Un juez de control vinculó a proceso a seis empleados del bar Black Royce por su presunta participación en el homicidio del empresario Íñigo Arenas, que falleció tras ser intoxicado con una sustancia que habría sido colocada en su bebida.
Tras una audiencia que duró más de 16 horas, cuatro mujeres y dos hombres (el jefe de meseros y el guardia de seguridad del bar) que trabajaban en el establecimiento de Naucalpan fueron vinculados a proceso tras concluir que la había pruebas suficientes para acreditar su probable intervención en los hechos del pasado 6 de agosto que derivaron en la muerte del hombre de 41 años.
Asimismo, la Autoridad Judicial ratificó la medida cautelar de prisión preventiva justificada impuesta en audiencia anterior contra Aritzi Abril “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N”, Ana Karen “N N”, Eduardo “N” y Carlos Daniel “N”.
Además, el juez de control estableció plazo de dos meses para el cierre de investigación complementaria sobre el caso.