Ovidio Guzmán, uno de los hijos del narcotraficante mexicano, Joaquín «El Chapo» Guzmán, se declaró este lunes no culpable de los cinco cargos de los que está acusado en el Tribunal de Distrito de Chicago por narcotráfico y lavado de dinero.
El también conocido como «El Ratón» y considerado líder del cártel de Sinaloa, está acusado de conspiración para distribuir sustancias controladas, formar parte de una empresa criminal, exportar a Estados Unidos dichas sustancias controladas, uso y porte ilícito de armas de fuego y de efectuar transacciones financieras con el producto de actividades ilegales.
Enfrenta cadena perpetua
Los fiscales dijeron ante la corte de Chicago que la pena de muerte se retiró de las opciones para Ovidio Guzmán como parte de las negociaciones de extradición con las autoridades de México. También agregaron que dos de los cinco cargos que enfrenta Guzmán López conllevan una cadena perpetua obligatoria.
Previamente, los fiscales dijeron que desde abril de 2008 hasta abril de 2018, tanto Ovidio Guzmán como su hermano Joaquín Guzmán López, conspiraron para distribuir cocaína, marihuana y metanfetamina desde México y otros lugares para ser importados a Estados Unidos. Guzmán López enfrenta además en México cargos por posesión de armas de uso exclusivo del Ejército y tentativa de homicidio
Guzmán López, de 33 años, quedará detenido sin derecho a fianza en un rascacielos prisión de Chicago, a la espera de juicio.
El pasado 15 de septiembre, el Departamento de Justicia de EU confirmó la extradición de Ovidio Guzmán a través de un comunicado: «Como resultado de la cooperación de procuración de justicia entre Estados Unidos y México, Ovidio Guzmán López, líder del Cártel de Sinaloa, fue extraditado a Estados Unidos. Esta acción es el paso más reciente en el esfuerzo del Departamento de Justicia para atacar todos los aspectos de las operaciones del cártel».
Este lunes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que en el caso de la extradición de Guzmán López «no hubo, según entiendo, ninguna solicitud de amparo y se procedió a llevar a cabo la extradición”.
La extradición de Ovidio Guzmán se produjo meses después de que permaneciera detenido en México tras su recaptura en enero de 2023.
Esa detención se dio después de un intento fallido —y muy polémico— de arrestarlo en 2019: el Gobierno de México puso en marcha un operativo en Culiacán en el que Guzmán López fue detenido. En ese momento se dio un tiroteo sangriento entre las fuerzas de seguridad mexicanas y presuntos miembros del Cártel de Sinaloa. Militares mexicanos detuvieron a Ovidio Guzmán, pero mientras la batalla se prolongaba, la misión se suspendió «para proteger la vida de las personas», dijo en ese momento López Obrador.
Poco más de tres años después, en enero de 2023, nuevamente en Sinaloa, el hijo del Chapo fue capturado. Para ese momento su padre, Joaquín «Chapo» Guzmán ya había sido capturado en México, extraditado a EU y condenado a cadena perpetua, que cumple en una prisión de máxima seguridad en Colorado.
La captura de Ovidio Guzmán se dio luego de seis meses de trabajos de reconocimiento «en el área de influencia de este grupo criminal donde se sabía que llevaba a cabo sus actividades ilícitas”, dijo el secretario de Defensa de México, general Luis Cresencio Sandoval.