El futuro de la herencia del magnate egipcio Mohamed Al-Fayed, fallecido el pasado 30 de agosto a los 94 años, está en el aire y todo parece indicar que desatara una disputa familiar al más puro estilo de Succession. La fortuna del multimillonario, que asciende aproximadamente hasta los 2.040 millones de euros, tendrá que repartirse de algún modo entre los cuatro hijos que el empresario tuvo con su segunda esposa, Heini Wathen, de 68 años, y quienes actualmente se mantienen en pie de guerra.
A pesar de que Al-Fayed, padre de Dodi, última pareja de Diana de Gales, liquidó sus mayores posesiones hace algo más de una década y se retiró a vivir tranquilamente a su residencia- vendió los populares almacenes Harrods en 2010 por más de 1.700 millones y también el club de fútbol Fulham por unos 200 millones- todavía se cree que mantenía una gran cantidad de activos en diferentes fideicomisos y en paraísos fiscales, incluidos Bermudas, Luxemburgo y Liechtenstein, así como una gran cartera de propiedades entre las que destacan el Hotel Ritz en París, un castillo escocés, apartamentos de lujo en Nueva York y otros con vista a Hyde Park, en Londres, así como una mansión cerca de Oxted en Surrey.
Debido a esta inmensa fortuna, separar su herencia no será una tarea fácil para sus hijos, Jasmine, de 42 años, Karim, de 39, Camilla, de 38 y Omar, de 35 y mucho más sabiendo que los dos últimos han estado involucrados en una feroz lucha de poder que terminó en los tribunales. Motivo por el cual esta disputa entre hermanos ha sido comparada con la serie de HBO Succession donde, tres de los cuatro hermanos utilizan todo tipo de trucos, difamaciones y artimañas para apoderarse del imperio mediático de su padre Logan Roy.
Según los medios de comunicación británicos, la pelea entre hermanos comenzó durante el confinamiento, en 2020, cuando Omar protagonizó un duro enfrentamiento con su hermana Camilla y su marido, el empresario sirio Mohamad Esreb, mientras estaba usando el gimnasio en la finca de su padre en Surrey. Se dice que hubo un «altercado físico» entre Omar y el marido de Camilla, que acabó desencadenando una lucha de demandas y contrademandas.
Omar reclamaba 100.000 euros en concepto de daños y perjuicios por un asalto que, según él, fue orquestado por su hermana y su cuñado, mientras estos le tacharon de adicto dejando así al descubierto todas las rencillas familiares. En 2021, Omar negó al diario DailyMail las duras acusaciones de Camilla diciendo que no consumía drogas y dijo que era víctima de una «lucha de poder entre hermanos». La pelea finalmente se resolvió de forma privada y no se reveló públicamente la resolución del caso.
Como hemos señalado anteriormente, la batalla está servida pues el patrimonio del egipcio es inmenso. Además de la mencionada mansió de Oxted valorada en 100 millones de euros, el hotel Ritz de la ciudad del amor cuyo valor ascendería a 500 millones y los diferentes apartamentos de varios millones de euros en Londres y Nueva York, también poseía nueve coches Rolls-Royce, así como una opulenta colección de arte.