En la actualidad al pensar en Barbie, una ola de emociones y nostalgia nos suele recorrer, ya sea porque llegamos a ver las películas, jugamos con las muñecas o conocíamos a alguien que las tenía. Esta muñeca icónica ha sido parte de la infancia de muchas generaciones desde finales de los 50 y sigue desempeñando un papel importante en la vida de tantas mujeres a lo largo de los años sin perder esa innovación empresarial que la caracteriza. Pero ahora, más que nunca, Barbie significa mucho más que solo un juguete.
Por años, Barbie ha representado la imaginación sin límites y el poder de los sueños, dándole la libertad a todas las mujeres de estar inventando mundos mágicos y convirtiéndolos en todo lo que querían ser. Desde astronauta hasta médica, la icónica muñeca nos enseñó que no había límites para las aspiraciones y que podíamos lograr cualquier cosa.
Pero con el pasar de los años y las revoluciones feministas vividas han influido en nuestra historia siendo también un símbolo de diversidad y empoderamiento. A lo largo de los años, Mattel ha trabajado arduamente para reflejar la realidad y la diversidad de las niñas y las mujeres en todo el mundo. Ahora, Barbie viene en diferentes tonos de piel, tamaños, formas y estilos, rompiendo los estereotipos y mostrándonos que la belleza y el talento se encuentran en todas partes.
La película, dirigida por Greta Gerwig, presenta una nueva perspectiva de abordar el feminismo con el contexto de un personaje icónico de la cultura popular. Sin embargo, a pesar de las expectativas y el potencial de la película, se puede argumentar que su enfoque en este tema se siente un tanto aleccionador para algunos y para otros cuestiona sus propios valores al respecto planteando una importante cuestión: ¿De verdad podemos ser lo que queremos ser?
Gerwig ha desempeñado un papel significativo en el cine feminista al convertirse en una voz destacada y una fuerza creativa en la industria cinematográfica. Su trabajo como directora y guionista ha sido aclamado por abordar temas relevantes relacionados con las experiencias femeninas y explorar la complejidad de los personajes femeninos en sus películas como lo demostró en Little Women (2019) o la gran nominada y ganadora de premios, Lady Bird (2017).
Aunque se nos presenta a una Barbie estereotípica más empoderada y con una mayor agencia en comparación con representaciones anteriores, su lucha por la igualdad de género llega a flaquear por partes haciendo que parezca más larga de lo que en verdad dura el filme. Las cuestiones más profundas relacionadas con el patriarcado, la representación de roles de género, la diferencia generacional entre el encuentro madre e hija y demás temas al respecto se abordan sin tabúes ni disfrazados para amenizar los momentos, son bastantes explícitos y claros con lo que quiere dar a entender, pero nunca deja pierde ese sentido de “mundo de fantasía” en el que se desarrolla.
Además, si bien se aprecia la intención de darle a Barbie una personalidad más fuerte y autónoma, las acciones y decisiones a veces parecen estar más impulsadas por la necesidad de ser percibida como “feminista” que por una evolución coherente y auténtica siendo una búsqueda ya no de la verdad, sino de obtener lo que perdió. Esto puede llevar a una sensación de falta de profundidad o que no se sienta del todo auténtica.
La esperada actuación de Margot Robbie y Ryan Gosling como Barbie y Ken respectivamente sorprende y encanta a los fanáticos. En la nueva película dirigida por Greta Gerwig, estas talentosas estrellas de Hollywood dan vida a los icónicos personajes de Mattel con una interpretación fresca y cautivadora. Robbie demuestra una vez más su versatilidad actoral al capturar la esencia de la icónica muñeca, mostrando su carisma y elegancia característicos. Por su parte, Gosling sorprende al asumir el papel de Ken, aportando un encanto y un sentido del humor encantadores. La química entre ambos actores en pantalla es palpable, creando momentos mágicos y divertidos que prometen cautivar al público de todas las edades.
La cinematografía claro que merece elogios. El equipo de fotografía dirigido por Rodrigo Prieto logra capturar la belleza de cada escenario, desde los brillantes paisajes urbanos hasta los ostentosos edificios de Mattel que dejan también visualizar al fondo los de Warner Bros de manera nada discreta. Los colores son ricos y vibrantes, lo que añade un toque de magia y encanto visual a la película. La iluminación se utiliza de manera efectiva para resaltar los momentos clave y crear una atmósfera adecuada para cada escena donde incluso las animaciones complementan bien los escenarios.
Mucho se habló de los sets que están meticulosamente diseñados, creando un mundo de ensueño. Cada locación, ya sea una casa elegante, una oficina moderna o un paisaje encantador, se siente cuidadosamente construida. Los vestuarios y accesorios también merecen reconocimiento, ya que reflejan el estilo y la personalidad de los personajes de manera efectiva.
La banda sonora de la película juega un papel importante en la creación de la atmósfera y el tono general, siendo una de las canciones más profundas la de Billie Eilish llamada “What was I made for?”, la selección de música complementa perfectamente las escenas, aportando emoción y energía cuando es necesario. Además, la composición original contribuye a la identidad sonora única de la película, creando momentos memorables y resaltando los momentos clave de la narrativa.
Otro aspecto destacado de la contribución de Gerwig al cine feminista es su capacidad para mostrar la complejidad de las relaciones y la dinámica de poder en sus películas. Sus historias no se reducen a una simple división de género, sino que exploran las relaciones interpersonales y las dinámicas de poder que pueden existir en ellas. La directora muestra cómo estas dinámicas pueden afectar la vida de las mujeres y cómo pueden luchar contra ellas para encontrar su propio camino.
Sin embargo, es importante reconocer los aspectos positivos de la película. La dirección de Greta Gerwig es visualmente atractiva y muestra su talento para crear atmósferas y estéticas únicas. Finalmente, algunos momentos destacados de empoderamiento femenino y mensajes positivos se transmiten a través de la historia, son inspiradores y pueden tener un impacto positivo en el público más joven, particularmente en las niñas que ven a Barbie como un modelo a seguir.