quedó en el cajón porque Felipe Calderón le ganó el parpadeo al guanajuatense. Santiago sí confía en el proceso del frente opositor. “El procedimiento implica consensos entre los partidos políticos y la sociedad civil.”

Por el PRI, sobrevive una aspirante con muchos laureles. Una mujer brillante, con enorme experiencia política. Ex dirigente de su instituto político, gobernadora de Tlaxcala y en varias ocasiones legislativas. Por su parte señala que el modelo es perfectible lo que evidencia su desacuerdo con algunas de sus partes.

Lamentablemente para la tlaxcalteca, el dirigente del tricolor, Alejandro Moreno, ha plegado las velas y todo parece indicar que el abanderado de la alianza opositora saldrá de las filas del PAN, Creel o la remasterizada Xóchitl Gálvez, senadora medio independiente, medio panista, que está siendo impulsada por los comentócratas por instrucciones de ya saben quién.

Dicen los que saben que Marko no la tiene en la mira como la abanderada de la alianza y se niega a reconocer sus haberes, que son muchos, pero no los necesarios para revertir la tendencia de las encuestas que ponen como ganador a Morena sea quien sea el o la candidata.

Llegó el primero de julio. Tiempo de festejo. Desde el mediodía se observaba la marcha de muchas personas por las calles que llevan al Zócalo de la Ciudad de México. Grupos de familias, parejas, se dirigían al punto de encuentro para escuchar el mensaje del líder, del hombre que hace cinco años logró la mayor captación de votos de la historia.

Una victoria que esfumó toda posibilidad de revertir el resultado. Luego de dos intentos fallidos, a la tercera, “la vencida”, el tabasqueño que ha recorrido de punta a punta el país, que lo conoce mejor que nadie, ganó la elección que le permitió convertirse en el primer presidente de izquierda en México.

Han sido cinco años intensos porque desde el día 2 de julio de 2018, López Obrador tomó las riendas del país. Concertó con el aún presidente en funciones, Enrique Peña Nieto, una entrega ordenada que permitió que el entrante participara en procesos tan importantes como la renegociación del tratado de libre comercio que estuvo a punto de fracasar por la postura recalcitrante de un Donald Trump, empeñado en imponer su ley.

“Prefiero el fracaso de las buenas causas a la victoria de las malas”

Andrés Manuel López Obrador

Hoy, ese acuerdo comercial, el T-MEC, se ha convertido en el principal ariete del desarrollo económico y social de México. Pese al fortalecimiento de nuestro peso que conllevaría, de acuerdo con la teoría económica, una reducción de las exportaciones se ha dado un crecimiento significativo.

El nearshoring es hoy una ventana de oportunidades para nuestro país. No son únicamente empresas estadounidenses las interesadas en trasladar sus empresas a nuestro país, al tiempo empresas asiáticas, japonesas, coreanas y chinas, han manifestado su deseo de instalarse en nuestro territorio.

La macroeconomía se ha manejado de manera pulcra, mostrando cuán falaz es el discurso opositor que insiste en una crisis económica, en la fuga de divisas, en la paralización de la generación de empleos, en suma, en el fracaso de las políticas económicas del régimen de la 4T. Cada día es mayor la probabilidad de que la economía crezca hasta los 3 puntos porcentuales que ha considerado la Secretaría de Hacienda. La inflación está cediendo y el gobierno ha respetado la autonomía del Banco de México. Los índices de empleo han vuelto a los tiempos pre pandemia.

Sí, el tema de la inseguridad es una filosa piedra en el zapato. En lo que le resta a esta administración, como herencia a la siguiente, se deben implementar medidas tendientes a reducir los índices de inseguridad. Un combate frontal a la delincuencia porque el de “abrazos, no balazos”, de plano, no ha servido para nada. Respetuosamente habrá que pedirle al presidente que abandone la narrativa que señala a administraciones anteriores como las culpables de la inseguridad que hoy padecemos, la que preocupa a la sociedad entera.

No obvio mencionar que él o la corcholata que reciba la estafeta podrá diseñar un plan de gobierno muy atractivo, pero si no propone y cumple en materia de seguridad, su estancia en Palacio Nacional estaría en peligro, también la continuidad de la Cuarta Transformación. Seguridad y Desarrollo Integral, serán los ejes principales de cualquier programa de gobierno.

El evento realizado en la nuevamente saturada plaza mayor inició con la intervención de la flamante secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde. La joven funcionaria ha resistido la misoginia de sus detractores apelando no ha su edad o experiencia, sino a los buenos resultados obtenidos al frente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social: frenar al outsourcing oscuro, el que fomentaba la simulación; encabezó una exitosa negociación del capítulo laboral del T-MEC; impulsó una reforma laboral que privilegia la democracia interna de las organizaciones sindicales y regula las relaciones obrero patronales dejando atrás los tiempos de la simulación y de los acuerdos en lo oscurito que vulneraban los derechos de los trabajadores. Y, lo más relevante, por instrucciones presidenciales gestionó un histórico aumento del salario mínimo.

“La cuarta transformación sigue”, repitió varias veces la joven responsable de la política interior del país, como preámbulo al discurso central, al del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien hizo un recuento de los logros de su administración en materia social, del arropamiento de los olvidados del pasado, del empeño de un gobierno, el suyo, de conformar un binomio indisoluble con el pueblo, lo que le permite afirmar, en el ombligo del país, en el mismo lugar donde el 18 de marzo manifestó su compromiso de darle continuidad a la cuarta transformación. El sábado pasado lo ratificó, al tiempo que afirmó: “Nuestro movimiento está más fuerte que nunca”.

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