Los actores y guionistas de Hollywood que día tras día desfilan a las puertas de los grandes estudios exigiendo mejores condiciones laborales participan en esa lucha en desigualdad de condiciones: algunos desde el privilegio de poder manifestarse diariamente y otros haciendo malabares con sus otros trabajos para no abandonar la huelga.
Bárbara Friend cambió las salas de escritores por las calles de Los Ángeles para convertirse en huelguista desde que el pasado 2 de mayo el Sindicato de Guionistas de Hollywood (WGA) anunciara un parón laboral tras fallar en las negociaciones con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) para la renovación de un nuevo convenio colectivo.
“Todos los días me levanto y vengo a los estudios de Disney de 9.00 am a 12.00 pm y no lo esperaba, pero estar aquí es demasiado extenuante, exige mucho físicamente”, dice Friend, quien hoy cumple su día número 121 en huelga, en una entrevista con EFE.
La guionista, originaria de Austin, Texas (EE.UU.), ha formado parte del equipo de programas como Grey’s Anatomy o Station 19 y sabe que tiene un lugar privilegiado en la industria.
Durante su carrera ha trabajado para la televisión tradicional y eso le ha dado el “lujo” de no verse obligada a buscar un trabajo alterno a su vocación, pues incluso hasta poco tiempo antes de la huelga tuvo un trabajo diario como guionista de la serie Fire Country de la cadena CBS.
“Yo estoy en una posición en la que puedo venir aquí y no tener que buscar un segundo trabajo, pero también sé que muchos compañeros vienen a los piquetes a literalmente comer la mayor parte de sus comidas, porque esa es la situación en la que se encuentran”, comenta.
Desde la llegada de las plataformas de “streaming” como Netflix y Amazon, la situación económica de muchos guionistas se ha vuelto aún más inestable con la falta de garantía en el número de semanas de trabajo continuo, proyectos cortos mal pagados que pueden nunca llevarse a cabo y la falta de claridad en los pagos de los derechos residuales.
La situación es similar para los actores cuyo sindicato (SAG-AFTRA) se sumó a la huelga el pasado 14 de julio con consignas parecidas, y aunque entre los miembros de la unión destaquen figuras como Meryl Streep o Tom Cruise, la realidad de la mayoría de los intérpretes está muy alejada de la suya.
Michael Wayne Osborn, presente en títulos como As The World Turns, es miembro del SAG-AFTRA desde 2008, pero a lo largo de su carrera ha tenido que buscar trabajos paralelos a la actuación, pues la profesión no le permite dedicarse por completo a su pasión.
“(La vida diaria de un actor) es una lucha constante de tratar de conseguir trabajo y no solamente en cuanto a audiciones, sino simplemente tener un trabajo para poder vivir en Los Ángeles (…) todos los actores que conozco tienen múltiples trabajos”, relata.
Actualmente, Osborn labora de tiempo completo en un estudio de fotografía que le permite tener acceso a cámaras y luces que son necesarias para su quehacer como actor, pero en sus tiempos libres hace esfuerzos para mantenerse activo en los piquetes de la huelga para seguir exigiendo mejoras en la industria.
“Conozco a actores que viven en la calle y que no se van de Los Ángeles porque siguen consiguiendo audiciones. Esto no se trata solo de dinero, se trata de conseguir la vida con la que sueñas y no tener que ser un indigente para lograrlo”, expresa.
Pocos Avances
El pasado 11 de agosto la AMPTP se acercó al WGA con una nueva propuesta, pero esta fue rechazada por el sindicato y el 18 de agosto la alianza rechazó la contraoferta de parte de los guionistas, manteniendo a ambas partes distanciadas.
El SAG-AFTRA, por su parte, no ha vuelto a entablar diálogo con la alianza desde que rompió sus negociaciones en julio, aunque sus representantes han expresado en numerosas ocasiones que están listos para retomarlas. Gran parte de la huelga ha centrado sus discusiones en el avance tecnológico.
Por un lado, la regulación de la inteligencia artificial (IA), que los actores consideran como una “amenaza existencial” para su trabajo y por otro, el cambio que las plataformas de “streaming” como Netflix, Amazon o Disney han supuesto en la industria en cuanto a la remuneración económica hacia los creativos.
Desde el punto de vista de Friend, las plataformas han creado una sensación de fisura de los sistemas que mantenían estabilidad entre sus trabajadores y considera que pese a los aspectos negativos que la televisión tradicional pudiera tener, una posible solución sería volver a dichas estructuras.
“Creo que hay mucho que retomar de ese modelo que apoyó a los escritores y que también hizo que los estudios hicieran toneladas de dinero”, menciona.
La guionista confiesa que sigue sin tener claro cuánto tiempo más durará la huelga, pero al igual que Osborn se mantiene positiva y dispuesta a seguir al pie de lucha.
“Este negocio obliga a la gente a renunciar, pero creo que la razón por la que estamos en huelga es para que la gente no se vea obligada a hacerlo”, finaliza Osborn.