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Centro es uno de los municipios del país con la tarifa de agua potable más baja, ya que mientras el costo de producción es de 7 pesos por metro cúbico, la ciudadanía solo paga 88 centavos, por metro cúbico. Sin embargo, el rezago monetario de los usuarios que no cubren el servicio del vital líquido que reciben es de aproximadamente 100 millones de pesos.
Esto lo aseguró el coordinador del Sistema de Agua y Saneamiento (SAS), Carlos González Rubio, durante un recorrido con representantes de los medios de comunicación por las instalaciones de la planta Villahermosa I, a quienes hizo una amplia explicación del tratamiento del agua que reciben del río Grijalva, para luego retornarla en condiciones óptimas de calidad a los más de 600 mil hogares.
“El llamado es a la ciudadanía para que pague el agua, ya que esos recursos que se dejan de recibir pudieran servir para seguir creciendo en infraestructura”, dijo el funcionario municipal.
Aun así, manifestó que resulta un verdadero esfuerzo llevar agua de calidad a los hogares, por el exceso de turbiedad que presenta actualmente el río Grijalva.
Recordó que para solucionar de manera definitiva ese problema, fue que se decidió emprender la construcción del Acueducto Usumacinta, para traer agua del Carrizal, -que es mucho más limpia-, a la planta potabilizadora Villahermosa I.
En ese sentido, el funcionario destacó que, con el Acueducto Usumacinta, se garantizará la calidad y el suministro continuo del agua en beneficio de la ciudadanía, pero también este generará un ahorro de hasta un 50 por ciento en los costos de potabilización, es decir, si en estos momentos es de 7 pesos por metro cúbico, se podría reducir a 3.50 pesos.
“Los ahorros que de ahí se generen podrían ser utilizados por el gobierno de Centro para mejorar la infraestructura”, agregó.
DIFÍCIL PROCESO
Precisó que, en tiempos de grandes precipitaciones, el agua captada en el río Grijalva llega a la potabilizadora para su procesamiento con altos niveles de sedimento, turbiedad y fuera de las normas oficiales mexicanas marcadas por la Secretaría de Salud y la Organización Mundial de la Salud.
Esto, dice, obliga parar la operatividad de la planta Villahermosa hasta que los niveles de turbiedad sean adecuados para potabilizar, con la consecuente molestia de los ciudadanos por la suspensión del servicio.
Ejemplo, mientras que ayer viernes el agua captada en el río Grijalva registró un NTU o ‘nivel de turbiedad’ de 400 unidades para una operatividad ‘normal’ en la planta Villahermosa, en el agua obtenida del río Carrizal el indicador fue de apenas 50 unidades.
Por ello, recalcó, era necesario echar andar el proyecto integral, del cual forma parte el Acueducto Usumacinta, con la intención de sustituir la plataforma de captación y línea de conducción del río Grijalva, por una en el Carrizal para llevar el agua a la planta Villahermosa, a fin de potabilizarla y distribuirla en mejores condiciones y de forma continua.
Por otra parte, anunció una inversión de 30 millones de pesos para instalar en la potabilizadora Villahermosa un moderno “sistema de inyección automático por dosificación de cloro” al agua que ampliará 20 años su vida útil.
LOS NÚMEROS
600 mil usuarios de agua potable en Centro.
100 mdp deuda histórica de morosos.
103 mdp estiman recaudar este 2023 por el servicio de agua.
30 mdp inversión para sistema de inyección automático en planta Villahermosa I.
Fuente: SAS
