Hace apenas un año, Yahritza y su Esencia eran el fenómeno juvenil de la música mexicana. Los hermanos Martínez vivían el sueño, inspirados en sus padres, Ariel Camacho y los sentimientos de las relaciones.
Su penetración en el gusto de la gente iba viento en popa.
Con 5.4 millones de seguidores en Instagram, su éxito parecía no tener límites. Hoy, el grupo solo cuenta con poco más de 700 mil seguidores, una pérdida monumental que se atribuye a su tropiezo al confesar que no les gusta la comida mexicana y prefieren el «chiken naggets». que disfrutan en Washington, de donde son originarios.