Colaborador: Javier Hernández López
Villahermosa
Hace dos semanas, al señor Miguel Ángel Martínez, de oficio herrero, le sustrajeron de su taller algunas herramientas de trabajo, motivo por el cual tuvo que vender su camioneta para hacerse una vez más de su equipo.
Enclavada entre la intersección de las avenidas Gregorio Méndez Magaña y 27 de febrero, de la colonia Atasta de Serra, La Plaza del Menor desde hace más de 30 años permanece en el olvido, viéndose afectados los pocos prestadores de servicio de la zona.
Aunque es visible para todo el que pasa por el sitio, y a pesar de que ahora las letras dejaron de ser de bronce y fueron sustituidas por unas de unicel, el vandalismo continúa sobre las letras de la estatua del coronel Gregorio Méndez Magaña sin que alguna autoridad municipal tome cartas en el asunto.
Sin vigilancia
Montículos de basura, gente alcoholizada durmiendo bajo la sombra de los árboles, envases de cerveza y licor, un árbol que los fuertes vientos derribaron hace más de quince días, además de improvisadas cocinas, es parte de lo que se pudo observar durante el recorrido que se realizó por la zona.
Con 25 años instalado en ‘La Plaza del Menor’, Ángel Martínez, dijo que la mayoría de locales permanecen cerrados que sólo sobreviven uno que se dedica a la reparación televisores y pantallas planas, una estética unisex, un tapicero, y el que se dedica a la herrería.
“Mira compa, hace unos meses un señor que me dio una chamba me preguntó porqué estaba tan olvidado el parque, que está muy bonito, que tiene muchos árboles y goza de grandes espacios, que a él le gustaría invertir en ese lugar. Le habló a Salvador Manrique y en dos ocasiones quedaron de verse aquí en La Plaza; las dos veces el funcionario lo dejo plantado”.
Aunque la esperanza en lo último que se pierde, Miguel Ángel la ha perdido, porque administraciones municipales van y vienen, y ninguno de los alcalde de Centro se han visto interesado en sacar de la marginación a los comerciantes que todavía sobreviven en el lugar, mucho menos darle una buena rehabilitación a la Plaza del Menor.
Rehabilitación. Lleva más de diez años sin recibir mantenimiento.