“La cultura es un elemento esencial para la sostenibilidad ambiental y el desarrollo económico inclusivo de las sociedades y la economía creativa es uno de los sectores de más rápido crecimiento a nivel mundial, ya que contribuye con el 3% del Producto Interno Bruto”, aseguró Cynthia Santiago Robles, especialista en Cultura de la Oficina de la UNESCO en México.
Al ofrecer la conferencia virtual “La cultura como motor imprescindible para el desarrollo económico y sostenible”, sostuvo que la creatividad y la cultura, como elementos básicos, tienen un valor no monetario significativo, que contribuirán al desarrollo social incluyente al diálogo y al entendimiento entre los pueblos y las comunidades.
En el marco del ciclo de conferencias de la Tercera Semana Digital de Economía Creativa en Tabasco, organizadas por la Secretaría de Cultura estatal, Santiago Robles aseveró que la cultura, al mismo tiempo, es una impulsora y un elemento que va a facilitar el desarrollo humano de los pueblos, porque permite a las personas apropiarse de su propio desarrollo.
Dijo que como organismo de las Naciones Unidas y con el mandato en cultura, tienen un llamamiento a la acción de los gobiernos estatales, municipales y federal y, por supuesto, de la sociedad civil, Organizaciones No Gubernamentales y del sector privado, para construir un ecosistema creativo que sirva como base para fortalecer la economía de las comunidades, que resulte relevante e incluyente para las y los creadores.
“En la industria creativa debe haber aspectos que sean viables y que nos puedan conducir a condiciones de trabajo dignas, a salarios decentes y a un comercio justo de estos productos dentro de la economía creativa y a oportunidades del crecimiento”, subrayó en el ciclo de conferencias subtitulado “La Mujer en la Economía Creativa”.
En ese sentido, puntualizó, la economía y las industrias creativas van a permitir generar nuevas oportunidades para todas aquellas actividades que se centran en incorporar la propiedad intelectual y que abarcan desde la producción de artesanía tradicional, hasta las cadenas de valor cultural en todas sus etapas de las industrias culturales.
La también catedrática de la UNAM explicó que el Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible llegó justo cuando atravesábamos el impacto de la pandemia por Covid-19, por lo que el impacto fue muy fuerte en el sector de la economía creativa, y desencadenó una crisis que agravó las vulnerabilidades ya existentes.
“Pero paradójicamente se marca que a partir de la pandemia se logró acceder a un mayor número de contenidos culturales a través de plataformas digitales, y artistas, creadores y profesionales de la cultura podían subir sus contenidos, aunque no recibían una remuneración justa o estable por su trabajo”, enfatizó.
Precisó que en el marco de cooperación entre las Naciones Unidas y México existen ejes transversales, como los derechos humanos y culturales, la perspectiva de género, el reconocimiento de hombres y mujeres en igualdad en el acceso a derechos y, por supuesto, visibilizar y resaltar el papel de la mujer dentro de la transmisión cultural, la economía verde y el cambio climático.
La especialista en Cultura de la Oficina de la UNESCO en México mencionó que dentro de los enfoques transversales se ubica el de la interculturalidad, que reconoce la diversidad cultural para combatir la discriminación, el racismo, la xenofobia, y favorecer la inclusión, integridad y equidad en el acceso a oportunidades y que haya desarrollo de los pueblos y comunidades indígenas.
Compartió que la defensa de la economía creativa dentro de la UNESCO se basa en tres principios: transformación digital y remuneración equitativa; derechos económicos y sociales de los profesionales de la cultura y trabajar juntos para hacer alianzas interagencias y proyectos participativos.
Destacó que el sector genera 2.25 billones de dólares anualmente y proporciona más puestos de trabajo a personas entre 18 y 25 años edad, mucho más que otro ámbito laboral.
En su ponencia, resaltó que la UNESCO también cuenta con una Red de Ciudades Creativas, que apoya en los marcos y mandatos de las Naciones Unidas para colocar a la cultura dentro de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como un pilar transversal para lograr el desarrollo económico de los pueblos.
En el caso de Tabasco, Cynthia Santiago Robles, expresó que las artesanías juegan un papel muy importante como industrias culturales y creativas en el estado, y de acuerdo con la Cuenta Satélite de Cultura a nivel nacional, el sector cultural generó 724 mil 453 millones de pesos en el año 2020, de los cuales, las artesanías aportaron 138 mil millones de pesos.
Especificó que en 2023, el Instituto para el Fomento de las Artesanías en Tabasco (IFAT) tiene un padrón artesanal de 3 mil 200 talleres y se espera que ese número crezca más, por lo que el tema de las artesanías en el estado es una cuestión muy importante y prioritaria.
“Por eso es fundamental y prescindible que se continúe visibilizando y revalorizando el papel y trabajo de las y los artesanos para explorar distintas fuentes de financiamiento, equipar sus talleres, y ampliar la discusión de la cultura artesanal. Tabasco es un crisol de manifestaciones culturales que debemos seguir fomentando”, ponderó.
Por todo ello, aseveró, la UNESCO convoca o hace un llamamiento a los responsables de construir políticas públicas para que se haga un análisis y replantear los marcos normativos que se relacionan con el empleo, el salario justo, con la seguridad, la adaptación digital, y la propiedad intelectual, para garantizar que la economía creativa sea un ámbito viable para el futuro de Tabasco.
La Tercera Semana Digital de Economía Creativa en Tabasco se realiza del 4 al 8 de septiembre vía virtual.