La Policía Federal de Brasil destruyó diez campamentos de minería ilegal durante una operación de cuatro días en una tierra indígena de la Amazonía, según informó este lunes la institución.
La operación, llevada a cabo entre el jueves y domingo pasados, tuvo como foco un «escenario de gran devastación ambiental», equivalente a 118 canchas de fútbol, ubicado en el Parque Nacional de Campos Amazónicos y la Tierra Indígena Tenharim Marmelos, en el estado de Rondonia (norte).
La Policía señaló que fueron destruidas dos excavadoras hidráulicas, 11 motores de drenaje, 4 generadores de energía eléctrica y 8 vehículos, por un valor total de 8 millones de reales (alrededor de 1.6 millones de dólares), pero no informó de detenciones.
Ríos contaminados con mercurio
Durante los cuatro años del Gobierno del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), la minería ilegal tuvo una notable expansión en toda la región amazónica, contaminando ríos con mercurio y amenazando el sustento de los pueblos indígenas.
El ministro de Justicia, Flavio Dino, declaró hace dos semanas que desde enero hay una «operación continua» contra la minería ilegal, gracias a la cual se han destruido 323 campamentos y bloqueado 2.000 millones de reales (unos 400 millones de dólares, de cuentas vinculadas a esta actividad).
La reserva de la etnia Yanomami, en la frontera con Venezuela, ha sido uno de los principales frentes de este combate, con 200 campamentos desmantelados y casi 20.000 mineros expulsados en los primeros tres meses del año.