Una orden de juzgado sobre los libros de texto, autoría intelectual de Marx Arriaga, un cercano de Palacio Nacional que trabaja en la SEP, fue desacatada y comenzó su distribución desde hace días; en tanto, el juzgado que ordenó la suspensión como medida cautelar para proteger el derecho a la educación requirió a la SEP presentar pruebas de que no había incurrido en desacato.
Los libros promulgan una curiosa pedagogía, autoría intelectual de Arriaga, que ningún profesor del país conoce, pues no ha habido ni pruebas piloto ni capacitación al respecto, y está plagada de “ideas” liberadoras de lo oprimidos y, por supuesto, de la convicción de que la “transformación” debe ser parte de lo que impregne la escuela en la mente de los alumnos de primaria y secundaria.
El destino de la orden judicial para impedir la circulación de que estos libros de texto caerá seguramente en lo que la propia Presidencia suele hacer: que los hechos consumados dejen sin sentido a las determinaciones del Poder Judicial. No hay noticia de que la SEP haya respondido al último requerimiento de Juzgado Tercero de Distrito en Materia Administrativa, por lo que es probable que quienes se ampararon contra los libros por carecer de calidad pedagógica ganen el amparo definitivo… pero para cuando esto se desahogue, los libros ya estarán en las escuelas de educación básica.
Incluso la SEP impugnó la resolución del Juzgado Tercero, pero para cuando esta impugnación se resuelva, los sui géneris libros de texto, que ningún profesor conoció ni tiene capacitación para usar sus “novedosos” conceptos, serán los únicos disponibles.
La secretaria de Educación Pública (SEP), Leticia Ramírez Amaya, y la titular de la Comisión Nacional de Libros de Texto (Conaliteg) Victoria Guillén Álvarez y el propio Marx Arriaga son señalados por el Juzgado Tercero como responsables de no acatar la resolución judicial y, en teoría, corren el riesgo de ser multadas y eventualmente inhabilitados de su cargo.
Yadira Medina Alcántara, jueza Tercera de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, tramitó una demanda de amparo que impugna los nuevos libros de texto gratuitos de la SEP, debido a que su contenido no fue analizado por expertos pedagogos. De hecho, ninguna revisión externa que ha tenido ocasión de conocer los planes y programas de estudio 4T, también autoría intelectual de Marx Arriaga, ha logrado encontrar una experiencia educativa similar o que haya servido de sustento a lo que se intenta.
A un mes de que inicie el ciclo escolar 2023- 2024 fuentes extraoficiales informaron que los libros de primero, segundo y tercer año de primaria ya fueron distribuidos en algunas escuelas, pese a tener la demanda. Tanto Querétaro, la Frontera Norte, la Laguna, Jalisco, Morelos y otros estados, confirmaron la llagada de los libros y la orden de distribuirlos.
El libro de los profesores fue motivo de una nota aparte, informando sobre la relatoría, plenamente acorde a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y a la idea de que la educación debe atacar las “raíces podridas del neoliberalismo educativo”.
La pedagogía de Marx Arriaga no ha sido sometida a ninguna prueba formal ni ha sido presentada a los profesores que deben desarrollarla ni a investigadores y pedagogos.